El objetivo es retrasar la entrega del primer smartphone con acceso a internet hasta, al menos, los 16 años para reducir la presión social y evitar la sobreexposición a las pantallas
Valladolid se suma con fuerza al movimiento de retrasar la entrega del móvil hasta que se cumplan los 16 años
El objetivo es retrasar la entrega del primer smartphone con acceso a internet hasta, al menos, los 16 años para reducir la presión social y evitar la sobreexposición a las pantallas
El debate sobre la entrega del primer teléfono móvil a los hijos ha dejado de ser un asunto privado para convertirse en un movimiento social en toda España. Y Valladolid es uno de los territorios donde más ha calado. La plataforma Adolescencia Libre de Móviles (ALM), surgida en 2023 en Barcelona, acumula ya 14.738 pactos familiares en todo el país. De ellos, 432 proceden de Valladolid, situando a la provincia como la séptima con mayor implicación. En Castilla y León, 113 centros educativos se han sumado al pacto, con 64 en Valladolid, la cifra más alta de la Comunidad.
La idea es clara: retrasar la entrega del primer smartphone con acceso a internet hasta, al menos, los 16 años para reducir la presión social y evitar la sobreexposición a las pantallas en edades de pleno desarrollo cerebral. Un reto que, según las familias, se ha convertido en una auténtica "bomba" que estalla en manos de los niños en torno a los 12 años, al terminar Primaria, o incluso antes, como regalo de Comunión.
"Solo si la mayoría espera hasta los 16, evitamos que un niño sea excluido"
Una de las portavoces de ALM en Valladolid, Noelia Muelas, ha sido clave en la expansión del movimiento en la provincia. Ha ofrecido charlas en la Usal, la UBU, el Espacio Joven Norte de Valladolid y diferentes centros educativos. El 15 de noviembre participó en una mesa redonda en Vallsur dentro de la campaña Zona Cero Pantallas.
Muelas lo resume con una frase contundente: "La clave es que la mayor parte de las familias de una clase decida no entregar el dispositivo hasta los 16 años. Es la única manera de evitar que un niño o adolescente sea ‘el rarito’ por no tener un smartphone y estar excluido de las comunicaciones".
Aunque sus hijos son aún pequeños -mellizos de seis años en el CEIP Raimundo de Blas Saz de La Flecha- reconoce que la presión social llega cada vez más temprano. "Hay padres que entregan una tableta o un móvil para que estén tranquilos y no molesten. Las normas para limitar el uso de las pantallas van muy lentas en España y en Castilla y León, en particular. De ahí la importancia de dar información a las familias para que luego decidan", explica en declaraciones a la Agencia Ical.
Preocupación por las pantallas en los colegios: "Les estamos robando su infancia"
La representante vallisoletana de ALM sostiene que el problema no se limita al móvil. También señala el abuso de pantallas en los colegios: "Las pizarras interactivas facilitan el trabajo de los profesores, pero perjudican el desarrollo cerebral de los niños. Les estamos robando su infancia: no juegan con otros niños y parece que solo saben entretenerse delante de una pantalla. Creíamos que los peligros estaban fuera, en la calle, pero la realidad es que los verdaderos peligros están en las pantallas. Es muy triste".
Y añade que no se trata de demonizar la tecnología: "No somos antimóvil ni antitecnología. Estamos a favor de la informática o la robótica, para algo productivo, pero no para juegos".
Valladolid, entre las provincias más activas
En el listado de centros con más pactos firmados en España aparece el CEIP Miguel Delibes de Valladolid, en el puesto 14 nacional, con 76 acuerdos distribuidos entre nueve cursos. Otros centros vallisoletanos también avanzan posiciones, en una provincia donde decenas de AMPAS ya han contactado directamente con ALM para organizar talleres y charlas.
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