El humorista Álex Clavero (Valladolid, 1981) regresó este jueves a su tierra para presentar en la Librería Oletvm su primer libro, El Francotirarock: Álex Clavero, un cómico que madruga y trasnocha, publicado por la editorial Obreron, que fue, como reconoce en una entrevista concedida a TRIBUNA, quien se lo propuso: "En principio, les dije que no porque no tenía claro qué contar y no quería publicar un libro de monólogos".

A partir de ahí, el talentoso cómico encontró el enfoque perfecto: no hablar solo de sí mismo, sino del personaje radiofónico que lo acompaña cada mañana. "Cuento la historia de Álex Clavero a raíz del Francotirarock. Soy un chaval de un pueblo que se transforma en el humorista actual sin dejar de ser ese niño que nació en Valladolid. Explico cómo mantengo esa figura. Madrugar y trasnochar me han servido para escribir un libro", explica.

Clavero asegura que su intención no era hacer únicamente un libro humorístico: "No quería un libro que no tuviera miga, que no tuviera profundidad. Quería algo más, y creo que he conseguido que la historia sea divertida, entretenida y emotiva". Tanto es así que, según cuenta entre risas, hasta J.J. Vaquero se lo ha leído: "Me ha hecho una crítica buenísima y estoy súper contento".

Otro de sus referentes, el escritor César Pérez Gellida, vio con buenos ojos la publicación y estuvo presente en la presentación de la misma. "Me da mucha vergüenza que mi nombre se ponga al lado de un escritor tan grande como él, pero es un honor contar con su apoyo", apunta un cómico que, según reconoce, hasta el veterano Mariscal Romero se ha sumado a los elogios: "Me dijo que me había desnudado en el libro porque no tengo mucho filtro. Cuando cuento algo, cuento todo y lo cuento de verdad".

Valladolid, siempre presente

Por otro lado, el humorista asegura que su ciudad adquiere "un papel protagonista". "Valladolid siempre está, no solo en el libro, también en mi vida. Es la tierra a la que pertenezco; siempre hay que tener un sitio al que volver, y ese es Valladolid", sostiene.

En cualquier caso, Clavero afirma que no ha necesitado recurrir a nadie para dar forma a los recuerdos: "Tengo muy buena memoria, soy concienzudo y doy muchas vueltas a las cosas". Y aunque asegura que nunca ha destacado "por ser listo", sí ha compensado cualquier carencia "con mucho empeño".

Aun así, y pese a la buena acogida que ha tenido el libro, el cómico mantiene los pies en el suelo: "¿Se puede vivir de escritor? Lo mío son los monólogos -ríe-. He entrado en un mundillo con un libro muy bonito, pero lo veo anecdótico". Es más, compara el mundo editorial con la radio, un medio al que, dice, "le llegó Internet y aun así resistió con dignidad".

Preguntado por su paso por RTVE, apunta con gran sentido del humor que la entrevista ya había durado más que él en la televisión. "Aprendí mucho de aquella experiencia, pero no me afectó, afortunadamente. Hay cosas de esa etapa que me gustaría interiorizar. No me llegó hacer daño. Las críticas fueron buenas, y respetuosas, y recuperé unas vacaciones que necesitaba", aclara.

Segunda edición en camino... y con ganas de más

El cómico admite que la recepción del libro ha superado sus expectativas: "Ya se está haciendo la segunda edición. Cuando lo terminé, estaba contento. Solo me está dando cosas buenas y quiero hacer feliz a la gente. Es más, se está vendiendo muy bien. No imaginaba que me daría para escribir otro, pero ahora me voy guardando lo que me dicen y es posible que haya una segunda parte".

Por último, Clavero avanza que continuará con La Nueva Normalidad, Mentes Peligrosas y, por supuesto, con El Francotirarock. Eso sí, su mayor prioridad no es profesional: "Lo más importante son mis hijos. Tengo la fortuna de trabajar en cosas que me gustan, pero he aprendido a decir que no cuando veo que no puedo dedicar el tiempo que quisiera. Intento organizarme para que a mis hijos no les falte de nada".

Con humor, sinceridad y una mezcla de desparpajo y nostalgia, Clavero firma un debut literario con una sonrisa, la misma que nos produce a nosotros cada vez que le oímos.