El diestro cigarrero ha decidido, por sorpresa, poner punto y final a su carrera y se ha cortado la coleta en Las Ventas
Así fue la despedida de Morante de la Puebla en Valladolid: en mayo y con bronca
El diestro cigarrero ha decidido, por sorpresa, poner punto y final a su carrera y se ha cortado la coleta en Las Ventas
Morante de la Puebla se ha cortado la coleta en la plaza de Las Ventas. La inesperada noticia, que ha sacudido los cimientos del toreo y se ha propagado como un tsunami, se ha producido este domingo tras desorejar al cuarto de la tarde, precisamente en la despedida del torero madrileño Fernando Robleño. El de La Puebla había completado una histórica jornada, donde había firmado un inédito doblete. Por la mañana había hecho el paseílllo en el festival homenaje a Antoñete y ya en horario vespertino toreaba con Robleño, en su última tarde, y con Sergio Rodríguez que confirmaba alternativa.
Morante incluso sufrió una trágica voltereta, pero se sobrepuso y logró firmar una emocionante faena que le valieron los dos trofeos. Pero luego, ante el desconcierto del público, el diestro cigarrero, en los medios, se ha cortado la coleta en un momento que ya es historia de la tauromaquia.
LA DESPEDIDA EN VALLADOLID
Morante de la Puebla ha sido un torero querido, respetado y esperado en el coso de Zorrilla de Valladolid, donde ha firmado tarde memorables y donde también escuchó sonoras broncas.
El de la Puebla no pudo despedirse en la feria septembrina, donde estaba anunciado en un cartel de relumbrón junto a Roca Rey y Marco Pérez. 24 horas antes de su comparecencia anunció que se resentía de la herida que le produjo su cornada de Pontevedra y causó baja.
Su última actuación en Valladolid, por tanto, se remonta a la feria de San Pedro Regalado en mayo de este mismo año. El diestro no tuvo su mejor tarde y fue despedido con una bronca, en lo que nadie, quizá tampoco él, presumía que iba a ser su última tarde en el Coso de Zorrilla.
Así contó Tribuna Valladolid la actuación del cigarrero en Pucela:
Recibió Morante de la Puebla, sin probaturas, al colorado con un ramillete de verónicas cadenciosas, aunque con algún enganchón. Parecía que salía con ganas el de la Puebla, que metió dos veces al caballo a este primero.
A pies juntos y en el tercio, Morante, que viste el terno de su histórica actuación en Sevilla, comienza por alto. Se estira con la derecha a pesar de que al morlaco, noblón y sin demasiado fuelle, le falta chispa, transmisión y raza. Templa al natural Morante y se adorna en los remates.
Molinete, cambio de mano con torería y naturales, de uno en uno, en un palmo de terreno, que brotan con despaciosidad, aunque siempre al hilo del pitón. Pinchazo hondo y descabello que deja todo en una ovación.
'Aguaclara' salió con pies y Morante, genuflexo, se embraguetó en un saludo intenso, largo y coreado en los tendidos.
Cumplió en varas y banderillas, aunque a la muleta llegó ya con mucha menos fuerza. No le debió gustar al sevillano, que abrevió ante la bronca del respetable. Un pinchazo hondo, aliviándose, sirvió para finalizar con un astado que pasó inédito en las manos de Morante. El público lo despidió con gritos de "Fuera, fuera". Así es el genio de la Puebla. Capaz de todo o de la nada. Hoy en Valladolid tocó lo segundo.
Así fue la última tarde en el Coso de Zorrilla de un torero diferente, un genio de la tauromaquia que este domingo, por sorpresa, ha decidido poner fin a una trayectoria histórica en el toreo y dejar huérfanos a muchos aficionados. Hasta siempre maestro.