La Formación Profesional (FP) Básica se ha convertido en un instrumento clave para retener al alumnado en el sistema educativo y ofrecer un camino hacia estudios superiores. Durante el curso 2023-2024, 23.739 estudiantes completaron este nivel, de los cuales 16.441 fueron chicos y 7.298 chicas, representando el 4,5 % de la población en edad escolar.

Según datos del Ministerio de Educación, aproximadamente seis de cada diez titulados deciden continuar sus estudios en FP de grado Medio, lo que convierte a la FP Básica en un puente formativo más que en una etapa final. "En un contexto en el que reducir el abandono escolar temprano sigue siendo una prioridad, la FP Básica se transforma en una herramienta para retener a los jóvenes en el sistema", explica Ismael Sanz, investigador de Funcas y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos.

A pesar de este avance, la tasa de abandono escolar temprano -jóvenes de 18 a 24 años que no completan la educación secundaria- se mantiene estancada en torno al 13%, lejos del objetivo europeo del 9 % para 2030.

El hecho de que muchos estudiantes opten por la FP Básica tras 3º de ESO, con un enfoque más práctico y técnico, ha permitido que jóvenes con dificultades académicas se mantengan dentro del sistema educativo y logren titularse en apenas dos años. De hecho, los últimos datos reflejan que el 65% de los alumnos que terminaron en 2020-2021 continuó formándose, principalmente durante el año siguiente a su titulación.

Sin embargo, este porcentaje ha caído ligeramente respecto a cursos anteriores, cuando alcanzaba el 68-69% entre 2015 y 2020. Según Sanz, esta bajada podría estar relacionada con una mejora del mercado laboral, que motiva a algunos titulados a incorporarse directamente al empleo.

Por Comunidades Autónomas, los índices más altos de continuidad se registran en la Comunitat Valenciana (73 %), La Rioja (72%), Galicia y País Vasco (71%), Madrid (69,3%) y Castilla y León (67 %) **, mientras que Extremadura, Canarias e Illes Balears se sitúan por debajo del 60%. "La disponibilidad de centros, la organización de la oferta y las condiciones socioeducativas locales influyen significativamente en estas diferencias", apunta Sanz.

Además, los estudios vinculados con tecnologías de la información, electricidad y gestión administrativa muestran una mayor progresión hacia estudios posteriores, evidenciando que ciertos perfiles profesionales tienen trayectorias más consolidadas.

En cuanto a otros niveles educativos, el 82% de los alumnos finalizó la ESO en 2023-2024, un aumento de 0,5 puntos respecto al curso anterior, mientras que los que completaron el Bachillerato fueron 288.197 alumnos, un 55% del total, ligeramente inferior al año anterior. Por su parte, los ciclos formativos de grado Medio y Superior alcanzaron tasas brutas históricas del 28,2% y 37%, respectivamente.

En conjunto, los datos muestran que más jóvenes se gradúan en la ESO y avanzan hacia estudios superiores, aunque persiste el reto de reducir el abandono escolar temprano y asegurar la continuidad educativa de todos los estudiantes.