Rocío, la hija del desaparecido en Camporredondo: "Nos dijo que iba a la pimpollada, y ya no le vimos más"

Reconoce que su padre tuvo "un comportamiento normal" antes de desaparecer en el pueblo, donde le gusta pasar el día al ser "un hombre de campo de toda la vida"

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Rocío, la hija del desaparecido en Camporredondo: "Nos dijo que iba a la pimpollada, y ya no le vimos más"
Rocío, junto a su padre José Antonio, el hombre desaparecido en Camporredondo. Fotografía cedida por parte de la familia a TRIBUNA.
El autor esAlejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 3 min.

La hija de José Antonio Izquierdo, Rocío Izquierdo, sigue al pie del cañón, día tras día, en busca de su padre. Este último desapareció el pasado sábado entre Arrabal de Portillo y Camporredondo. Su no presencia en Valladolid capital a las horas en las que acostumbra estar hizo que saltaran las alarmas en la vivienda de sus familiares que veían cómo, poco a poco, bajaba el sol... y José Antonio, desgraciadamente, no aparecía. Él, como cualquier otro día, salió de su vivienda, acompañado de su bici con motor, y puso rumbo a Camporredondo, donde le gusta pasar el día al ser "un hombre de campo de toda la vida", tal y como explica Rocío en declaraciones a TRIBUNA.

"Se compró una bicicleta con motor. Iba y volvía a Camporredondo con asiduidad. Es decir, varias veces. El recorrido lo hacía muy a menudo. Era un camino habitual que conocía de arriba abajo, como el resto de las zonas cercanas a su casa o como el pinar próximo a la misma donde vimos la bicicleta. La bicicleta estaba bien. No estaba doblada, no estaba picada... solo retirada. Había dejado su agua, su gorra... todo bien tapado", detalla Rocío a este periódico.

Es más, la hija de José Antonio reconoce que a su padre le gusta "mucho el pueblo" y que, horas antes de desaparecer, tuvo "un comportamiento normal", por lo que, ni en el peor de los casos, se imaginaban lo que iba a pasar. "Le gusta mucho andar, ir en bici... le consideramos una persona deportiva. De hecho, la gente, cada vez que le ve en Valladolid, le ve montado en la bici. Tiene tres o cuatro en casa", añade Rocío. La última frase que escuchó de su padre fue "me voy a la pimpollada, a ver los árboles", y a partir de ahí no saben más.

Tanto es así que, al no llegar a casa, sus familiares le empezaron "a llamar de manera desesperada". "Vimos bajar el sol, que es cuando solía llegar a casa al hacer menos calor, y no estaba. Llamé a mi tío que vive al lado y tampoco sabía nada. En cuanto vimos la bicicleta, llamamos a la Guardia Civil", apunta Rocío respecto a cómo se produjeron los hechos una vez que apareció su querida bicicleta sin su dueño presente. "Todo el pueblo se ha volcado en su búsqueda", destaca al respecto.

En este sentido, revela que su padre "se lleva genial con todos los vecinos, y éstos le tienen mucho cariño". "Estoy súper agradecida a las personas que vienen a las batidas, al igual que a la labor que realizan los agentes de la Guardia Civil, pero necesitamos más apoyo y más ayuda por parte de todos para encontrar a mi padre. Ojalá lo consigamos", sostiene una Rocío que no pierde la esperanza: "El pueblo va a celebrar las fiestas, pero lo va a hacer con mi padre. Estoy segura".

Por último, informa que celebran batidas tanto por las mañanas como por las tardes. No solo han recorrido Camporredondo, sino también Santiago del Arroyo y Arrabal de Portillo. "Queremos que venga más gente. Estamos en contacto permanente con la Guardia Civil, que no ha parado de ayudarnos", concluye.

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