Los mercados navideños vuelven a llenar algunas de las zonas más visitadas de Valladolid, como el Mercado Artesanal en la Plaza Mayor y el Mercado de la Acera de Recoletos. Estos mercados mantienen viva la pasión por la Navidad, sus luces, su decoración para que todas las personas puedan acercarse en estas fechas tan señaladas a disfrutar de estos puestos que perduran durante generaciones.

La Navidad es una de las grandes oportunidades del año para todos los mercaderos, estos pequeños puestos esperan que el mes de diciembre les nutra de un buen beneficio económico. Patricia, responsable de su tienda 'Patricia tiene todo para el Belén', viene desde Santovenia y asegura a TRIBUNA que, aunque noviembre y el puente "han sido cortos","todos los años viene la gente a comprar". Patricia señala la alta inversión que supone alojar el puesto en las calles de Valladolid, en este caso en Recoletos, pero reconoce los beneficios que les supone: "hemos visto niñas crecer, independizarse, siguen viniendo a comprar, es lo que nos rentabiliza y nos hace poder seguir viniendo".

Frente a la idea de que estas tradiciones pueden perderse con el tiempo, Patricia es clara: "Puede parecer que a la gente no le interesa, pero siguen viniendo a comprar y mucha gente sigue poniendo el Belén". Asegura que Valladolid es una ciudad firme a la tradición, y que estas fechas y la decoración navideña "gusta mucho".

Esta es una idea que comparte Jesús, también vendedor de decoración navideña y que afirma que esta feria es su exposición para todo su trabajo anual: "Lo que ves es mi trabajo de todo el año, hago todas las figuras para estas fechas, después estoy todo el año parado sin vender, entonces este mercado es mi expositor para rentabilizarlo". Jesús, asegura, al igual que Patricia, que los clientes son fieles, "siempre viene gente a por la figura nueva o la que les falta", y que apuestan por la continuidad de estos mercados.

Así, entre compradores fieles, tradiciones, vendedores y sobre todo, espíritu navideño, estos mercados en Valladolid son más que un atractivo turístico en estas fechas tan señaladas. Son el escaparte de mucho esfuerzo y dedicación y son un punto de encuentro para todos en el que poder comprar artículos especiales y disfrutar de la Navidad.