Carolina Yuste y Afioco Gnecco: "Esta película fue una terapia carísima, pero también un acto de sanación"

Los dos cineastas presentan en la Seminci 'Este cuerpo mío', su primer largometraje conjunto, un relato íntimo sobre identidad, vulnerabilidad y amor propio

imagen
Carolina Yuste y Afioco Gnecco: "Esta película fue una terapia carísima, pero también un acto de sanación"
Carolina Yuste y Afioco Gnecco. Foto: Sergio Borja.
El autor esJulia  Segura Moya
Julia Segura Moya
Lectura estimada: 5 min.

La actriz, y ahora también directora, Carolina Yuste, y el cineasta Afioco Gnecco llegan a la 70º edición de la Seminci con 'Este cuerpo mío', su primer largometraje codirigido, un proyecto profundamente personal que aborda la transición de género, el amor propio y la aceptación del cuerpo como espacio de identidad y resistencia.

La película, que ambos describen como "familiar y sanadora", se presenta dentro de la sección 'Tiempo de Historia', y supone el debut en la dirección de la actriz extremeña, ganadora de un Goya por 'Carmen y Lola'. Esta obra se podrá disfrutar cada día en distintos cines hasta este sábado 1 de noviembre a las 12.00 horas en el Teatro Cervantes. TRIBUNA habla con ambos cineastas para conocer más acerca de este proyecto.

P: Acaban de llegar a Valladolid para presentar su primer largometraje en la Seminci. ¿Cómo están viviendo este momento y qué significa para ustedes compartir por fin la película con el público?

Carolina: Estoy muy emocionada. Hemos estado más de tres años trabajando en esto y, de repente, mostrarlo aquí, frente a tanta gente, es muy fuerte. Es una película hecha desde el amor, en familia, con amigos, con personas que queremos muchísimo. Así que venir a compartirla así, con toda esa carga emocional, es muy bonito. 

Afioco: Para mí es muy fuerte. El gran sueño de mi vida era hacer una película. Y de repente lo he hecho, y además con mi mejor amiga, con mis amigos, con mi hermano, con mi terapeuta y con mi pareja. Es un sueño hecho realidad. Hemos hecho una película con nuestros amigos, y eso tiene algo muy poderoso, porque no solo cumples un sueño, sino que lo haces desde un lugar de afecto y de familia.

P: Carolina, es su debut como directora. ¿Cómo fue ese salto desde la interpretación a colocarse detrás de una cámara, y además hacerlo en una historia tan íntima y cercana?

Carolina: Ha sido muy bonito, y también muy intenso. En realidad fue por él, por Afioco. No sé si con otra persona me habría atrevido a dirigir una historia así. Desde el principio sentí que mi papel era acompañarle, hacer un ejercicio de escucha y acompañamiento. Durante ese proceso he aprendido muchísimo: sobre cómo quiero contar las cosas, desde qué lugar me interesa hacerlo y también sobre mis propios miedos. No hay que romantizarlo, porque ha habido momentos duros. Al principio tuvimos que llegar a muchos acuerdos sobre cómo queríamos contar esto. Yo tuve que atravesar el miedo de colocarme en otro lugar, de decir: "quiero que esto sea así". Como actriz a veces cuesta que te vean como directora, y he tenido que aprender a sostenerme ahí. Pero mirando hacia atrás, pienso: qué bonito. Qué bonito poder hacer tu primera película con alguien a quien quieres, desde un lugar compartido y con un propósito común.

P: Afioco, ¿cómo fue para usted convertir algo tan personal, como el proceso de transición, en una historia para contar y llegar a tanta gente?

Afioco: Ha sido complicadísimo. Y creo que todavía no soy del todo consciente. Porque una cosa es hacer una película, y otra muy distinta es que en esa película esté tu vida: tu madre, tu pareja, tus emociones más profundas. Creo que empezaré a asimilarlo cuando la vea el público. Para mí ha sido una terapia carísima, pero también un proceso de sanación. Cuando empecé esta película estaba en un momento muy difícil. Estaba iniciando mi transición, y eso es un camino muy duro. Pero a medida que íbamos aprendiendo a hacer la película, yo iba encontrándome mejor, aprendiendo a habitar mi cuerpo y a escucharme. Carolina ha sido una parte muy importante de ese proceso. Yo tenía bloqueada la emoción, y con este proyecto aprendí a abrirme, a sentir y a permitirme mostrarlo. Ha sido una sanación muy profunda.

P: ¿Cuándo y cómo nació la idea de 'Este cuerpo mío'? ¿Cómo apareció el título y cómo fue el proceso de ponerle nombre a algo tan íntimo?

Carolina: El título fue idea de Afioco, pero estuvimos mucho tiempo dándole vueltas. Al principio la película se llamaba 'X', hasta que encontramos este nombre que encerraba todo lo que queríamos decir, porque tienes que poner algo, aunque sea un nombre provisional, para poder empezar todo. Para los dos había una conexión muy fuerte con el cuerpo. En mi caso, porque he tenido una relación difícil con el mío, como muchas mujeres. Lo he rechazado, lo he castigado. Y con los años he aprendido a agradecerle, a decirle: "gracias por sostenerme, a pesar de todo".

Afioco: Sí, para mí también tiene mucho de eso. Este cuerpo mío está mutando, cambiando, pero lo esencial sigue dentro. Es un agradecimiento al cuerpo que me ha acompañado, que me sostiene, incluso cuando he estado mal. También hay algo colectivo: este cuerpo mío no es solo el mío, sino el de toda la gente que me impulsa, que me acompaña.

P: El largometraje se mueve entre lo íntimo y lo universal. ¿Cómo trabajaron para que lo personal no quedara encerrado en lo biográfico?

Carolina: El gran pacto fue que todo lo que pasara en la película tenía que ser verdad. Si algo se sentía impostado, aunque fuera precioso o costara mucho dinero, se quedaba fuera. Queríamos que cualquiera pudiera mirarla y reconocerse en ella, sin importar si comparte o no nuestra historia.

Afioco: Exacto. No queríamos hacer una película sobre las personas transgénero, sino una película sobre cada uno, sobre cómo nos enfrentamos a la vida, al amor y a nosotros mismos. Que hablara desde la verdad.

P: ¿Hubo algún referente cinematográfico o emocional que les guiara durante el proceso?

Afioco: Sí, varios. Nuestra gran referencia fue 'Caras y lugares' de Agnès Varda. Esa mezcla entre viaje, emoción y sencillez nos inspiró muchísimo. También 'La memoria infinita' de Maite Alberdi, que me cambió la forma de entender cómo queríamos narrar. Al principio yo estaba muy obsesionado con la estructura, pero al ver esa película entendí que lo importante era la emoción y la verdad.

Carolina: Y también 'La mala familia'. Queríamos romper con la rigidez de lo narrativo, con esa estructura clásica de "a los veinte minutos pasa esto, a los cuarenta esto otro". En nuestra película no hay una gran resolución, porque la vida tampoco la tiene. Lo que buscábamos era narrar desde un lugar más libre, más femenino en el sentido de no jerárquico, más orgánico y emocional.

P: Por último, después de esta experiencia, ¿tienen claro que quieren seguir dirigiendo juntos o este proyecto fue algo único e irrepetible?

Carolina: Ahora mismo no lo sé. Este proceso ha sido tan largo e intenso que necesito vivirlo sin pensar todavía en lo siguiente.

Afioco: Yo sí estoy escribiendo algo nuevo, una ficción que me gustaría dirigir, y quiero que ella sea la protagonista. Es un proyecto que me ilusiona mucho y que ojalá podamos sacar adelante. Pero si algo hemos aprendido es a no forzar los tiempos.

0 Comentarios

* Los comentarios sin iniciar sesión estarán a la espera de aprobación
Mobile App
X

Descarga la app de Grupo Tribuna

y estarás más cerca de toda nuestra actualidad.

Mobile App