Pedro ha salido del grupo
Pues tenía que ocurrir. Tras la Semana Santa, la semana del apagón y la semana del colapso ferroviario, por fin ha llegado la semana de la guasa y de los guasaps. No podía ser de otra manera en un país gobernado por una tropa a caballo entre el Grupo Risa y el Club de la Comedia. Y digo a caballo, porque unas veces actúan de forma coral y otras como monologuistas en serie. En general, por mucho que uno intente juzgarles con benevolencia, tampoco es que tengan mucha gracia, aunque no podemos negar que se esfuerzan.
Por ejemplo, Bolaños, cuando nos cuenta lo importante que es para este Gobierno preservar la independencia de la fiscalía y establecer por ley que las comunicaciones entre el fiscal general y el Gobierno sean públicas y por escrito. Hasta ha presentado lo que él llama una reforma para "transformar la justicia para los próximos 50 años". Suponiendo que no habrá en el próximo medio siglo otro gobierno que reforme su reforma, si es que algún día llega a aprobarse con permiso de Puigdemont. También nos quería colar esa ley Begoña y al final se ha quedado en un cajón.
Lo que le queda a este gobierno en el que manda el oprimido de Waterloo es eso, anunciar leyes y reformas legales que luego no se aprueban. Con lo que se metían con Rajoy porque no hacía nada. Igual lo de la reforma del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal es una buena idea, no lo sé. Pero si de lo que se trata es de creer que a Bolaños le preocupa la independencia del fiscal general, ahí ya sí que comienza el cachondeo y estallan las carcajadas. Parafraseando a Groucho, podríamos decir que Bolaños puede parecer un tunante y actuar como un tunante, pero no se dejen ustedes engañar, es realmente un tunante.
La que hasta ahora no nos había desvelado sus habilidades de humorista es Sara Aagesen, la heredera de Teresa Ribera, ahora felizmente en la lejana Bruselas, aunque nunca suficientemente lejos. Hace quince días dijo Red Eléctrica que no hubo ciberataque. Y el miércoles pasado compareció Sara en el Congreso para explicar lo diligentemente que avanzan las "pesquisas" del Gobierno y su equipo de expertos para esclarecer las causas del apagón. Y presentó las últimas novedades. No fue un ciberataque. Y ya sabemos también que Granada y Sevilla están en el sur de España y Badajoz en el suroeste. Seguimos investigando dato a dato y vatio a vatio, esperen sentados. Y también hemos comprobado que Aagesen comparte similares niveles de desfachatez con Bolaños, porque asegura que nadie les avisó de lo que podría ocurrir y resulta que los informes que advertían del grave riesgo y exigían reformas urgentes se cuentan ya por docenas.
Lo que sí conocíamos es la inagotable capacidad de Yolanda para hacernos reír. Nunca defrauda. Esta semana nos ha hablado "como abogado", para decirnos que "en democracia no pueden pasar estas cosas". Sé fuerte Yolanda, que como dices de tu reforma laboral, "esto está ganado en la calle". Y tranquila que, en varios años de mensajes de guasap, alguno habrá para ti. Seguro que son sinceros elogios de Pedro a tu pelazo y tus outfits. Y seguro que, como abogado, o abogada lo que tú prefieras, sabes que hay reiterada jurisprudencia que establece que la difusión de este tipo de mensajes está amparada por la libertad de información y no es delito si son de interés general, afectan a personas de relevancia pública y los datos no han sido obtenidos de forma delictiva. Claro que también sabes, de eso no hay duda, que lo que dice Sánchez es palabra de Dios. Y ya ha dicho Sánchez que es un delito, así que a repetir la consigna.
Pero, aunque él es el afectado no hay noticias de que haya presentado una denuncia. Igual espera que esa fiscalía tan independiente sea la que la presente. O que lo haga la abogacía del Estado. En todo caso y actuando ahora sí en coro cómico, ministros, portavoces y allegados nos cuentan a la vez que el asunto es gravísimo y que no tiene ninguna importancia. La portavoz del PSOE asegura incluso que el chat que mantiene con sus primos es mucho más interesante. No quiero ni pensar lo que comenta la familia Peña en la intimidad de su grupo de guasap. Y respecto a quién ha podido filtrar los mensajes, el martes Esther decía que "ni nos ocupa ni lo sospechamos". Pero el mimo día, otro de los monologuistas más señeros, Óscar López, aseguraba que la filtración "es muy grave" y que este asunto afecta "a la privacidad de todos". Con ese todos no sé si se refiere al conjunto de los españoles, de los habitantes del planeta o tal vez a los miembros del Gobierno.
Que en estos mensajes haya evidencias de la preocupación personal de Sánchez por el rescate de Air Europa, en el que participaban activamente Koldo, Aldama, Ábalos y al parecer también su señora, no merece ningún comentario, ni siquiera en tono jocoso, ni del grupo de humoristas ni del productor de esta comedia, el presidente del Gobierno. Quizá algún día alcancemos a comprender por qué fue incapaz de negar ante el Congreso la acusación más que directa de Feijóo: "Usted se implicó en el rescate de una compañía, que costó 475 millones de todos los españoles, y lo hizo después de que su esposa recibiera una llamada para agilizar el trámite. Lo tapó porque participó". Silencio atronador de Pedro, y luego, eso sí, una retahíla de chascarrillos marca de la casa sobre el congreso del PP, los papas y los cardenales.
El otro hallazgo de esta semana de los guasap es lo de la casquería. De los bulos y el fango pasamos ahora a la presunta adicción de la derecha por las vísceras de los animales, que es como al parecer definen los propios socialistas el contenido de los mensajes de su bien amado líder. Y en efecto los higadillos del presidente, su bilis y sus sesos han quedado expuestos al público como en la carnicería de un mercado de abastos. Hemos podido constatar cómo se las gasta con "la pájara", "el petardo", "el tocacojones", "la jodida", "el maltratador" y demás miembros de su chat de empleados y colaboradores. Y el amor y la amistad que profesaba a su querido y luego añorado Ábalos, el de las sobrinas y los desfases en los paradores nacionales.
Esta guasa, el salseo que dice Bolaños, no ha hecho más que empezar. Hasta Nadia Calviño y María Jesús Montero, "es consciente de que habrá que correr la semana próxima", están ya en el mostrador de la fama. Pero todavía falta por llegar el mensaje que más temen todos: "Pedro ha salido del grupo".