El DJ vallisoletano regresa a las fiestas de la Virgen de San Lorenzo tras su paso en 2017, como telonero de Dani Fernández
Valladolid latió este domingo al pulso de la música electrónica
Carlos Jean, Don Diablo y Joyse, precedidos por Sergei Rez pusieron a vibrar a la plaza en una fiesta non-stop de sonidos eléctricos
La Plaza Mayor de Valladolid volvió a latir en la noche del domingo al ritmo de la música electrónica. En el marco de las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, miles de personas convirtieron el corazón de la ciudad en una pista de baile colectiva en una cita única: la gran noche de DJs, encabezada por Carlos Jean y precedida por el vallisoletano de adopción Sergei Rez.
El encargado de abrir fuego fue Sergei Rez, figura clave de la escena local y referente nacional en la enseñanza de DJs gracias a su Índigo DJ School y su canal de YouTube. Con más de 20 años de trayectoria y recuerdos imborrables como su sesión en la Plaza Mayor de 2011, Rez salió a escena con la ilusión intacta. "Pinchar en casa siempre es un gustazo", confesaba horas antes en conversación con Tribuna. Y lo demostró desde el primer beat: un arranque sosegado, con tintes de Afro House y House melódico, que fue ganando intensidad y preparando el terreno para lo que estaba por venir.
Fue el turno, entonces, para el plato fuerte: Carlos Jean. El productor gallego, con siete nominaciones a los Grammy y un Premio Ondas en su haber, se presentó ante una Plaza Mayor llena hasta la bandera con el entusiasmo que le caracteriza.
Jean firmó un set que fue mucho más que música electrónica: un viaje emocional. Alternó momentos de pura euforia colectiva, con bootlegs en directo de canciones reconocibles, con otros más íntimos, capaces de detener el tiempo en medio del bullicio. Su facilidad para reinterpretar clásicos, darles la vuelta y convertirlos en nuevos himnos es lo que le distingue, y anoche volvió a demostrarlo.
La conexión con el público fue inmediata. Cada drop hacía vibrar los balcones históricos de la plaza, cada mezcla parecía diseñada para esa noche irrepetible. La gente, de todas las edades, respondió como una sola voz, derribando tópicos y confirmando lo que Jean ya intuía: Valladolid sabe bailar.
El de Ferrol atraviesa un momento profesional intenso: entre bandas sonoras para cine y series, colaboraciones internacionales -como el inminente lanzamiento con John Martin, voz de Swedish House Mafia- y su apuesta por unir electrónica y sinfónica en proyectos de gran formato. Pero en Valladolid quiso dejar claro que, más allá de la agenda apretada, su esencia sigue estando en el directo, en esa capacidad de convertir un concierto en una experiencia compartida.
Joyse y Don Diablo ponen la guinda
Tras el huracán creativo de Carlos Jean, la fiesta no decayó. Joyse tomó el testigo con un set más urbano y actual, que fusionó influencias latinas y electrónicas, refrescando el ambiente y manteniendo la energía de la plaza en alto.
El cierre corrió a cargo de Don Diablo, uno de los nombres más potentes del cartel internacional, que firmó un espectáculo vibrante con su característico Future House, visuales impactantes y un ritmo imparable hasta la madrugada. Su paso por la cabina puso el broche final a una noche que ya se inscribe en la memoria colectiva de las fiestas vallisoletanas.
El cierre dejó claro por qué esta cita es única: porque la música electrónica, con sus múltiples matices, es capaz de emocionar, sorprender y unir a miles de personas en un mismo latido.