La desaparición de los quioscos en Valladolid acelera la crisis de la prensa escrita: ¿Reinventarse o morir?

79 de los quioscos que había distribuidos por Valladolid, 25 fueron cerrados a mediados de 2020.

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La desaparición de los quioscos en Valladolid acelera la crisis de la prensa escrita: ¿Reinventarse o morir?
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Las calles de Valladolid se están quedando poco a poco sin los tradicionales quioscos. Tras más de cien años de la aparición de los primeros puestos dedicados a la venta de periódicos, algunos de los propietarios de los quioscos de Valladolid se están viendo obligados a cerrar sus locales.

 

Los quioscos han llegado a una situación tan insostenible que vender prensa escrita ha pasado a un segundo plano. A muchos quiosqueros les ha tocado reinventarse llegando a vender diversos productos diferentes a los habituales. Con esta situación, cada vez se está haciendo más visible cómo el este sector esta viviendo una situación crítica.

 

En Valladolid, actualmente hay un total de 237 quioscos, de los cuales, 158 están situados en locales cerrados y 79 situados en la calle. Sin embargo, muchos de los quiscos situados en plena calle, se han visto obligados a cerrar.

 

En Valladolid, 79 de los quioscos que había distribuidos por la capital, 25 fueron cerrados a mediados de 2020.  Algunos de los quioscos que se vieron obligados a cerrar son los situados en la Plaza de la Universidad, en la Bajada de la Libertad, dos en Poniente, en la Plaza Cruz Verde y el de la calle Claudio Moyano, entre otros.

 

Ángel Martín, propietario del quiosco de la Calle Santiago, paga alrededor de 600€ al año por mantener abierto el quiosco en pleno centro de Valladolid. Asegura que cada vez hay un mayor cierre de quioscos en Valladolid con una pérdida de unos 20 quioscos en este último año. “Los hábitos de consumo están cambiando y muchos de los quioscos irán cerrando poco a poco hasta que acaben por desaparecer”.

 

Es una situación complicada y a la vez difícil de gestionar para las personas que han visto como su negocio ha ido decayendo con el paso de los años. Los propietarios de los quioscos se jubilan y sus hijos toman caminos profesionales diferentes.

 

“Antes éramos unos 500 quioscos en toda la provincia, pero ahora no llegan ni a los 200. Los quioscos tienen poco futuro, la prensa escrita está desapareciendo cada vez está peor, ahora ya todo es digital y a los quioscos les quedan pocos años de vida”, manifiesta el quiosquero Miguel Ángel Revuelta, del Paseo Zorrilla.

 

“Actualmente, los quiosqueros nos enfrentamos a una gran cantidad de problemas como la falta de clientes debido a que la prensa y las revistas ya no se venden como antes”.

 

Según el último Informe sobre la Industria de las Publicaciones Periódicas de las Universidades de A Coruña y Santiago de Compostela, alrededor de 6.000 quioscos cerraron en España durante 2010 y 2018. El pico de quioscos en España llegó a los 35.000 quioscos. Sin embargo, ahora el número de quioscos se han reducido a la mitad, con alrededor de 17.000 en todo el país.

 

LA PANDEMIA, UN ACELERADOR DEL FIN DE LOS QUIOSCOS

Durante la pandemia del Covid-19, los quiosqueros tuvieron que buscar soluciones ante el problema de la bajada de ventas.

 

Frente a este problema, algunos de los quioscos les ha tocado reinventarse y han puesto en ventas productos como lotería y pan, como es el caso de Miguel Ángel Revuelta, quiosquero del Paseo Zorrilla.

 

Alberto Recio, propietario del quiosco de la calle La Constitución, asegura que durante el confinamiento se redujeron drásticamente las ventas, debido a que la gente no podría acercarse a los quioscos y no recurrieron a métodos como la venta a domicilio. “Muchos quioscos tuvimos que sobrevivir como pudimos para evitar el cierre, pero fue muy complicado para nosotros”.

 

NUEVA ORDENANZA ANTE EL CIERRE DE QUIOSCOS

 

Frente a esta crisis en el sector de los quioscos, el Ayuntamiento aprobó una moción para intentar encontrar una alternativa de negocio para los quioscos de prensa que echaban el cierre.

 

Sin embargo, se arrojaron muy pocos resultados. Se propuso implementar la venta de productos alternativos como flores, pan, mochilas, estuches, etc.  También que se convirtiera alguno de ellos en punto de información turística o dejarlos en manos de ONG y asociaciones para que dispusieran de un espacio en el que dar a conocer sus proyectos.

 

Entre los objetivos de la iniciativa está también promover el consumo de la prensa escrita, incentivar el consumo en los establecimientos comerciales y fidelizar a los clientes con este tipo de campañas activas.

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