La barbería vallisoletana que podría convertirse en la mejor de España: "Queremos que cada cliente se sienta especial"

El fundador de Barbería Verdeja, nominada a 'Mejor Barbería' en los Premios SOYBARBUDO 2025, confiesa la filosofía que lo ha llevado a destacar

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La barbería vallisoletana que podría convertirse en la mejor de España: "Queremos que cada cliente se sienta especial"
Pepe Verdeja, empresario y peluquero.
El autor esMiguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
Lectura estimada: 5 min.

En pleno corazón de Valladolid, a escasos metros de la imponente Catedral, la calle Sierpe alberga un pequeño local que en menos de dos años se ha convertido en un referente para los amantes del cuidado personal: la Barbería Verdeja. Tras su fachada discreta late un espacio con carácter propio, donde cada detalle, desde la decoración hasta la manera de recibir al cliente, está pensado para ofrecer algo más que un servicio, una experiencia. Al frente se encuentra Pepe Verdeja, empresario y peluquero vallisoletano que ha sabido transformar su visión en un proyecto singular dentro del sector.

La barbería nació con la idea de reivindicar el oficio tradicional, pero adaptándolo a un público que busca sentirse especial desde el momento en que cruza la puerta. Con una cartera de clientes que no ha dejado de crecer desde su apertura, Verdeja ha logrado consolidar un estilo muy personal: un equilibrio entre técnica, cercanía y ambiente que invita a desconectar del ritmo diario. Quienes acuden al establecimiento no solo buscan un corte impecable, sino también ese ritual que convierte una visita rutinaria en un pequeño paréntesis de bienestar.

Ese sello distintivo ha llevado a Barbería Verdeja a situarse entre las candidatas a 'Mejor Barbería' en los Premios SOYBARBUDO 2025, unos galardones que celebran este año su VII edición y que reconocen a los profesionales más destacados del sector masculino en España. La nominación supone un importante impulso para un negocio joven, pero que ya ha dejado huella dentro y fuera de la ciudad. La gala de entrega se celebrará el próximo domingo 30 de noviembre en Zaragoza, una cita marcada en rojo para todos los implicados.

Con motivo de este reconocimiento, Tribuna Valladolid charla con Pepe Verdeja para conocer cómo nació este proyecto, qué valores lo sostienen, cómo gestiona su rápido crecimiento y qué significa para él situarse entre las barberías más destacadas del país. Una conversación que permite entender que detrás de las tijeras, la técnica y el estilo, hay también una visión y una pasión que han hecho posible este logro.

PREGUNTA: ¿Cómo reciben la noticia de la nominación a estos galardones?

RESPUESTA: La marca SOYBARBUDO se pone en contacto con nosotros para informarnos que somos una de las barberías candidatas a recibir el premio. Fue una alegría inmensa. No nos lo esperábamos. Nos gusta trabajar bien pero no pensábamos que podían incluirnos en ese grupo selecto en el que se encuentran las mejores peluquerías de España. Somos una barbería joven, que acaba de empezar. Y es un gusto formar parte de esto.

P: ¿Viajan esta semana a Zaragoza para la entrega de premios?

R: En unos días, nos vamos para allá. A ver qué pasa. Ya solo el hecho de estar nominados es un premio para nosotros.

P: ¿Qué expectativas tienen de cómo va a ser la gala?
R:
No tenemos mucha información. Sabemos que nuestra nominación es la última en resolverse, ya que el premio a 'Mejor barbería de España' se entrega al final del evento.

P: Echando la vista atrás, ¿cómo nace este negocio?
R:
Abrimos nuestras puertas en enero de 2024. Era un proyecto que estaba previsto antes de la pandemia, pero tuvimos que hacer un parón y frenar nuestros planes. Cuando las cosas se calmaron, retomamos la idea. En enero de 2024, logramos abrir, después de mucho esfuerzo y de meditar el concepto que queríamos llevar a cabo.

La Barbería Verdeja nace de la pasión que yo he vivido en mi casa. Mi madre fue peluquera y me transmitió el gusto por este negocio.

P: ¿Cómo han sido estos casi dos años de vida de la Barbería Verdeja?
R:
Han sido duros pero muy gratificantes. Valladolid es una plaza complicada pero para mí no lo ha sido tanto. He tenido mucha suerte ya que la gente ha sabido valorar lo que nosotros queríamos transmitir. Ofrecemos un nivel de barbería un poco más elevado. No queremos suplir una necesidad básica como es cortarse el pelo. Nuestra idea va más allá. Igual que existen restaurantes a los que se acude para alimentarse pero con grandes productos, nosotros queríamos trasladarlo al sector de la belleza y el cuidado personal. Algo parecido a una peluquería de Estrella Michelin.

P: ¿Esa distinción a la hora de trabajar ha sido lo que les ha llevado a la nominación a este premio?
R:
No lo sé. Tanto yo como todos mis compañeros de profesión tratamos de hacer nuestro trabajo lo mejor posible. Pero también es importante saber diferenciarse. Quizá eso nos llevó a la nominación. No estoy seguro. Ojalá que sí porque esa era la idea. Significaría que la gente ha captado el concepto que queríamos transmitir.

P: El local está ubicado en un lugar privilegiado, ¿eso ayuda?
R:
Sí y no. Estamos en pleno centro, es cierto. Pero también estamos muy escondidos. Es un callejón que, muchas veces, puede pasar desapercibido. En Valladolid, funciona muy bien el boca a boca. Eso ha jugado un papel fundamental en que funcione Barbería Verdeja.

P: ¿Refleja la decoración del local el espíritu del negocio?
R:
Queremos que la gente disfrute al máximo la experiencia. El entorno juega un papel fundamental en eso. Aunque, mucha gente cree que la barbería es elegante, o que nosotros lo somos. Pero no es así. Nosotros buscamos que ellos sean los elegantes. Buscamos que el cliente se sienta especial y salga por la puerta con la moral alta. La experiencia está centrada en ellos, no en nosotros.

P: ¿Cómo es el día a día aquí?
R:
En la barbería, gracias a Dios, tenemos mucho trabajo. Empezamos a las 10.00 horas, aunque siempre llegamos antes para preparar todo lo que necesitan nuestros servicios. Y las jornadas son tranquilas, o eso queremos transmitirle al cliente. Aunque hay mucho trabajo y jugamos en contra del tiempo.

Es muy bonito trabajar aquí. Tengo la suerte de dedicarme a lo que me gusta y, además, lo hago en un ambiente relajado que nos permite establecer cierta confianza con los clientes. Estos sillones tienen una parte mágica que trasciende de cortarse el pelo. Muchas veces, jugamos a ser casi psicólogos de los habituales a los que les gusta conversar con nosotros durante la experiencia.

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