Entrecruzad@s
Cada intérprete de Entrecruzad@s de Opsis Producciones aporta sus temores más recónditos frente al hecho de vivir y lo impregna de una carga telúrica monumental. Esta fuerza que tienen los intérpretes parece emanar por momentos de la tierra que sube eyectada por esos cuerpos que tiemblan y se retuercen. Furia, rabia, desafío, propuestas que el público desde sus asientos no sabe que pensar ni que decir.
Juliana Reyes, que firma y dirige la obra tiene que estar muy orgullosa del trabajo de los intérpretes. El espacio propio, la autenticidad y la humanidad que desparraman por la Sala Concha Velasco del LAVA es un pozo sin fondo, a veces fascinante, otras veces oscuro y doloroso que va inscrito en el cuerpo de Andrea Carrión, Fabián Augusto, Juanki Fernández, Perla del Rio y Russo Nnandong.
Porque Entrecruzad@s es una obra humana, demasiado humana. Humana alejada de cualquier convencionalismo. Observas a los intérpretes desde tu butaca y tienes la impresión algunas veces de que estás ante esculturas de yeso que se van rompiendo para ir mostrando sus miedos, su soledad, pero especialmente su vulnerabilidad.
Por eso esta obra de Juliana Reyes resulta envolvente desde el principio. Va atrapando al espectador con su pausado timing, mantiene la intriga sobre donde van y que quieren los personajes. Seducen por la honestidad que derrochan y emana todo el elenco.
Recuerda mucho al teatro de Samuel Beckett, se nota que Juliana Reyes ha bebido de las preocupaciones e inquietudes del dramaturgo irlandés. Porque aquí lo importante no es la perfección ni la técnica.
Lo que interesa que llegue al público que no está acostumbrando a hacer esfuerzos mentales mientras está sentado en su butaca, es que indague, que se pregunte lo que hay en esos cuerpos expresivos que van a contracorriente de los cuerpos esculturales que hacen proezas en otro tipo de danza.
Hay en la sociedad preocupación por la salud, la alimentación, la belleza, se vende el modelo del cuerpo perfecto, pero pocos tratan el cuerpo político. Hoy los cuerpos están maltratados, sobre todo los cuerpos que tienen que trabajar sin parar, cruzar el estrecho a nado o a travesar la ciudad para dejar una hamburguesa o un perrito caliente o pasarse tres horas en el metro para llegar al trabajo.
Es lo bueno que tiene Entrecruzad@s que tiene grandeza, relevancia y diversidad para regalar. "Una caricia ya es danza", dejo escrito la gran Pina Bausch (1940-2009). Y también una cicatriz.








