José Luis Cienfuegos, el hombre que vivió a 24 fotogramas por segundo

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José Luis Cienfuegos, el hombre que vivió a 24 fotogramas por segundo
José Luis Cienfuegos.
José María Viejo del Pozo, Director General de FUNDOS
Lectura estimada: 2 min.
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Hay personas cuya vida parece discurrir al ritmo secreto del cine: una sucesión de planos intensos, luminosos, profundamente humanos. José Luis Cienfuegos fue una de ellas. Su reciente fallecimiento deja en silencio una de las voces más lúcidas y generosas del panorama cinematográfico español, y también a un amigo muy querido para quienes formamos parte de FUNDOS.

Su relación con el cine fue, más que una profesión, una forma de mirar el mundo. Durante más de tres décadas, Cienfuegos trabajó con pasión, rigor y una sensibilidad poco común para dar al cine su dimensión más humana y cultural. Desde sus inicios en el Festival Internacional de Cine de Gijón, pasando por su brillante etapa al frente del Festival de Sevilla, hasta su llegada a la Seminci de Valladolid, supo convertir cada certamen en una ventana abierta a la emoción, al riesgo y al pensamiento.

En 2023 asumió la dirección de la Seminci con el entusiasmo de quien ama los desafíos nobles. Bajo su liderazgo, el festival recuperó un pulso vibrante y contemporáneo, combinando la fidelidad a su espíritu con una mirada abierta al futuro. En palabras suyas, recogidas en la entrevista que le realizó Angélica Tanarro para Canal Saber, la plataforma audiovisual de FUNDOS, "un festival no se hace para mostrar películas, sino para encontrarse con las personas que las sueñan y las viven".

Con José Luis mantuvimos una colaboración cercana y enriquecedora en las tres últimas ediciones de la Seminci. Su confianza, su calidez y su compromiso hicieron posible proyectos compartidos que unieron nuestras respectivas vocaciones: la cultura, la memoria y el diálogo. Cada encuentro con él era una lección de humildad y entusiasmo; cada conversación, un recordatorio de que la cultura solo cobra sentido cuando se comparte.

Su legado no cabe en una filmografía ni en una lista de premios. Se mide en gestos, en amistades, en los espacios que ayudó a crear para que el cine siguiera siendo una herramienta de entendimiento y belleza.

Desde FUNDOS despedimos con emoción al hombre que vivió —como titulaba aquella conversación— a 24 fotogramas por segundo.

Su mirada seguirá proyectándose en cada sala donde alguien crea, desde la oscuridad, que el cine aún puede cambiar el mundo.

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