El Clínico de Valladolid estrena una técnica de ventilación mecánica en broncoscopias en pacientes con lesiones tumorales

El sistema abre la puerta a endoscopias más seguras y precisas en pacientes con estenosis benignas y tumores de la tráquea y de bronquios principales

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El Clínico de Valladolid estrena una técnica de ventilación mecánica en broncoscopias en pacientes con lesiones tumorales
Carlos Disdier Vicente, Jefe del Servicio de Neumología del Clínico de Valladolid, y presidente de la Asociación Española de Endoscopia Respiratoria y Neumología Intervencionista (AEER). Foto: Miriam Chacón
S. Calleja / ICAL
Lectura estimada: 4 min.
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El Servicio de Neumología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid ha implementado con éxito una nueva técnica de ventilación mecánica, basada en ventilación controlada por flujo, durante la realización de procedimientos broncoscópicos en pacientes con lesiones tumorales o estenosis benignas de la vía aérea central, es decir, de tráquea o de bronquios. Se trata de una innovación en el campo de la neumología intervencionista, que hasta ahora no se había utilizado en el centro asistencial, y que se ha probado ya en dos pacientes. Su aplicación clínica abre una nueva línea de trabajo que aporta mayor seguridad tanto para el paciente como para el equipo médico.

Lo explica a Ical el jefe del Servicio de Neumología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, y presidente de la Asociación Española de Endoscopia Respiratoria y Neumología Intervencionista, Carlos Disdier Vicente, quien insiste es que es una alternativa segura para pacientes de alto riesgo.

La broncoscopia es una técnica diagnóstica y terapéutica que permite la visualización directa de la tráquea y los bronquios mediante un endoscopio. Sin embargo, su aplicación en pacientes con estenosis o masas tumorales en la vía aérea presenta dificultades técnicas, principalmente en lo que respecta a la anestesia con ventilación mecánica durante el procedimiento. En estos casos, el reto es siempre mantener una adecuada oxigenación sin comprometer el espacio operatorio, explica Disdier.

La técnica tradicionalmente se realiza con ventilación mecánica controlada por volumen o por presión. Es decir, el ventilador introduce una cantidad predeterminada de aire hasta alcanzar un determinado nivel de volumen o presión en los pulmones. Para la ventilación mecánica se necesitan tubos orotraqueales o broncoscopios rígidos que se introducen por la tráquea y por los que introduce el broncoscopio que los ocluye parcialmente y puede dificultar la ventilación del paciente. "Lo que hemos hecho en el Clínico de Valladolid es emplear un sistema de ventilación controlada por flujo, lo que nos permite ventilar al paciente a través de tubos de calibre más fino, permitiendo trabajar en la tráquea por fuera del tubo orotraqueal que ventila al paciente", precisa el neumólogo.

Innovación técnica

La introducción de este sistema es sido posible gracias a un ventilador que permite un control preciso del flujo de aire. Esto garantiza que la ventilación se mantenga estable, incluso cuando se utilizan tubos de pequeño calibre. Esta característica ha permitido al equipo médico tratar lesiones endobronquiales sin competir los instrumentos de trabajo endoscópio con la ventilación del paciente.

Esto nos permite trabajar en la vía aérea por encima de lo que es el tubo fino que ventila y un balón que permite que el aire que entra en los pulmones no retroceda y que se presurice lo que es el sistema respiratorio. Nosotros trabajamos por encima de este balón, paralelo al tubo, y tratamos las lesiones "independientemente de la ventilación", detalla Disdier, quien incide en la ventaja de la seguridad.

También esto permite que el paciente reciba la concentración de oxígeno necesaria porque en ocasiones trabajamos con sistemas de calor, como el láser, que obliga a bajar la concentración de oxígeno para evitar quemaduras. A veces, hay pacientes que necesitan un soporte de oxígeno mayor y es un problema. Con este método sin competir con la ventilación mecánica, podemos oxigenar y ventilar al paciente sin problemas para seguir trabajando nosotros con estos sistemas de calor o con las ondas de congelación de crioterapia.

Un avance con potencial

Aunque no se trata de una técnica de uso cotidiano, debido a la baja prevalencia de estenosis traqueales o tumorales severas, su utilidad en casos complejos es indiscutible. "Lo importante no es tanto el número, sino la complejidad", puesto que hay pacientes que, por su anatomía o condición clínica, no pueden ser tratados con el instrumental rígido convencional, aclara el jefe del Servicio de Neumología del Clínico de Valladolid, que es centro de referencia en Castilla y León y en otras Comunidades Autónomas para pacientes con estas patologías graves.

La ventilación controlada por flujo no es nueva en términos absolutos, pero su adaptación al campo de la neumología intervencionista representa un paso adelante. Hasta ahora se utilizaba en otorrinolaringología, para trabajar en la región de la laringe o la tráquea superior. "Creo que puede marcar un antes y un después", apunta.

La implementación de esta técnica exige una coordinación estrecha entre el equipo neumológico y los anestesistas. No es un método difícil para el anestesista, pero sí requiere experiencia y conocimiento del funcionamiento de este tipo de ventiladores, señala Disdier, quien confía en que esta técnica se consolide en el hospital, como un paso más en la innovación del centro. "Es fundamental que todos los estamentos -desde los gestores hasta los profesionales clínicos- avancemos en la misma dirección". Con esta iniciativa, el Clínico de Valladolid se posiciona a la vanguardia de la neumología intervencionista a nivel nacional, contribuyendo a una medicina más segura, más precisa y centrada en el paciente.

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