El PUFA reivindica a Paul Naschy como impulsor del cine de terror en España

La segunda edición del festival vallisoletano ha recordado que la figura de la mujer también tiene un papel "fundamental" en la obra

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El PUFA reivindica a Paul Naschy como impulsor del cine de terror en España
Sergio Molina, hijo del actor y director Paul Naschy, recoge el premio de honor en la segunda edición del festival de cine Pucela Fantástica (PUFA).
El autor esMiguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
Lectura estimada: 3 min.

Más de un centenar de películas avalan la trayectoria de Paul Naschy, el alias bajo el que Jacinto Molina (Madrid, 1934-2009) participó en el género de la fantasía y el terror ya fuera como intérprete, guionista o director y que reivindica en su segunda edición el festival Pucela Fantástica (PUFA) en Valladolid.

"Un grandísimo aficionado al cine con una enorme capacidad de trabajo", según ha explicado su hijo Sergio, productor audiovisual y el que fuera director del festival de cine madrileño Nocturna, antes de participar en un coloquio tras la proyección del documental 'Call me Paul' (2024), de Víctor Matellano, en el Auditorio Fundos de la ciudad castellanoleonesa.

La carrera de Paul Naschy despuntó a finales de los 60, cuando en plena dictadura franquista sorteó la censura –reubicando las localizaciones de sus historias fuera de España, en lugares como Francia, Polonia o los Cárpatos– para por primera vez en España abordar películas de terror como 'La marca del hombre lobo', 'La noche de Walpurgis' o 'El espanto surge de la tumba'

El legado de Paul Naschy no sólo ha sido reconocido por autores como Quentin Taratino y a través de galardones como la Medalla de Oro del Mérito en las Bellas Artes (2001), sino que también trascendió al género del terror, como con los docudramas que llegaron a Japón que fueron la primera producción hispanonipona del cine o su participación en otras proyecciones.

"El conde Drácula es en los Cárpatos, el hombre lobo también, (la cinta) 'Los ojos azules de la muñeca rota" es en Francia, porque "las cosas malas no pasaban en España", ha recordado, antes de incidir en que la censura franquista le dijo que "ni hablar" a que la cinta 'La marca del hombre lobo' sucediera en Asturias.

Ese cambio dio pie a que su protagonista pasara de ser asturiano a Waldemar Danisky, un personaje que repitió en otras catorce ocasiones en distintas cintas, hasta el punto de que se le conociera fuera de España como el 'Lon Chaney español', otro actor que interpretó al licántropo.

Mujeres poderosas

La figura de la mujer también tiene un papel fundamental en la obra de Naschy, aunque como reconoce Sergio Molina no coincide con la imagen de "portadoras del mal" que aparece en el documental, sino que defiende que, pese a tener una "madre complicada", su padre escribía personajes femeninos fuertes.

"Lo primero es que son personajes poderosos: mi padre no hacía personajes femeninos que fueran la víctima propiciatoria ni era la 'scream queen' norteamericana, normalmente sus guiones incluía eran personajes fuertes y mujeres poderosas, ya a sea para bien o para mal", ha respondido.

Según Molina, se da una "dualidad" en muchas de las cintas que guionizó su padre, en las que tanto la antagonista como el personaje que resuelve el misterio o acaba con el hombre lobo es una mujer, con mayor peso en la historia que los roles del Naschy.

Rechazo a la idea de serie B

Las 102 cintas en las que participó Naschy siempre estuvieron por el éxito de público nacional e internacional – donde se modificaban nombres e incluso argumentos por las necesidades de las distribuidoras –, y el rechazo de la crítica, algo que atormentaba al creador madrileño.

"A mi padre le enfadaba muchísimo cuando le decían serie B ¿Qué es la serie B? Que tiene menos presupuesto, pero a lo mejor estas películas tienen más presupuesto que las comedias que se hacían en España que eran mucho más sencillas, en las que el presupuesto se lo llevaban los actores", ha reflexionado.

Para Sergio Molina, al igual que para su padre, "el fantaterror no es un género menor", aunque algunos críticos lo rechazan por una cuestión de "postureo", como tampoco son menores el 'Nosferatu' de Murnau, el expresionismo alemán o las películas de la productora británica Hammer.

Preguntado por qué cosas le dieron hoy miedo a Naschy, su hijo ha reconocido que estaría asustado por la situación política actual, pero también con "la autocensura" que no permitiría hacer largometrajes como los que su padre hizo en los 60, 70 y 80. 

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