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La Junta agradece la "actitud prudente" del Ayuntamiento de Valladolid y la FMC defiende la legalidad de la actuación "no invasiva"
La Junta está trabajando con "los datos técnicos y toda la información" aportada por el Ayuntamiento para "actuar en consecuencia"
La polémica surgida en torno a la actuación de danza vertical 'Quasimodo y Esmeralda' de la compañía francesa Lézards Bleus, celebrada el pasado miércoles en la fachada de la Iglesia de Santa María de La Antigua, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), y suspendida el jueves, continúa generando reacciones este viernes. La Junta de Castilla y León ha considerado positiva la decisión del Ayuntamiento de suspender la segunda función, mientras que el gerente de la Fundación Municipal de Cultura ha defendido la naturaleza "no invasiva" de la intervención y considera que la cuestión del permiso preceptivo es un "tema absolutamente menor".
Desde la Junta de Castilla y León, la delegada territorial en Valladolid, Raquel Alonso, ha agradecido la "actitud prudente" del Ayuntamiento vallisoletano al suspender el espectáculo el jueves. Alonso ha calificado la suspensión como una decisión que les pareció a todos "acertada". Explicó que en la Delegación Territorial tuvieron conocimiento de la situación tras recibir "numerosas comunicaciones, a través de las redes sociales" después de la primera función. La Junta se puso en contacto con el Ayuntamiento el mismo jueves por la mañana para obtener información sobre el espectáculo, los medios técnicos utilizados y cómo podría afectar al BIC, solicitando además esta información "por escrito". La delegada señaló que el Ayuntamiento les comunicó tener un informe de su propia asesoría jurídica que indicaba "que no era preciso pasar por la Comisión de Patrimonio Cultural", aunque finalmente decidió suspender la actuación del jueves por la tarde por "prudencia". En este momento, la Junta está trabajando con "los datos técnicos y toda la información" aportada por el Ayuntamiento para "actuar en consecuencia" en función de una "posible investigación para ver exactamente qué es lo que ha pasado". Alonso ha concluido recordando que la Junta y la Comisión del Patrimonio Cultural están para "salvaguardar y cuidar el patrimonio de nuestra provincia", órgano en el que también se encuentra representado el Ayuntamiento de Valladolid.
"No se puso un solo clavo"
Por su parte, el gerente de la Fundación Municipal de Cultura (FMCVA) del Ayuntamiento de Valladolid, Carmelo Irigoyen, compareció este viernes para defender la actuación. Aseguró que en la fachada de La Antigua "no se puso un solo clavo y no se sujetó ninguna estructura definitiva", calificando los elementos de montaje como "de carácter transitorio y absolutamente respetuosos y no invasivos". Irigoyen explicó que, al surgir dudas en medios y redes sociales sobre la necesidad de autorización de Patrimonio, solicitó una valoración a la asesoría jurídica de la FMCVA, la cual concluyó que "no era necesario", y por tanto, se realizó la actividad el primer día. Informó que el jueves, sobre las tres de la tarde, la Delegación Territorial de la Junta envió un correo electrónico solicitando información sobre el desarrollo del espectáculo, el anclaje y las medidas de protección. Adelantó que esta información sería enviada hoy viernes. Irigoyen considera que la ley es "interpretable" y defenderán su postura, remarcando que se trata de un "tema absolutamente menor, de la necesidad o no de solicitar un permiso y nada más". Desde su "punto de vista personal", considera "absurdo" que se requieran permisos para cualquier actuación no permanente en un BIC. Aclaró que no fue él quien decidió la suspensión, sino "las autoridades del Ayuntamiento", prevaleciendo un "principio de prudencia administrativa". Insistió en que era una "intervención muy transitoria" y que no creían necesario solicitar nada. Destacó que la compañía ha actuado con este tipo de espectáculos en "muchos monumentos Patrimonio de la Humanidad", considerando que pensar que dañarían un BIC es "desconocer absolutamente la trayectoria de la compañía".
La suspensión del segundo pase, que iba a tener lugar en la tarde del jueves 22 de mayo, se produjo tras la polémica generada por la utilización de un edificio declarado BIC, a pesar de que la primera función el miércoles fue calificada de éxito artístico y técnico y tuvo buena acogida de público. La organización del festival TAC, que subrayó que la obra era "profundamente respetuosa con el patrimonio histórico y religioso" y que el montaje se realizó con "técnicas reversibles que no comprometen la integridad del edificio", decidió cancelar ante la "inquietud generada en distintos ámbitos respecto al alcance de dicha intervención escénica". El Arzobispado de Valladolid, titular del templo, había otorgado autorización expresa según condiciones pactadas. La voz de alarma sobre el posible deterioro la dio la Asociación por el Patrimonio en la Provincia de Valladolid en redes sociales el miércoles por la noche, considerando la actuación una "irresponsabilidad". En ese momento, aún se desconocía la falta de permiso de la Junta, algo que fue confirmado por la Delegación Territorial el jueves.
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