Ambos atienden a TRIBUNA con motivo de su llegada a Valladolid, donde adaptan una de las novelas de su admirado David Trueba a la gran pantalla
La OSCyL no falla a su cita con Seminci y revive el desgarro de 'El viento' en una magistral actuación
En la pantalla, el público asistente al Centro Cultural Miguel Delibes pudo disfrutar de una copia restaurada en 2024 por el MoMA de Nueva York
Los crudos y vibrantes acordes concebidos por Carl Davis en 1983 para acompañar El viento (The Wind, 1928), una de las cumbres del cine mudo dirigida por Victor Sjöström, volvieron a estremecer hoy al público vallisoletano en la Sala Sinfónica del Centro Cultural Miguel Delibes. La Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL), bajo la dirección del maestro alemán Christian Schumann, ofreció una interpretación poderosa y precisa que llenó de dramatismo y emoción esta tradicional cita de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) con los clásicos del cine mudo y la música en vivo.
En la pantalla, el público pudo disfrutar de una copia restaurada en 2024 por el MoMA de Nueva York, que devolvió el esplendor original a la historia de Letty, una joven interpretada por la legendaria Lillian Gish, que abandona su Virginia natal para instalarse en el árido oeste de Texas. Allí, el viento -convertido en protagonista invisible- se erige en símbolo de aislamiento, deseo y desesperación, en un relato tan físico como emocional.
El regreso de Christian Schumann al foso de la OSCyL supuso un reencuentro muy esperado por el público. El director alemán debutó en España precisamente con esta misma formación, hace dos años, en el concierto proyección de El hermanito (The Kid Brother), protagonizada por Harold Lloyd, también en el marco de la Seminci. Su batuta volvió a demostrar una sensibilidad única para dialogar con las imágenes, dotando a la partitura de Davis de una energía tan orgánica como estremecedora.
La música de El viento es, según los expertos, una de las composiciones más complejas e impactantes escritas para el acompañamiento de cine mudo. "Compuesta para orquesta de cuerda y percusión, tiene un impacto implacable y penetrante que solo estos instrumentos pueden transmitir. Con una amplia lista de percusiones variadas, te da la sensación tangible de esa arena en los oídos que es imposible de eliminar", apuntó sobre la partitura el director de orquesta Timothy Brock, que aplaude la "pura musicalidad" de "una de las mejores partituras creadas por un especialista como Carl Davis".
Según explicó en unas declaraciones que recoge Ical, sus notas ofrecen "un lenguaje armónico brutal e implacable". "Es la desesperación del personaje de Lillian Gish lo que está escribiendo, y desde ese punto de vista, los choques armónicos se intensifican a medida que el personaje se aísla más y la situación se vuelve más desesperada. Hay muy poca empatía musical por el hombre en esta partitura, y con razón", concluye.
Los dos cineastas presentan en la Seminci 'Este cuerpo mío', su primer largometraje conjunto, un relato íntimo sobre identidad, vulnerabilidad y amor propio
En la pantalla, el público asistente al Centro Cultural Miguel Delibes pudo disfrutar de una copia restaurada en 2024 por el MoMA de Nueva York
La ceremonia, que contará con la presentación de Elena Sánchez y Llum Barrera, promete una velada llena de humor, emoción y música








