El renacer del DJ vallisoletano que tuvo que dejarlo todo: "La música ha pasado de ser mi obsesión a convertirse en mi terapia"

Tras varios goles de la vida y su profesión, Sergio Parrado cambio por completo sus hábitos y ahora trabaja para que los jóvenes talentos no comentan los errores en los que él cayó

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El renacer del DJ vallisoletano que tuvo que dejarlo todo: "La música ha pasado de ser mi obsesión a convertirse en mi terapia"
Sergio Parrado, DJ y productor musical.
El autor esMiguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
Lectura estimada: 7 min.
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A veces, la vida te obliga a parar. No pide permiso, no avisa. Simplemente llega un momento, casi siempre inesperado e inevitable, en el que todo lo que dabas por sentado se detiene. La rutina que creías sólida se desmorona, los planes se desvanecen, y te encuentras en una especie de pausa forzada, frente al espejo de lo que eres y lo que fuiste. Puede parecer una crisis, una pérdida, un final... pero en realidad, es una oportunidad. Porque en ese silencio incómodo y necesario, nace la posibilidad de empezar de nuevo, de reconstruirte desde lo más honesto, de reinventarte sin el peso de lo que ya no funciona.

La historia de Sergio Parrado, DJ y productor musical, habla de esos momentos en los que no queda más opción que dejarlo todo para reencontrarte contigo mismo y redibujar tu camino.

Vallisoletano de origen, comenzó en el mundo de la música en 1996, con solo 16 años, aunque la idea de dedicarse a la música había rondado "desde siempre" en su cabeza ya que, desde niño, le atraía todo lo que giraba en torno a la industria y se entretenía con cualquier ritmo "ya fuese música clásica o la mismísima Gloria Estefan".

En una íntima entrevista con Tribuna Valladolid, el vallisoletano, que también ha trabajado como periodista musical, confiesa que de adolescente empezó a "cacharrear con los platos y los vinilos" y, antes de que se diese cuenta, su hobby se convirtió en su profesión: "Pinchaba en el club 'Matadero' y de ahí pasé a hacerlo en 'Camarote' que, por aquel entonces, era una discoteca muy prestigiosa de la noche vallisoletana".

"Durante esos años aprendí muchísimo. Trabajábamos hasta seis o siete horas pinchando y eso me ayudó a entender a la gente. Me pude desarrollar como artista en lo que me gusta determinar la universidad de la música. Disco tras disco, fin de semana tras fin de semana", asegura.

Pero el éxito local no fue el techo de su carrera. El hacerse un nombre en Valladolid le permitió salir fuera en busca de más trabajo, más música y más fama: "Antes todo funcionaba de forma distinta a como conocemos ahora el mundo de la noche y los Djs. El haber estado en un club vallisoletano durante años significaba que mi trabajo era bueno y mi música merecía la pena".

'Camarote' impulsó su recorrido y de ahí se movió por otras salas de España que le llevaron a mudarse más allá, llegando a actuar en hasta 45 países de todo el mundo como DJ: "Chile me abrió sus puertas en una época en la que no era muy común que los artistas se fuesen a Latino América".

Recuerda su primera vez fuera de España con "nostalgia y mucho cariño" en Buenos Aires: "Tenía 22 años y toda una vida por delante. Los clubs de América no tienen nada que ver con los que conocemos en nuestro país. Son discotecas enormes en ciudades todavía más grandes. Era un universo desconocido que me abría las puertas de par en par".

Sergio Parrado, que hoy en día vive en Laguna de Duero, compartía cartel en festivales con algunos de los artistas más importantes del panorama internacional como la rapera Arianna Puello, lo que le empujó a empezar a producir música y vivir la industria "de forma muy intensa" y desde lo más profundo.

"Sacaba música, actuaba y a la gente le encantaba", recuerda de un momento de su vida que, aunque ahora ve lejano, le permitió vivir cosas maravillosas como "viajar, conocer lugares nuevos y personas muy interesantes". Aunque, en la actualidad, considera "bastante más positivo" el poder que tiene la música para "hacerte sentir".

"Uno como músico, ya sea cantante o DJ, posee la capacidad de crear conciencia en la gente. A día de hoy, con casi 46 años, es con lo que me gusta quedarme de este mundo", sentencia.

Pero no todo es de color de rosa. El vallisoletano afirma que la música tiene "demasiadas" cosas negativas, en particular y, sobre todo, los excesos: "Es un entorno en el que hay acceso a sustancias, alcohol, afterhours... He llegado a pasarme hasta tres meses fuera de mi casa, trabajando y saliendo de fiesta sin parar".

"Al principio no lo ves. Vives un sueño y flipas al darte cuenta que te pagan por hacer lo que te gusta. Pero con el tiempo pagas el precio de esa vida", declara y confirma que "una de las cosas más complicadas" es viajar solo durante mucho tiempo: "No somos súper estrellas como para llevar un séquito de veinte personas. Tienes que ir de un sitio a otro sin tu gente y las nuevas compañías no siempre son lo más recomendable".

Echando la vista atrás, reflexiona y asegura que "la salud es lo más importante que tenemos", por lo que cree que "si no te cuidas, todo ese imperio puede venirse abajo".

Un susto que cambió su vida

Para Sergio Parrado no hubo un detonante concreto que hiciese que su vida se parase. Fue un cúmulo de circunstancias que le obligaron a reconvertirse en lo que es ahora: "Yo venía tocado desde hace mucho tiempo".

El DJ vallisoletano, en ese momento un referente internacional que tenía el mundo bajo sus pies, notó ciertas secuelas de la vida que llevaba como, por ejemplo, la pérdida de sensibilidad en una de sus piernas: "No quise hacerle demasiado caso. Pensé que sería algo cutáneo, sin importancia. Somos propensos a no acudir a los médicos hasta que las cosas se complican realmente".

Todo sucedió en "una época muy loca" de su vida. Durante un momento en el que él no vivía en España: "Vivía en Lima, en Perú, y viajaba de un lugar a otro sin parar. Viajes, excesos y mucho trabajo. Una escena poco recomendable que se había ido prolongando en el tiempo".

"A medida que yo creía como artista, fui desarrollando un ego que me obligaba a ser más. Era DJ y productor musical pero comencé a trabajar, además, como promotor de eventos. Lo que me llevó a implicarme mucho en mi trabajo y echar el resto de mis capacidades en los proyectos que iban apareciendo y me ilusionaban", explica.

Uno de los principales problemas que aparecieron en su vida fue la caída de un festival en Punta Cana, en 2022, para miles de personas. Tras mucho esfuerzo y miles de dólares invertidos, todo se vino abajo: "Fue un episodio muy desagradable que me golpeó fuertemente a mi ánimo".

Sergio Parrado considera "un error" no haber frenado su vida profesional en ese momento: "Seguí trabajando porque, tras las pérdidas, yo necesitaba ese dinero que me había arrebatado".

Esa situación le obligó a embarcarse en una gira de ocho meses por Latino América y Asia, en el año 2023, a la que llegó "tocadísimo" y con "fuertes secuelas" de lo que venía arrastrando en su pierna: "Empecé a sentir un fuerte dolor y una sensación de hinchazón insoportable".

"No me quedó más remedio que ir al médico", afirma. El artista descubrió, entonces, que tenía una lesión neuronal de la que no se estaba tratando: "Yo solo pensaba que era imposible que eso me estuviese pasando a mí".

El doctor obligó al DJ a relajarse, dejar de viajar y de dedicarse al mundo de la noche, a la vez que le recetó un cuadro de medicamentos para mitigar su dolor: "El efecto de las pastillas me hizo pensar que lo que me sucedía no era tan grave. Me confié y pedí el alta voluntaria para seguir pinchando".

El entrevistado reconoce, ante los micrófonos de Tribuna Valladolid, que llegó un punto en el que se creía que era "algo así como un superhéroe" y se embarcó, de nuevo, en otra gira por España y Latino América., en la que sucedió el episodio que lo cambió todo de golpe.

"Caí en Bogotá. Había pinchado un sábado por la noche y, a la mañana siguiente, no era capaz de levantarme de la cama", confiesa reconociendo que estaba "bastante asustado" y que fue, ese día, el que se decidió a dar un vuelco a su vida y cuidarse de verdad.

¿Y ahora qué?

Sumido en un proceso de depresión y de "no saber qué hacer", Sergio Parrado se vio envuelto en una complicada etapa en la que reconoce que tocó fondo: "Me vi envuelto en muchos problemas y decidí que no podía continuar así".

El vallisoletano buscó ayuda profesional en una psicóloga y empezó a tratarse de su problema de salud: "La música pasó de ser mi hobby a convertirse en mi profesión, pero luego fue un obsesión que me llevó a la ruina". Aun así, continúa siendo el epicentro de todo ya que ahora se ha convertido en su terapia: "El médico me aconsejó que hiciese música, pero como desahogo".

"La solución estaba en tomarme con calma la vida. Y así lo hice. Comencé un proceso de autocuidado en el que la natación y el gimnasio fueron factores a destacar", explica. Además, asegura que tuvo que dejar la medicación para el dolor ya que esas pastillas le afectaban al estómago.

"Dejé la medicación y ahí fue cuando empezó, realmente, el proceso de curación. El ejercicio, la buena alimentación, la lectura, la meditación y la psicología me hicieron sentirme mejor. Al menos, mentalmente", reconoce.

Aun así, las cosas siguieron sin ser fáciles para el DJ que tuvo que enfrentarse a duros golpes de la vida como la pérdida de su mejor amigo, por una sobredosis, o la separación de la que había sido su pareja durante más de una década: "Mi madre siempre ha dicho que cuando vienen, lo hacen todas juntas".

Pero el vallisoletano no se hundió. Es más, salió reforzado de todo eso: "Me volví a Valladolid, a casa. Fue un bajón pero un bajón necesario". A día de hoy, dos años después de aquel colapso, Sergio Parrado asegura que es una persona "completamente nueva" y que "la vida ha cambiado completamente" para él: "Ya no veo la música con el afán de querer ser el mejor. Solo quiero disfrutar y ser feliz".

En esta nueva etapa, trabaja como asesor de artistas para ayudar a los jóvenes talentos a que no comentan los mismos errores que él cometió en el pasado: "He querido transformar todo el dolor en sabiduría. Disfruto de la vida y vivo muy tranquilo". Además, sigue componiendo, produciendo, enseña como profesor de producción musical y planea, para el próximo mes de diciembre, su vuelta a las cabinas pero, eso sí, "de un modo más calmado y controlado".

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