Para algunas familias, este inicio de curso llega con un componente adicional de novedad. "Con mucha ilusión y, además, para nosotros con el reto añadido que nos acabamos de mudar desde Madrid y es nueva ciudad, nuevo cole, aunque yo soy de aquí, la verdad, pero bueno, es un nuevo comienzo y con mucha ilusión", señalaba una madre a la puerta del colegio. Para su hija, María, que empieza "primero de primaria", el deseo es "jugar mucho y... aprender mucho". Sin embargo, el cambio puede ser complicado inicialmente, como se observó en el caso de esta familia, donde a uno de los niños "le está costando un poco porque el cambio desde Madrid, aparte cambio de cole y de compañeros, pero bueno, yo creo que es el primer día, les pasa muchos niños y se adaptará, no queda otra".

Los propios estudiantes muestran una mezcla de sentimientos. Mientras algunos afrontan el inicio "con muchas ganas de empezar en un nuevo cole, hacer muchos amigos, muchas ganas", otros confiesan que "hubiese estado más de vacaciones en vez de estar en el cole". No obstante, la mayoría de los padres ve la vuelta a la normalidad como algo positivo: "Con mucha ilusión y muchas ganas. Siempre cuando volvemos al colegio es muy ilusionante y los niños, bueno, pues volver a la normalidad también es importante".

Este nuevo curso no solo trae la emoción de los reencuentros, sino también retos importantes. Desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa), se ha puesto el foco en la necesidad de "mejorar la financiación de la escuela pública de Valladolid porque está infrafinanciada". Consideran que los colegios públicos "hacen una labor esencial en la ciudad y la educación de los niños y creemos que es necesario impulsar la escuela pública".

A pesar de los desafíos, la oferta educativa se presenta robusta, tal y como señalan en el Colegio Rafaela María. El número de alumnos es satisfactorio, con "niños nuevos en todas las aulas", según indica Lourdes Castro, directora del centro, quien lamenta que en los primeros cursos de infantil siempre se vaya "más justitos" de alumnado por la baja natalidad. Aún así, se promueven numerosas actividades extraescolares, consideradas la "joya de la corona", que son variadas y buscan complementar el aprendizaje con actividades lúdicas.