El Parque Comercial y de Ocio Equinoccio Zaratán abrió sus puertas en 2002 y, durante años, fue un motor comercial importante para el municipio. Sin embargo, su oferta ha ido menguando: grandes cadenas como Media Markt, Leroy Merlin o Bricorama se han marchado. Además, el cierre de los cines supuso uno de los golpes más duros, ya que eran uno de los mayores atractivos que llamaban al público a acudir al centro.

La empresa propietaria es Altamira, del Grupo Santander, que gestiona la venta del centro como parte de un paquete inmobiliario. Según ha trascendido, aún no hay un comprador cerrado para todo el complejo. De hecho, todos los locales permanecen cerrados salvo la bolera 'Bowling Sportline', que tiene contrato vigente hasta el año 2029. "Sí queremos insistir en que la bolera está abierta y continuará funcionando durante mucho tiempo", inciden a TRIBUNA.

Por su parte, el alcalde de Zaratán, Roberto Migallón, expresó con pesar la situación actual del centro comercial, aunque admitió que desde el Ayuntamiento llevan "tiempo manteniendo conversaciones con la propiedad para reactivar ese suelo". Es más, reconoce que no puede gestionar todo lo que quisiera porque es un espacio privado. Aun así, "todas las ayudas están puestas encima de la mesa".

Migallón, además, niega en parte que el declive del centro pueda haber restado atractividad al municipio: "Sí y no... El tener un centro comercial siempre es motivo de atracción turística, pero consideramos que Zaratán tiene otros potenciales y otros atractivos igual o más importantes que el centro comercial. Estamos a su disposición para cualquier avance". En cualquier caso, "la gente venía al pueblo y sigue viniendo al pueblo a disfrutar de nuestro municipio". 

Preguntado por las causas de esta decadencia y las perspectivas de futuro, el alcalde insitió en que esa información depende exclusivamente de la empresa propietaria y de su consultora: "Eso ya es algo privado, entonces nosotros no nos podemos meter ni dar información". Recordó, aun así, que en verano se celebró una reunión tanto con la propiedad como con la consultora encargada de mover el proyecto, a quienes trasladaron su preocupación y total disposición para facilitar avances.

El alcalde concluyó con un mensaje claro: el Ayuntamiento seguirá disponible para colaborar, pero el futuro del Equinoccio dependerá de las decisiones que tome su propiedad. Mientras tanto, la bolera permanecerá como el único negocio activo en un complejo que espera una nueva etapa para que, al menos, desaparezcan las goteras, visibles en el interior del centro, tal y como se aprecian en las imágenes.