Mike Hansen: "No dormí el día del descenso, pero nos hemos levantado otra vez, y eso es lo que importa"

El presidente honorífico del UEMC CBC Valladolid analiza, en una entrevista concedida a TRIBUNA, el descenso, el convenio con el Real Valladolid y el nuevo proyecto

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Mike Hansen: "No dormí el día del descenso, pero nos hemos levantado otra vez, y eso es lo que importa"
Mike Hansen.
El autor esAlejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
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No le han pedido volver porque, en realidad, nunca se ha ido. Es el origen de todo, y también quiere serlo de la reconstrucción del Club y de la vuelta, de alguna manera, a los orígenes, y al cambio de actitud de la ardilla, a la cual, la mayoría de los aficionados, echaba en falta. Hablamos de Mike Hansen, el hombre milagro en el baloncesto de la ciudad, y ahora busca otro similar, salvando las distancias con épocas mucho más oscuras que esta.

Pese a que su nombre figura como presidente honorífico del rejuvenecido UEMC CBC Valladolid, formará parte de una nueva dirección deportiva en la que David Barrio, el nuevo entrenador, y Paco González, el nuevo director general, tendrán mucho que decir. Uno en su rol de colocar las piezas del puzle, y otro negociando incorporaciones y analizando estadísticas a través de la tecnología.

Hansen, en esta entrevista que concede a TRIBUNA, se sincera sobre todo lo que ha ocurrido la pasada temporada y despeja dudas sobre las polémicas que han surgido en las últimas horas como el fracaso del convenio con el Real Valladolid, la rajada de dos exjugadores, y los nuevas caras visibles que se presentaron esta semana en la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), que continúa, felizmente, como patrocinador principal.

PREGUNTA: ¿Cómo ha vivido el desenlace de la pasada temporada?

RESPUESTA: He vivido las cosas como un aficionado, y un aficionado siempre quiere que su equipo gane, que el equipo transmita. Ha habido muchas cosas que no han salido bien, y se ha hablado mucho de ello. La temporada ha sido mala en todos los aspectos. Ha habido tres entrenadores, y algún partido se ha reaccionado, pero al final se ha mantenido esa falta de compromiso entre la grada, el equipo, entre los propios jugadores... La situación económica tampoco ha ayudado.

La gente ha tenido mucha paciencia. Han apoyado hasta el final, llenaron Pisuerga en el último partido... No quedaba ni una entrada para vender. Ahora, necesitamos generar esa ilusión, necesitamos crear un equipo que transmita compromiso, trabajo, ambición... En Valladolid, la gente sabe muchísimo de baloncesto y al vallisoletano no se le puede engañar. Tiene que haber en la cancha un esfuerzo único. No estoy diciendo que la gente no se haya esforzado, sino que no ha llegado a ser una piña.
Ha habido partidos muy buenos, pero en otros, han llegado las derrotas porque el equipo no estaba unido, no llegaba a centrarse. Se han perdido muchos partidos en Pisuerga, y hay que volver a defender Pisuerga como hemos hecho siempre. Esa condición la hemos perdido y hay que volverla a recuperar.

P: ¿Lo ha pasado mal?

R: Cuando he venido a Pisuerga, siempre he sentido mucho orgullo por el Club, por cómo ha crecido. Cada vez hemos tenido muchos más abonados, y aunque podíamos tener más, hay que seguir creciendo. Lo he pasado mal porque veía que el descenso era posible y sabía que acarreaba problemas tanto deportivos como económicos.

Desgraciadamente, ocurrió, pero no puedes lamentarte. Ha habido cruce de críticas, se han echado las culpas unos a otros y la gente se ha desahogado. Sé lo que se siente porque, cuando empezamos en el Club, descendimos el primer año y la gente no se acuerda que Sergio de la Fuente, por ejemplo, se lesionó cuando quedaban ocho jornadas. En la segunda vuelta, jugamos tres partidos en casa y 11 fuera. ¿Descendimos? Claro que descendimos, pero luchamos hasta el final.

Nos criticaron, pero a eso se expone uno como presidente. Protegí a mi Club y a su gente, y acepté lo que se decía porque tenían razón. Todo el mundo invierte mucho de su tiempo libre para sacar la situación adelante. Recuerdo que no dormí el día que descendimos ante Menorca, pero nos hemos levantado, y eso es lo que importa. Afrontamos la próxima temporada con un proyecto sólido y con vistas a ser a largo plazo. Si un día ascendemos, que ojalá sea el año que viene, el proyecto seguirá porque el objetivo es estar arriba. Eso sí, hay que hacer las cosas bien. Trataremos de crecer como Club, como ciudad y como provincia.

P: Le considero el origen de todo, y entre el todo, está el convenio con el Real Valladolid. ¿Le decepciona lo que ha pasado?

R: (...) Yo mantenía una relación muy cordial con David Espinar. Él y yo teníamos una mentalidad muy similar. Me transmitió las ganas de hacer un proyecto para subir a ACB, pero no para ser un turista. Es decir, que no servía para nada subir a ACB para descender al año siguiente. Y más si cabe, si tienes una deuda. El objetivo es intentar hacer un proyecto para subir, sí, pero para mantenerse, cosa que no es fácil. Hay mucha diferencia entre los presupuestos de los equipos. Al convenio le ha afectado los problemas que ha tenido el ftbol de manera interna. No había claridad. Unos pensaban una cosa, y otros otra. Han pintado cosas, la oficina está muy bien, pero cada uno pone el valor que le quiera dar. Creo que el dinero está invertido en la cancha.

También es cierto que yo solo estuve un año de ese convenio y el Real Valladolid cumplió con todo. Aun así, sigo pensando que si se hubiese mantenido en Primera, y hubiesen estado más unidos, este club de baloncesto podría haber sido un escaparate tremendo para la ciudad. Subir a ACB, en esas condiciones, no hubiese supuesto un problema, sino un añadido brutal para su marca. Creo que, por esa razón, han desaprovechado una oportunidad.

Han recibido muchas críticas porque la gente quiere mucho al Real Valladolid, y los directivos que han venido de fuera no lo han sabido entender. Se han equivocado a la hora de vender su marca. No se ha podido materializar la idea que teníamos David y yo. No han salido las cosas como queríamos.

P: ¿Dejan abierta esa puerta o la cierran definitivamente?

R: Nosotros no podemos cerrar ninguna puerta. Hay que analizar cada situación. Hemos recuperado nuestra identidad, y creo que la gente lo quería. Tenemos una nueva imagen corporativa, una nueva ardilla, que ha pasado de estar orgullosa y con credibilidad, sin deudas, a bajar a la cancha, a ser agresiva. Le han quitado su balón, y quiere recuperarlo.

El color del baloncesto en Valladolid siempre ha sido el morado. Si el día de mañana llega un propietario, y quiere echar una mano, lo hará, pero sin quitarnos esa identidad. Esa lección ya la hemos aprendido. Sabemos lo que se puede y lo que no se puede hacer, y eso es importante. Si trabajamos bien y hacemos las cosas bien, va a venir gente, van a venir empresas y las instituciones van a querer participar más.

El secreto, en estos momentos, es crear ilusión, trabajar, ir quitando esa deuda poco a poco... Nos va a costar, va a llevar un tiempo, pero lo vamos a conseguir. Estamos haciendo presupuestos calculados y se está encargando de ello la directiva, que tiene mucha personalidad. Tiene que haber una viabilidad y la tesorería debe estar equilibrada. Nos toca devolver el apoyo de las instituciones en forma de un proyecto ilusionante con un retorno que beneficie a la ciudad y a la provincia.

P: Al hilo de la deuda, entiéndeme la pregunta. ¿Cómo le puedes mirar a la cara a una persona, durante las reuniones, que ha puesto de su bolsillo y que sabe que las cosas no están saliendo bien?

R: Sí, es complicado. La gente debe entender que gracias a los 16 socios hay baloncesto en Valladolid. Yo di el primer paso, con Feñe y Javier Casado al lado. No podemos olvidarnos de ellos. No puedo decir lo que hicimos porque son cosas personales, sobre todo en las dos primeras temporadas. A partir de la tercera, entraron socios, empresarios, gente que invierte mucho tiempo y mucho dinero. Es admirable lo que han hecho. Mantenemos una gran relación, y estamos preocupados por lo que ha pasado. Ahora, no hay que huir hacia adelante, sino hay que dar pasos hacia adelante para solucionar las cosas.

P: Su querido y añorado Lalo García, que nos está escuchando ahora, ¿qué diría de la situación?

R: Lo mismo que yo. Se remangaría y trabajaría como el que más. Recuperamos esta temporada su sello, el emblema del Eterno Capitán, que lo quitamos de la ropa de la cantera... Cometimos un grave error porque al final ese es nuestro legado. En las primeras temporadas, nuestras plantillas estaban llenas de vallisoletanos. Siempre hemos buscado un entrenador vallisoletano en detrimento de uno de fuera. Ahora tenemos un gran entrenador y conocedor de la categoría y del baloncesto local tanto masculino como femenino.

En ese aspecto, creo que Lalo estaría muy orgulloso. Eso crea ilusión. A su madre, Montserrat Téllez, la llevo conmigo a todos los actos, o si no lo hago yo, lo hace mi sobrino Alvarito, o sus hijas... Ella se da cuenta de la cantidad de gente que quería a su hijo. Ella ya lo sabía, pero ahora cada vez más. Lalo no solo ha significado mucho en el baloncesto, sino en todos los deportes de la ciudad. A veces pienso si es mejor llevarla o no conmigo por si emociona más de la cuenta, pero a ella la encanta, y eso es lo más importante. Creo que, este tipo de actos, la dan paz.

Uno no sabe cuánto puedes echar de menos a una persona hasta que le pierdes. En el caso de Lalo, han pasado ya más de 10 años, y la gente le sigue queriendo, le sigue haciendo homenajes, y para su madre siempre es especial ir. Es una forma de tenerle más cerca.

P: Como exjugador, Lalo también lo es, ¿entiende el comportamiento de algunos en redes sociales?

R: Nosotros no teníamos en redes sociales, nos dedicábamos a jugar. Las redes sociales son muy dañinas y estas cosas siempre son malas. Hay víctimas, en este caso Pepe, que es a quién han atacado. Es un grave error compartir estas acusaciones en público. Es muy desagradable todo lo que he leído. Pepe está totalmente roto y hundido... y con razón. Se han hecho eco, incluso, medios nacionales.

Quiero mandarle un fuerte abrazo a Pepe. Es muy duro. Yo soy de esas personas que prefiero arreglar las cosas a la cara. Es un poco cobarde hacerlo en redes sociales.

P: ¿No ha podido intervenir?

R: No conozco a los jugadores en cuestión. He podido venir a los entrenamientos en el último tramo del año y al único que he visto es a Wilson, que venía a entrenar y no hablaba con nadie. Venía cogía el balón, y poco más. Con el resto he mantenido una buena relación y se acercaban a saludarme. No sé si era una persona tímida, pero prefiero pasar página.

P: Eso haremos. Hablemos de la temporada que les espera. ¿Se puede vivir sin director deportivo?

R: Sí, en esta categoría, sí. Es más, es obligatorio. Hay que tener a un entrenador que conozca la liga y al perfil de jugadores que necesitamos. Tenemos a David, que para mí es el mejor. David, Paco y yo estamos totalmente coordinados. Formamos un gran equipo. Hemos hecho listas de jugadores, los hemos pasado por los filtros que nos facilita Paco, que nos indican dónde han jugado, las lesiones que han tenido... Son herramientas muy interesantes y ahora mismo estamos teniendo mucho éxito. Por ejemplo, metimos a David Barrio en ellas y a otros entrenadores y nos marcó que era David Barrio el idóneo para afrontar esta situación.
Las herramientas funcionan y Paco es un experto. Lo ha hecho con grandes equipos de fútbol, y creemos que es totalmente aplicable al baloncesto. Analizamos al jugador, dónde tira mejor, en qué minutos rinde... No es todo tecnología, pero nos está ayudando mucho. A eso sumamos la gran labor del entrenador y la mía, que voy a verme los tres mejores y los tres peores partidos de cada jugador. No los highlights, que ahí todos son unos fenómenos.

Nos centraremos en ese jugador, los 40 minutos viéndole en el banquillo, en la cancha, los gestos que hace cuando mete o cuando falla. En definitiva, cómo se comporta. He hablado con varios, y me conocen por mi pasado, que también ayuda. Todo ayuda. A los agentes, por ejemplo, les hemos pagado hace dos días, y eso nunca había pasado. Han perdido mucha confianza y ya no querían trabajar con nosotros, pero esa confianza hay que recuperarla.
Nos han ofrecido a jugadores top y les hemos explicado el proyecto. No queremos que solo formen parte de él, sino que se integren en el mismo... que se involucren. Queremos que estén informados cada mes y los agentes deben saber cómo están mejorando, lo que comen, cómo rinden... Hay jóvenes talentosos y con ambición, pero muchos de ellos son jugadores de formación y van a aprender una nueva forma de trabajar.

P: Por lo que dice, ¿la incorporación de Paco González no es arriesgada, entonces?

R: No, para nada. He aprendido en la vida que hay que valorar a las personas gracias a la relación personal que mantengo con ella. No voy a escuchar lo que me diga uno o lo que me recomiende otro, esas cosas son ruidos de fuera. Si los escucho, sería imposible hacer un proyecto. Yo estoy encantado con el trabajo que está haciendo. Cómo habla con los agentes, cómo negocia... Nos transmite mucha tranquilidad.

Queremos formar un equipo de scouting profesional con nuestros entrenadores de cantera, con un grupo de cuatro o cinco, pero no para hacer un scouting del otro equipo que vamos a jugar el sábado, sino para tener un portfolio enorme de todos los jugadores que pueden jugar en este club estando en Segunda FEB y opciones futuribles para Primera FEB y ACB. Os iréis enterando de más cosas porque daremos un paso muy profesional y muy importante que lleva mucho trabajo, coordinación, y siempre de la mano de nuestro entrenador.

He de decirte que he entendido la pregunta y sé que, cuando se baja, uno escucha mucho el runrún que hay, empiezan los rumores, las dudas, los ataques por todos los sitios.. Pero esto sigue y hay que enderezar el rumbo con calma y mucha cabeza.

P: Le hago las dos últimas. ¿Hay jugadores que le han dicho que quieren seguir en Segunda FEB?

R: Sí. Habrá renovaciones y nuevos fichajes. Esperemos que la semana que viene podamos presentar a algún jugador. Estamos teniendo mucho éxito en los contactos que hemos mantenido. Hay jugadores que ya han mostrado interés en el proyecto porque les ha encantado y están dispuestos a venir a Valladolid. Ahora solo falta llegar a un acuerdo contractual.

P: Por último, ¿qué importancia tendrá la cantera?

R: Mucha. La cantera debe estar porque es la propia categoría la que te lo está pidiendo. David lo tiene muy claro y nosotros también. La cantera debe dar un paso hacia adelante. No es una crítica, sino que ahora el jugador vallisoletano que quiera hacerse un nombre, es el momento de ello. Tenemos un grupo de trabajo para meter a estos jugadores en dinámica del primer equipo, sobre todo los que han estado en Liga EBA. Los que David vea que puedan aportar, se quedarán, y los que no, seguiremos trabajando con ellos. Es un momento muy importante para exigirles que den ese paso.

Nosotros somos los primeros que nos vamos a autoexigir cosas. Nos sentaremos con los entrenadores de cantera para definir roles porque es una categoría muy formativa. Tiene que haber en la cancha dos jugadores con esta condición, no puedes tener solo a uno. Va a ser una liga muy bonita, competitiva, con jugadores con talento. No habrá vacas sagradas, está claro, pero a la gente le sorprenderá. Recordemos que nuestro Club ya ha jugado en esta liga y aún hay jugadores a los que se les recuerda como héroes del ascenso.

La forma de jugar y el estilo que desprende David también va a enganchar al espectador. No podemos prometer cosas, pero sí trabajo, y gracias a eso el ascenso estará más cerca. El equipo transmitirá, estoy convencido.

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