El monumental edificio que simboliza la justicia belga acoge estos días el proceso por la muerte de la joven vallisoletana
El Palacio de Justicia de Bruselas: un gigante de piedra donde hoy se juzga la muerte de Teresa Rodríguez
El monumental edificio que simboliza la justicia belga acoge estos días el proceso por la muerte de la joven vallisoletana
Cuando este lunes 6 de octubre se inauguró el juicio por el asesinato de Teresa Rodríguez Llamazares en el Palacio de Justicia de Bruselas, no solo se inició un proceso crucial para los familiares de la joven vallisoletana, sino que también el lugar que acoge la vista —sus muros, escaleras, salas de audiencia— se conviertió en testigo de otra página de dolor, justicia y memoria.
La ocasión perfecta para recorrer la historia de este monumento descomunal, sus peculiaridades y su significado contemporáneo.
Un coloso construido para impresionar
El Palacio de Justicia, en francés 'Palais de Justice', en neerlandés 'Justitiepaleis', es una de las construcciones más emblemáticas de Bruselas y de toda Bélgica.
Fue diseñado por el arquitecto Joseph Poelaert y su construcción se prolongó entre 1866 y 1883. Por lo que el arquitecto no vio la obra terminada, ya que murió en 1879. Fue erigido bajo el reinado de Leopoldo II, aunque el encargo data de la época de Leopoldo I.
Dimensiones, estilo y controversias
Este edificio, por su escala, materiales y aspiraciones, quería ser más que un tribunal: quería ser símbolo.
Ocupa una superficie de unas 26.000 m²; su altura es de 104 metros, y su cúpula pesa unas 24.000 toneladas; en su interior hay ocho patios, 27 salas de audiencia grandes, más de dos centenares de salas más pequeñas, pasillos monumentales, escaleras de mármol y un vestíbulo central imponente.
Sin embargo, su construcción suscitó protestas. Para erigirlo fue necesario demoler unas 3.000 viviendas en el barrio de Les Marolles, lo que generó indignación entre los vecinos. El presupuesto inicial —unos cuantos millones de francos belgas— se disparó hasta cifras que lo convertían en un proyecto colosal para la época.
De la destrucción al lento renacer
El Palacio de Justicia no solo fue golpeado por el tiempo, sino también por la historia: Al final de la Segunda Guerra Mundial, los nazis incendiaron partes del edificio; la cúpula colapsó. Tras la guerra, se reparó y se restauró la estructura; la cúpula fue reconstruida con una altura algo mayor a la original.
Pero desde hace décadas el edificio vive en un estado ambiguo de monumento histórico y ruina controlada: Desde 1984, el Palacio está rodeado de andamios por medidas de seguridad y para su restauración. Los andamios se convirtieron en un símbolo visible de deterioro, provocando críticas sobre la lentitud de las obras.
En 2021, el Gobierno federal belga anunció un plan de 87 millones de euros para restaurar fachadas y cúpula, con la intención de liberar la fachada principal de andamios hacia 2030 y terminar las labores interiores hacia 2040.
El Palacio hoy: escenario del juicio por Teresa Rodríguez
El asesinato de Teresa Rodríguez, una joven enfermera vallisoletana, ocurrido en octubre de 2022, ha llegado ahora a los tribunales belgas. Y el juicio tiene lugar, precisamente, en este Palacio de Justicia.
Se espera que, durate estos días, comparezcan más de 40 testigos, entre españoles y belgas, peritos, compañeros de Teresa, y familiares directos como sus padres, hermano, tía y, tal y como ha podido saber Tribuna Valladolid, la acusación de la Fiscalía belga es por homicidio premeditado, con peticiones de cadena perpetua.
El hecho de que el juicio tenga lugar en este edificio añade simbolismo: un monumento que ha soportado guerras, demoliciones, abandono y críticas, acoge ahora un proceso de búsqueda de justicia, frente a un crimen que ha despertado atención en Valladolid y en toda España.
El Palacio de Justicia de Bruselas es, más allá de su imponente fachada, un espejo de la historia de Bélgica: de sus aspiraciones nacionales, de su arquitectura decimonónica, de sus contradicciones urbanísticas, de su capacidad para combinar majestuosidad con deterioro, y de su lento camino hacia la restauración.
Para los vallisoletanos afectados por la muerte de Teresa, y para todos los ciudadanos que creen en el Estado de Derecho, este edificio es también un recordatorio físico de que la justicia se administra en lugares con pasado, con cicatrices, y que el proceso de restauración —ya sea de piedra o de instituciones— requiere paciencia, recursos y compromiso.
César A.C. trató de lanzarse junto al cadáver de la vallisoletana por la ventana pero no lo consiguió
La capital contará con una nueva nave de lavado y un almacén ampliado dentro del Plan Integral de Talleres y Mantenimiento, la mayor inversión ferroviaria en la historia de Renfe, con un total de 1.000 millones de euros hasta 2030
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