El puente de diciembre marca, un año más, el pistoletazo de salida de la temporada navideña en los comercios y mercados de Valladolid. Y con él llega también el tradicional, aunque cada vez más temprano, repunte de precios en los productos más demandados para las celebraciones familiares. Los primeros días de diciembre han dejado claras dos cosas: el aumento de la demanda es inmediato y la subida de precios, inevitable.

Carnes, mariscos, dulces, vinos e incluso productos básicos vinculados a las cenas de Nochebuena y Nochevieja empiezan a reflejar una tendencia que comerciantes y consumidores esperaban, pero que este año se presenta con más fuerza.

El lechazo se dispara antes de tiempo

El lechazo, uno de los productos más identificables en las mesas navideñas de la provincia, ha sido el primero en tensionarse. Carniceros de mercados municipales como el del Val o el de Delicias confirman que el kilo ha subido entre un 8% y un 12% respecto al último fin de semana de noviembre.

Las razones son conocidas: menor disponibilidad, incremento en los costes de transporte y alimentación del ganado, y, sobre todo, un adelanto de las compras. Los vecinos de Valladolid han decidido reservar antes para evitar sustos; sin embargo, esa previsión ha terminado provocando justo lo contrario.

"Cada año se adelanta más la demanda y eso nos obliga también a adelantar los pedidos. En cuanto los proveedores detectan movimiento, ajustan el precio", explica un carnicero del Mercado del Val con más de veinte años de experiencia en el sector.

El marisco, con subidas que rondan el 15%

Si hay un producto que refleja como ningún otro el pulso del mercado navideño, ése es el marisco. Gambones, carabineros, langostinos y percebes han encarecido sus precios en los primeros días de diciembre en entre un 10% y un 15%, según las tarifas consultadas en pescaderías del centro y de Parquesol.

Aun así, muchos consumidores recurren a una estrategia conocida: comprar pronto y congelar. Lo que ocurre este año es que el movimiento ha sido masivo después del puente, y las subidas se han adelantado más de lo habitual.

"Hasta la última semana de noviembre estuvimos con precios bastante estables. Pero después del puente todo se ha movido a la vez", apunta Marta, trabajadora de una pescadería donde reconocen que algunos productos como el bogavante importado han pegado saltos superiores al 20%.

Los dulces: polvorones y turrones también se encarecen

El sector de los dulces navideños, habitualmente el más estable, empieza a notar los efectos de la inflación acumulada y del incremento en los costes de producción. Las grandes marcas habían anunciado incrementos moderados, pero la diferencia entre finales de noviembre y la primera semana de diciembre es ya palpable.

En supermercados de Valladolid, los polvorones han subido entre 20 y 40 céntimos por caja, y los turrones tradicionales entre un 5% y un 8%. Los de especialidad, como los de pistacho, yema tostada premium o chocolates rellenos, muestran incluso alzas de hasta el 10%.

Los fabricantes justifican los precios en el aumento del coste del azúcar, la almendra y el cacao. Sin embargo, el factor decisivo vuelve a ser el calendario: la llegada del puente activa las compras impulsivas y empuja al alza la demanda.

Previsiones: los precios seguirán moviéndose

Los expertos en distribución apuntan a que las próximas dos semanas serán clave. Si la demanda se dispara como en años anteriores, los precios podrían seguir subiendo, especialmente en el marisco fresco y en determinados cortes de lechazo. Los dulces, sin embargo, podrían estabilizarse una vez que los lineales estén completamente abastecidos.

En cualquier caso, el escenario confirma que la Navidad de 2025 llega marcada por un coste adicional que muchas familias ya esperaban, pero que sigue golpeando especialmente a los bolsillos más ajustados.