La novela 'El vector sine qua non' revive los orígenes de la unión de Castilla y León con una mezcla de géneros

El periodista Santiago G. del Campo presenta en Tordehumos una obra que mezcla ficción histórica, aventuras y thriller

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La novela 'El vector sine qua non' revive los orígenes de la unión de Castilla y León con una mezcla de géneros
El autor esRebeca Pasalodos Pérez
Rebeca Pasalodos Pérez
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Una nueva novela ambientada en la ciudad y la provincia de Valladolid se adentra en uno de los primeros episodios de la unión definitiva de los reinos de Castilla y León, cuando apenas faltan cinco años para el octavo centenario de aquel acontecimiento histórico. Se trata de El vector sine qua non, una obra en la que su autor, el periodista Santiago G. del Campo, combina ficción histórica, aventuras y thriller, salpicadas "con una pizca de amor y otra de magia".

La localidad vallisoletana de Tordehumos, donde se desarrolla buena parte de la trama, acogió este viernes la presentación oficial del libro, una novela de 385 páginas publicada por la editorial vallisoletana La Fuente de la Fama, apenas 23 días después de su estreno en la Casa de Zorrilla de Valladolid. El acto contó con la participación del alcalde de Tordehumos, Agapito Bravo; el presidente de la asociación cultural Cristo de la Vega, Modesto G. Argüello; el editor Julio Martínez y el propio autor, ante un numeroso público que llenó la sala de audiovisuales de la asociación.

El núcleo argumental de la novela gira en torno a un episodio histórico poco conocido de finales del siglo XII, sucedido a tan solo cuarenta kilómetros de Valladolid: el Tratado de Tordehumos. La historia utiliza el recurso del viaje en el tiempo, situando al lector ante una desviación del pasado que pone en peligro la firma del acuerdo. Sin ese tratado, explicó el autor, no llegaría a consolidarse el Imperio español, entendido como "la universalización de una construcción filosófica que condujo a la Declaración de los Derechos Humanos".

Esta primera novela de Santiago G. del Campo plantea un ambicioso cruce entre pasado y presente, con un joven historiador en paro -egresado de la Universidad de Valladolid- como protagonista. El personaje responde a la llamada de auxilio de figuras medievales y asume la misión de corregir el curso de la historia, mientras se sumerge en la compleja realidad de aquel tiempo. El autor destacó el papel de la Iglesia Católica, que funcionó como "la primera organización de las Naciones Unidas" en la articulación política de la cristiandad, así como la relevancia histórica de Alfonso VIII y Leonor de Plantagenet, cuyo matrimonio conectó a Castilla con las principales monarquías europeas.

La trama contemporánea arranca en un precario mercado laboral, que obliga al protagonista a sobrevivir como vidente, oficio aprendido de su abuela. Junto a dos amigas que combaten la soledad con humor, el relato recorre distintos escenarios de Valladolid, desde parques y calles hasta la fachada del Colegio de San Gregorio, en el marco del 375 aniversario de la Controversia de Valladolid, considerada cuna de los Derechos Humanos.

"Las historias de concordia son especialmente necesarias en tiempos de discordia, como los actuales", señaló el autor, quien explicó que ese afán por lo que une le llevó a fijarse en el proceso de unión de Castilla y León. El vector sine qua non ve la luz cuando falta solo un lustro para el 800 aniversario de la coronación de Fernando III como rey de León en 1230, hecho que selló definitivamente la unión de ambos reinos. Un aniversario que, a juicio del autor, debería empezar a ser planificado por las instituciones para que no pase desapercibido.

Para reforzar su atractivo, la obra apuesta por una mezcla de géneros poco habitual en la novela histórica, incorporando aventura, magia, humor, thriller y "un amor ingenuo" que en algunos pasajes se convierte en un capricho literario. La propia portada refleja este espíritu, con una imagen idealizada de la reina Leonor junto a la chova piquirroja, emblema de los Plantagenet y de su protector, Tomás de Canterbury.

Los escenarios históricos tienen un peso esencial en la novela. Destaca el castillo de Tordehumos, antigua fortaleza de la que hoy solo se conserva parte de la muralla exterior y que "aún no ha sido excavada arqueológicamente", pese a su potencial histórico. El relato recorre también la ermita del Cristo de la Vega, el recién inaugurado monasterio de Matallana y el cenobio de La Santa Espina, entonces gobernado por Juan de la Espina, uno de sus abades más recordados.

El vector sine qua non puede adquirirse en las librerías Oletum, Maxtor, Margen, Sandoval y El Sueño de Pepa, en Valladolid, así como a través de sus respectivas páginas web.

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