El cantante presentará su nuevo proyecto en solitario el próximo 18 de octubre en Valladolid
Carlos Escobedo: "He aprendido a estar solo y sentirme pleno: este disco es mi momento más personal"
El cantante presentará su nuevo proyecto en solitario el próximo 18 de octubre en Valladolid
Tras más de tres décadas liderando a Sôber, Carlos Escobedo se embarca en una aventura íntima y acústica con 'Solitud', su primer disco en solitario que verá la luz el 10 de octubre. El músico madrileño llega a Valladolid con su gira 'En estado puro', un formato cercano y emocional con el que reivindica la importancia de salir de la zona de confort y reconectar con uno mismo, tal y como comenta a Tribuna Valladolid. Presentará este proyecto el próximo 18 de octubre en la sala Porta Caeli a las 21.00 horas, las entradas ya están a la venta en varias páginas web.
P: Después de más de 30 años con Sôber, ¿cómo describiría su evolución como artista hasta llegar a su proyecto en solitario?
R: Creo que ha sido una evolución bastante lógica. Uno empieza en un local de ensayo, bien joven, con la ilusión de hacer canciones, y con el tiempo vas creciendo junto al público. Pero sentía que me faltaba una parte más personal, más íntima, que reflejara la soledad y las emociones que uno atraviesa. Después de la pandemia empecé a componer temas más oscuros y pensé: ¿Por qué no hacer un disco y una gira acústica en estado puro? Con piano, cello, guitarra acústica y voz. Así nacen estas canciones. De ahí llamo el 'estado puro', porque es un poco como se componen.
P: ¿Eso fue lo que le motivó a dar el paso hacia un disco propio en formato acústico?
R: La motivación es quizás hacer música desde otros patrones, salir de la estructura habitual. En este formato tengo libertad total. Si el momento pide cambiar el repertorio, lo hago. Es un show más orgánico, más interactivo. Cada noche es distinta y eso me encanta. Yo siempre digo que con Sôber vas con el pinganillo, con la claqueta... todo el show muy estructurado. En los de 'En estado puro' quizás tienes un poco más de libertad para elegir qué canción te apetece tocar porque a lo mejor no es momento de meter esa canción ya que el público está reaccionando de otra manera. Que en estos shows el público vaya a estar más cercano, te da esa libertad de la que hablaba para adaptarlo a lo que fluya en ese momento.
P: Durante la gira del 30 aniversario de Sôber, ¿hubo algún momento que le inspirara para este nuevo trabajo?
R: Totalmente. Esa gira fue un cierre de etapa, una especie de balance vital. Pensé: "Me falta esto. Probarme sin miedo". De alguna manera yo ahora a nivel vocal tengo más fluidez, menos miedo a la hora de enfrentarme a un público, a una guitarra acústica y la voz solo. Antes te hacía falta un poco como esa batería, esas guitarras traseras que te están aportando ese colchón. Puedo decir que sí, este nuevo trabajo me ayudó a avanzar vocalmente, a perder el miedo a enfrentarme al público con una guitarra acústica y nada más. Es un salto al vacío... y resulta que no caes, sino que vuelas.
P: Su disco 'Solitud' se lanza el 10 de octubre. ¿Qué podemos esperar en cuanto a sonido y lírica?
R: Está definido, porque el hecho de poder hacer un vinilo, que yo vengo un poco de esa época, recupera vertientes que a mí tanto me gustan. He querido dividirlo como un vinilo clásico: cara A y cara B. La primera tiene un rock distinto, más orgánico, con batería, bajo y guitarra, pero menos cañero. La cara B recoge canciones más íntimas y atmosféricas como 'La luna me sabe a poco', 'Aire, fuego, tierra y mar' o 'Apocado'. Es un trabajo dual, como yo mismo.
P: Ha lanzado canciones como 'Sábanas vacías', 'Thamar y Amnon' y 'Solitud'. ¿Qué historias o emociones quería transmitir con cada una de ellas?
R: Bueno, pues 'Sábanas vacías' es una reflexión a cuando el ser humano continúa la senda de todo el mundo, se sale un poco de la brecha y tiene ese miedo a no hacer lo correcto, cuando lo correcto al final lo dictas tú, entonces yo creo que 'Sábanas vacías' es una manera de reivindicar que lo que nunca comerías para mí es un manjar. Hay frases dentro de la canción que definen que no a todos nos tiene que gustar lo mismo y que tú por sentirte diferente no tienes por qué sentirte mal, sino todo lo contrario. Avoca un poco a eso, a que tengamos un pensamiento más libre cada uno y un poco más independientes. Por ejemplo 'Thamar y Amnon' es un poema de Lorca que yo lo hice canción porque la historia es de una historia bíblica y es una parte muy dura. Siempre cuento un poco la anécdota de que mi hija estaba estudiando el 'Romancero Gitano' cuando me contó de qué iba el poema, y claro es la violación de un hermano a una hermana y donde el padre invasivo no hace nada por corregirlo ni por intentar cambiar esa historia. De alguna manera me pareció tan desgarrador que dije: tengo que ponerle música porque me apetece cantar esto. 'Solitud' es una declaración de intenciones, es esa manera de poder estar a gusto contigo mismo, realmente estar solo y no por eso sentir soledad, que son dos cosas diferentes. La soledad es el encontrarte a ti mismo y estando solo decir: es que me encuentro pleno y no necesito tanto estímulo externo para poder encontrarme bien. Que a día de hoy como bien sabemos estamos todos cargados de dopamina y si no estás viajando, no estás con TikTok, no estás con tal, y de repente parar y decir: si es que me encuentro bien. Al final es eso, la sensación extraña y muy agradable de estar solo.
P: ¿Sabría decirnos cuál le ha impactado más de las tres?
R: Hombre, yo creo que la que rompió el molde fue ’Solitud’, por eso he querido llamar así al disco, porque no pensaba que solo podía estar bien, es ese miedo que tenemos todos a tener pareja, amistades, círculos, miles de grupos de WhatsApp y cosas que hacer y que llegue algún momento de estar solo. Pero de repente cuando eres capaz de parar y de estar a gusto, dices ¡hostia!, acabo de descubrir una faceta que tenía totalmente apagada, y creo que para mí es un gran descubrimiento, porque a partir de ahí, hablo más conmigo mismo y me encuentro mejor, ya está, no puedo decir otra cosa.
P: También ha versionado temas de otros artistas. ¿Qué criterios usa para escoger una canción y reinterpretarla?
R: Pues elijo canciones que me han marcado, como 'Lucha de Gigantes' de Antonio Vega, que desde pequeño me encanta, o 'La luna me sabe a poco' de Marea. Me las llevo a mi terreno, las hago mías, y aunque no las haya escrito yo, al final la canción ya es de todo el mundo una vez publicada. 'La luna me sabe a poco' quedó increíble, muy orgánica, y en directo funciona muy bien.
P: El concierto del 18 de octubre en Valladolid será su primer show con el disco ya publicado. ¿Qué sensaciones le genera presentar su proyecto por primera vez en directo?
R: Más que miedo, siento respeto. Es un formato distinto. Quienes vengan pensando en Sôber se encontrarán con otra cosa: emociones, cercanía. En cada show el público tiene un papel protagonista. Hay gente que llora en primera fila, otros se emocionan con letras que les recuerdan momentos duros o esperanzadores. Esa conexión es el alma del formato 'En estado puro'.
P: Por tanto, ¿qué podemos esperar de la experiencia 'En estado puro' para quienes asistan?
R: Un concierto cercano, diferente, vivo. Me gusta improvisar, conversar con la gente. Que no está todo escrito en un show y que puede durar X o puede durar B. A veces incluso mis compañeros interpretan sus propias canciones. Si de repente hay un momento que puedo dejar que Raúl, que es el compañero que viene conmigo, interprete canciones suyas, la gente también le oye y es un regalo poder compartir con él y con Charly López. Tienen un talento, me lo regalan cada noche y tengo que decir que son unos compañeros excelentes. Queremos que el público sienta que forma parte de una gran familia.
P: Ha mencionado en anteriores entrevistas que no está mal salir de la zona de confort, y lo hizo en canciones como 'Eclipse', ya más antigua. ¿Qué riesgos o experimentos musicales está explorando en este disco?
R: Bueno, pues bastantes porque de arranque he querido colaborar con algunos músicos que no vienen del rock más duro, que es el que yo conozco. Por ejemplo, las baterías las ha grabado José Bruno, que es el batería de Leiva y Fito. Viene de un rock mucho más orgánico, ¿no? Entonces me apetecía colaborar con gente que se saliese del círculo que yo ya había creado durante estos 30 años. La verdad que ha sido una experiencia gratificante el poder conocer cómo otros músicos entienden el rock, y ha sido apasionante.
P: ¿Cómo influye su propio timbre de voz y su manera de modularlo en la creación de la atmósfera de sus canciones?
R: A veces demasiado, porque al final con tanto tiempo vas definiendo un estilo, y todo lo que se salga de ahí te da como un poco de vértigo. Aún así creo que justo ahí ha habido momentos donde me ha dado igual y he dicho: voy a experimentar cosas. En el experimento ha habido cosas muy chulas, otras no tan chulas, pero siempre he sacado algo positivo, entonces es verdad que he tratado de pasar del Carlos que siempre tenía todo muy estructurado y era más metódico y controlador. En este disco ha salido la parte más ituitiva o de momentos de creatividad donde se deja rienda suelta a las creaciones.
P: ¿Diría que lanzar su disco en solitario ha sido el momento de su carrera que considera un antes y un después en su forma de componer y cantar o hay otro momento?
R: La verdad es que sí, el cierre del 30 aniversario de Sôber y arrancar con esto. Llevo muchos años en la música, tengo 50 "palos" ahora y de repente es como que se ha abierto otra vez la búsqueda por intentar llegar hacia otros terrenos. Entonces eso también a un músico le motiva mucho. Sobre todo la palabra es tener menos miedo de equivocarte.
P: ¿Qué significa para usted este disco en solitario dentro de toda su trayectoria musical?
R: Significa el momento de coger aire, fuerzas y de conectar más con la persona y no tanto con el músico. Porque yo siempre lo digo, cuando estás metido en tantas producciones, giras y tal, pues al final todo gira en torno a la música, pero cuando interiorizas en la persona afloran un montón de cosas y te das cuenta de que hay mucho dentro de ti. Una canción como 'Sábanas vacías', por ejemplo, donde en el vídeo aparezco yo tocando todos los instrumentos, muestra un poco las diferencias de personalidades que todos tenemos y que tienen que cohabitar en nuestro cerebro. Al final están el 'yo' padre, músico, marido, amigo... Hay un montón de ellos que tienen que colaborar. Lo más importante es que el ego, de alguna manera, se pueda quedar a un lado y pueda salir, porque si no maneja todo a nuestro alrededor.
P: Para terminar, ¿qué proyectos o retos personales y musicales le gustaría explorar después de esta gira?
R: Tengo que decir que ya estoy preparando el nuevo disco de Sôber, con pequeños cambios gracias a lo que he experimentado yo con este disco. Que ahora dentro del rock o del metal haya otro montón de posibilidades y se están incorporando nuevas formas de componer, de ver la música, incluso de cómo hacer el disco. Estábamos muy acostumbrados a preparar las canciones y meterte al estudio dos/tres meses a grabarlas y dejar todo ahí. Quizá con este disco vamos a ir haciéndolo muy poco a poco, ir grabando canciones por estados de ánimo o por momentos para que cada canción también tenga su propia personalidad, es algo que en los discos muchas veces se pierde. Vamos a buscar el decir: hoy vamos a hacer esta canción y nos vamos a las tres de la tarde a casa porque mañana volvemos y vamos a hacer esta otra. Poder buscar que los estados de ánimo queden reflejados en las canciones.
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