La provincia de Valladolid vuelve a convertirse en un gran escenario navideño donde la tradición se representa en vivo. Desde enclaves con décadas de historia hasta pequeñas localidades que apuestan por la sencillez y la emoción, los belenes vivientes se consolidan como uno de los grandes atractivos de estas fechas. Vecinos convertidos en pastores, artesanos o personajes bíblicos, calles iluminadas con antorchas y plazas que retroceden siglos en el tiempo invitan a recorrer una auténtica ruta navideña por distintos municipios vallisoletanos.

Uno de los referentes indiscutibles es Cabezón de Pisuerga, que presume de uno de los belenes vivientes más veteranos y reconocidos de la provincia. Con 46 años de trayectoria, su representación destaca por la recreación de antiguos oficios y costumbres castellanas, más allá de las escenas estrictamente bíblicas. Las funciones se celebran los días 20, 27 de diciembre y 3 de enero a las 19.00 horas, y los días 28 de diciembre y 4 de enero a las 13.00 horas. La entrada tiene un carácter solidario, con un donativo de 2 euros, y puede adquirirse desde el 4 de diciembre a través de la web municipal.

En Arroyo de la Encomienda, el entorno de la iglesia de San Juan Evangelista acogió el Belén Viviente el 21 de diciembre, con tres pases programados a las 18.00, 19.00 y 20.00 horas. La cuidada escenografía y la implicación de los vecinos convierten esta cita en una de las más destacadas del alfoz de Valladolid.

El carácter rural y cercano marca la representación de Fresno el Viejo, que celebró su Belén Viviente el 26 de diciembre a las 18.00 horas en la Plaza Mayor. Una propuesta pensada para disfrutar en familia y dejarse envolver por el espíritu navideño en un entorno tradicional.

También Rueda, conocida internacionalmente por sus vinos, se suma a la programación con un Belén Viviente el 5 de enero a las 18.00 horas en la Plaza Mayor. La representación sirve como antesala a la llegada de los Reyes Magos y refuerza el ambiente festivo en la víspera de una de las noches más esperadas del año.

La localidad de Simancas apuesta por una puesta en escena de gran belleza. El 21 de diciembre se recreó el nacimiento de Jesús con dos pases, a las 17.30 y a las 19.30 horas, comenzando en el claustro de la iglesia del Salvador. El recorrido y la ambientación histórica convierten este belén en uno de los más singulares de la provincia.

En Villanubla, el Belén Viviente se representó el 28 de diciembre a las 18.30 horas en los alrededores de la iglesia parroquial, con una fuerte implicación vecinal y un marcado carácter tradicional. Ese mismo día, Villaverde de Medina celebró su cita navideña a las 17.00 horas en la Plaza de la Concordia, apostando por una representación sencilla pero cargada de emotividad.

Por último, Wamba, uno de los municipios con mayor riqueza histórica de la provincia, recreó su Belén Viviente el 27 de diciembre a las 19.00 horas en el exterior de la iglesia de Santa María. El enclave medieval aporta un escenario único que refuerza la atmósfera mágica de la representación.

Otros ejemplos de los municipios que se han sumado una vez más a esta bonita tradición son las localidades de Urueña, Tordehumos, Robladillo, Pedrajas de San Esteban, Laguna de Duero, Bobadilla del Campo, Alaejos y Aldeamayor de San Martín.

Una ruta que invita a recorrer la provincia, redescubrir sus pueblos y vivir la Navidad desde la cercanía, la tradición y la participación colectiva, valores que siguen dando vida a los belenes vivientes de Valladolid año tras año.