La ciudad celebra la decimoquinta edición de este evento que conjuga flamenco, espectáculos ecuestres, música y buen ambiente
"Venimos por necesidad", el testimonio de un temporero senegalés en la campaña agrícola de Medina del Campo
Mamadou Diallo explica que, cada año, viaja a la provincia de Valladolid "con ilusión de poder trabajar dignamente"
Cada verano, cientos de temporeros llegan a la localidad vallisoletana de Medina del Campo para participar en la campaña agrícola. Uno de ellos es Mamadou Diallo, de 34 años, originario de Senegal, quien lleva ya seis temporadas viniendo a trabajar en la recogida de ajo y otras labores del campo. Nos recibe al final de su jornada, con las manos ásperas, la voz cansada pero amable.
En plena polémica por lo que supone la presencia de estos trabajadores extranjeros en el municipio vallisoletano durante el verano, el joven senagalés y sus compañeros se enfrentan a "un día más" en sus labores, ajenos a si los vecinos no los quieren allí o si los políticos se pelean por las condiciones en las que trabajan.
PREGUNTA: Mamadou, ¿cómo es un día normal de trabajo durante la campaña?
RESPUESTA: Nos levantamos muy temprano, sobre las cinco de la mañana. A las seis ya estamos en el campo. El trabajo depende del día y del cultivo: puede ser recogida, limpieza o empaquetado. Paramos solo un rato para comer, y terminamos sobre las dos o tres de la tarde, aunque a veces se alarga. Es duro, pero uno se acostumbra.
P: ¿Qué tipo de tareas realiza principalmente en Medina del Campo?
R: Sobre todo, recolecta de ajo y cebolla, pero también he trabajado en viñas y en almacenes. Hay muchos tipos de trabajo agrícola en la zona. Algunos días bajo el sol todo el tiempo, otros días en el almacén, que es más llevadero.
P: ¿Dónde vive durante la campaña? ¿Qué condiciones tiene?
R: Vivo con otros compañeros en una casa que nos alquilan. Somos seis en tres habitaciones. No es ideal, pero al menos tenemos cocina, agua y algo de espacio. Antes vivíamos peor, en casas sin luz o con humedades. Este año está algo mejor.
P: ¿se siente bien acogido en la localidad? ¿Cómo es la convivencia con los vecinos?
R: Al principio no fue fácil. Hay gente que nos mira mal, pero también hay personas muy amables. Ahora ya me conocen, llevo años viniendo. Algunos vecinos nos saludan y nos ayudan, incluso nos han dado ropa o comida. Pero todavía hay prejuicios.
P: ¿Por qué decide venir cada año?
R: En mi país no hay muchas oportunidades. Aquí puedo ganar dinero para ayudar a mi familia. Lo envío casi todo a Senegal. Además, en España tengo papeles en regla, y cada año que vengo me sirve para renovar el permiso. Quiero una vida mejor, como todos.
P: ¿Cómo se imagina el futuro? ¿Seguirá viniendo a Medina?
R: Si Dios quiere, sí. Pero mi sueño es tener un trabajo fijo, no solo de temporada. Quizás en el almacén o como tractorista. También me gustaría traer a mi mujer y mis hijos. Estoy aprendiendo español para poder tener más oportunidades.
P: ¿Qué cree que se podría mejorar para ustedes, los temporeros?
R: Que se respeten más los derechos. Algunos empresarios no pagan lo que deben o nos hacen trabajar demasiadas horas. Y también mejorar las condiciones de vivienda. Somos trabajadores, no somos diferentes. Solo pedimos dignidad.
Con una sonrisa serena y el peso de muchos kilómetros recorridos, Mamadou se despide. Mañana volverá a levantarse antes del amanecer para seguir trabajando en los campos de Medina del Campo, como tantos otros que sostienen con esfuerzo silencioso una parte esencial del campo español.
El objetivo de la campaña, es la reactivación y promoción del comercio y los servicios de los municipios de la provincia de Valladolid
Mamadou Diallo explica que, cada año, viaja a la provincia de Valladolid "con ilusión de poder trabajar dignamente"
Los tickets para la cena, tal y como indica el Ayuntamiento de Fuensaldaña, puede adquirirse, de forma anticipada, en el Bar Estación 194