Vecinos y propietarios de diversos locales de La Rondilla han emitido un comunicado, al que ha tenido acceso TRIBUNA, en el que hacen frente a los gratifis. En concreto, a los que llevan la firma de 'ZALIS' a quien señalan como culpable de "haber destruido la mayoría de las calles" del barrio. "Queremos poner en conocimiento que los graves daños sufridos en el barrio de La Rondilla por las pintadas en los últimos meses de 2025 tienen un origen claro y único: han sido causados exclusivamente por un vecino de Valladolid, mayor de edad, identificado por la firma de 'ZALIS'", explican.

Según estos vecinos, aunque ya ha salido en otros medios de comunicación y estando ya identificado por la Policía Municipal, este grafitero "sigue pintando ilegalmente a sus anchas sin castigo alguno". En este sentido, los denunciantes desvelan que fueron los agentes los que les invitaron a que pusieran en conocimiento de la prensa estos hechos "para reprimir los mismos y reparar el perjuicio causado". Es más, aseguran que, tras la limpieza de dichos grafitis, este ciudadano ha decidido "volver y repintar sus grafitis destructores". "Reiteramos que estos actos de vandalismo siguen provocando un deterioro importante en el entorno vecinal de La Rondilla", comentan.

"Tanto la Policía Municipal, como la colaboración ciudadana, han permitido su identificación y la imposición de sanciones, pero parece que ellos no le han hecho parar y son muchos los locales perjudicados por las pintadas de 'ZALIS'", añaden. Además, reiteran a los propietarios afectados que "no tengan miedo a denunciar", y también hacerlo público "para que llegue al conocimiento de todos los vecinos afectados de este y de otros barrios de Valladolid". Por último, esperan que, con "el aumento de las denuncias", "podrá hacerse efectiva contra él una fuerte sanción conforme a la ordenanza municipal vigente".

En cualquier caso, estos vecinos informan que han vuelto a interponer varias denuncias al respecto "en los últimos días" a la Policía Municipal.

POSTURA DE LA ASOCIACIÓN VECINAL

La presidenta de la Asociación Vecinal de La Rondilla, María Morán, reconoce en declaraciones a TRIBUNA que desconocía este asunto, aunque comparte lo que dicen, ya que respeta "los murales que se han hecho" en el barrio, pero no la práctica de los grafitis. "Valoramos el denominado arte urbano, pero no cuando se va más allá. Eso se tiene que limpiar y es un despilfarro económico. Se gasta un dineral. Son cuestiones que no defendemos", concluye Morán que apunta que, en los últimos días, no ha recibido quejas al respecto, pero sí que tiene constancia de una intervención policial que evitó la actuación de un grafitero de madrugada.

MODUS OPERANDI DEL AYUNTAMIENTO

El Ayuntamiento de Valladolid trata de tener las paredes limpias y libres de grafitis, pero no es una cuestión que dependa de su gestión, sino de los responsables. El concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado, detalla, en declaraciones a este medio, el modus operandi que llevan a cabo. "El Servicio Municipal de Limpieza hace frente a los grafitis, pero no siempre puede hacerlo. Si están en paredes privadas, no podemos intervenir. Son los propietarios los que actúan. En paredes públicas, en cambio, sí que intervenimos. Salimos, de hecho, a diario a hacerlo. A veces, si es una pared privada, y consultamos a la Comunidad de Vecinos, si vemos que es algo muy ofensivo, tratamos de limpiar el grafiti, pero solo en ocasiones muy puntuales", concluye.