La hostelería de Valladolid cuelga el cartel de completo con unas Navidades de récord

Reservar mesa para cenas de empresa o grupos es ya "casi imposible" en la ciudad

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La hostelería de Valladolid cuelga el cartel de completo con unas Navidades de récord
Restaurante 'Curioso', en Peñafiel.
El autor esJulia  Segura Moya
Julia Segura Moya
Lectura estimada: 3 min.

La campaña navideña arranca en Valladolid con un lleno generalizado en restaurantes y locales de hostelería, impulsada por el tirón turístico, la gastronomía y el encendido navideño. Las reservas se hicieron desde octubre y apenas quedan huecos salvo cancelaciones. Los hosteleros, sin embargo, siguen acusando la falta crónica de personal.

TRIBUNA ha hablado con Jaime Fernández Lafuente, presidente de la Asociación Provincial de Hostelería de Valladolid, para tomar el pulso al sector en uno de los periodos de mayor actividad del año. Su diagnóstico es claro: la ciudad vive unas Navidades de máxima demanda, difícilmente comparables a campañas anteriores.

Fernández Lafuente explica que desde el Puente de la Inmaculada hasta Reyes es "muy difícil conseguir una reserva en un restaurante", especialmente para grupos. De hecho, asegura que "en grupos yo diría que ya es imposible y lo que puede haber son mesas por cancelación de reservas que ya están hechas". La presión sobre los restaurantes aumenta conforme se acercan los días clave y la mayor parte de los locales ya trabaja con aforos completos desde semanas antes.

Pero el lleno navideño no es un fenómeno exclusivo de las cenas de empresa. Según el presidente, el crecimiento turístico de la ciudad ha elevado la ocupación incluso durante los fines de semana previos. "Valladolid, con la promoción turística, la gastronomía, nuestro concepto de tapa y nuestros productos, hace que nos visite mucha gente todos los fines de semana", señala. A ello se suma un programa navideño cada vez más consolidado, cuyo encendido festivo logró llenar la ciudad ya el primer fin de semana de diciembre. "La prueba está en que este fin de semana anterior, con el encendido navideño, Valladolid estaba a tope", subraya Fernández Lafuente. 

Reservas desde octubre y precios ligeramente al alza

Las empresas, conscientes de la alta demanda, se han adelantado más que nunca. "La gente ha reservado desde el mes de octubre", explica el presidente, quien afirma que en estas fechas resulta "prácticamente imposible" encontrar disponibilidad por mucho que uno intente llamar a última hora. Esta anticipación refleja, según apunta, una tendencia creciente: organizar con más previsión y asegurar sitio antes de que sea demasiado tarde.

En cuanto a los precios de los menús navideños, Fernández Lafuente confirma que han sufrido un ligero incremento respecto al año pasado. "Ha aumentado un poco porque, con todas las subidas que hay durante todo el año, se incrementan las materias primas. Ha habido una pequeña subida, pero tampoco excesiva", aclara. El sector intenta equilibrar costes sin repercutir grandes incrementos al consumidor, pero reconoce que la inflación ha obligado a ajustar tarifas.

Una hostelería que se sostiene en el esfuerzo diario

Pese al volumen de trabajo y la presión de estas fechas, el presidente destaca que el sector se mantiene firme gracias al compromiso de los empresarios y trabajadores. "La hostelería en Valladolid es levantarte día a día, subir la persiana y seguir trabajando y aguantando, como cualquier empresario", afirma. Señala que la ciudad ha logrado posicionarse como un destino gastronómico atractivo, fruto de una estrategia de promoción bien ejecutada. "Los deberes están bien hechos", sostiene, y prueba de ello es el constante flujo de visitantes.

A lo largo de los últimos años, Valladolid ha reforzado su identidad culinaria y ha apostado por actividades relacionadas con la enogastronomía, la tapa y los eventos gastronómicos, lo que ha contribuido a perfilar un modelo de turismo sostenible y de calidad. Este año, la Navidad parece servir como escaparate perfecto de ese trabajo acumulado: calles llenas, restaurantes abarrotados y una sensación general de dinamismo económico.

El gran reto: la falta de personal 

No obstante, el sector continúa arrastrando un problema estructural que no entiende de campañas ni temporadas: la falta de personal. Fernández Lafuente lo califica como "una enfermedad crónica" que afecta a muchos ámbitos, no solo a la hostelería. "Esperemos que se vaya solucionando, pero no es una cosa solo de Navidades; es día a día", lamenta.

Aunque la demanda se dispara en diciembre, la escasez de mano de obra se mantiene durante todo el año. Este desajuste obliga a muchos negocios a reorganizar turnos, reducir horarios o incluso renunciar a ampliar servicios en fechas clave. El sector reclama desde hace años soluciones estructurales que permitan atraer talento y garantizar una formación adecuada.

Mirando al futuro

A pesar de las dificultades, el presidente se muestra optimista. La campaña navideña de este 2025 marca, en su opinión, un antes y un después para la hostelería vallisoletana. El volumen de reservas, la afluencia turística, el reconocimiento gastronómico y la recuperación económica pospandemia crean un escenario de confianza. La clave ahora será sostener este impulso durante el resto del año y continuar posicionando Valladolid como una referencia en turismo gastronómico y cultural.

Fernández Lafuente insiste en que el sector está preparado para afrontar el reto y que la ciudad cuenta con todos los ingredientes para seguir creciendo. La Navidad, una vez más, demuestra que la hostelería de Valladolid está más viva que nunca.

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