Los dos sabores toreros se dieron en la novillada de feria de Mojados puesta en escena por Sotoverde, la empresa que regenta el coso de esta formidable plaza que lleva el nombre de 'Las Ventas de Valmojados', al contraponerse ambas situaciones: La del fracaso y la del éxito.

La dureza, el acíbar, la pena y la tristeza estuvo en la amazona toledana Rocío Arrogante quien escuchó los tres avisos del palco al no poder dar muerte al segundo novillo de su lote, teniendo que hacerlo, armado de descabello, el director de lidia de a pie Pedro Andrés en esta ocasión. Y el caso es que no había estado mal encelando al ejemplar a la cola de su caballo con el hierro de Pablo Hermoso de Mendoza y colocando las banderillas a una mano con cierta gracia, pero la fuerza de su brazo no le permitió clavar el rejón de muerte ni al Torrestrella que abrió festejo ni al de Álvaro Núñez que cerró su intervención. Tanto fue el cántaro a la fuente que se silenció su labor en el primero y escuchó los tres avisos en el segundo.

Castigó con tres rejones al colorado de Torrestrella y la rejoneadora luego lo pagó en su intervención pues el toro se tumbó agotado cuando pretendía clavar las banderillas cortas, desistiendo de ello ante la imposibilidad de movilidad en el ejemplar que resultó bravo mientras le duró el fuelle.

En fin y por no cargar demasiado las tintas, hoy Rocío Arrogante, la amazona de Numancia de la Sagra no ha tenido la suerte de cara ni tan solo de lado en su aparición en Mojados.

Quienes han cambiado el panorama de la novillada han sido los dos novilleros que han apechado con la lidia a pie al salir tras sus faenas por la puerta grande de la plaza, cuando ya la noche había caído en el coso mojadense, en parte por los veinte minutos de retraso en el comienzo del festejo y en parte por la premura escasa en la lidia de los toros de rejones, yéndose el tiempo en idas y venidas y nada más.

Pedro Andrés se fue a porta gayola a recibir a su primero y le instrumentó unas ceñidas chicuelinas sin olvidarse de un par de delantales que levantaron al público del sopor de la tarde. Tras un quite y la vara que le colocó Rafa Agudo, brindó su faena al público y estuvo con este toro como sobrado de oficio, aunque sin emprender el esfuerzo del temple y el mando por el pitón izquierdo del ejemplar de Torrestrella, bravo y encastado. Una estocada entera trasera y las dos orejas cayeron en su esportón, como resultado excesivo. Sin embargo donde las dos orejas estuvieron mejor ganadas y merecidas fue ante el quinto de la tarde al instrumentarle una faena mucho más maciza y entregada que con el primero. Cuatro orejas en total fue el bagaje del novillero vitoriano que acudirá a Zaragoza esta misma semana que entra y donde allí medirá su estado, su decisión y su poderío.

El segundo novillero en actuar esta tarde ha sido Tomás González que entró en sustitución del anunciado Joselito de Córdoba y que también intervendrá en la novillada de Zaragoza.

Le tocó un salinero muy bonito y bien conformado de Torrestrella al que recibió de capote con cierta hondura y gracia. Brindó su faena de muleta al público y toreó muy bien al natural, cruzándose y realizando el cite como mandan los cánones, sin ventaja y llevando toreado al burel. Lástima que con la espada no tuviera su tarde, pues le cayó atravesada, nunca mejor dicho, al asomar la punta por la barriga del novillo. En su segundo, actuó con la montera puesta y estuvo muy firme, muy bien y muy entregado, con mucho gusto. Una media bastó para acabar con el de Álvaro Núñez y las dos orejas, pedidas con fuerza por la concurrencia, le fueron entregadas al joven novillero de Alcorisa (Teruel).

Al final del festejo ambos, Pedro Andrés y Tomás salieron en hombros de la plaza entre el titilar de sus lentejuelas porque la noche se hizo verdad en esta novillada de la feria de Mojados.