En esta entrevista, una de las caras visibles de la empresa analiza, entre otras cuestiones, el cartel de la Feria Taurina de la Virgen de San Lorenzo 2025
El novillero catalán Mario Vilau, puerta grande en Íscar y cuatro orejas para su esportón
Pedro Andrés cortó una oreja al quinto de la tarde mientras que el director de lidia Uceda Vargas escuchó los tres avisos tras no conseguir finiquitar al novillo
El catalán Mario Vilau, triunfador absoluto de la novillada celebrada en el coso de Íscar con motivo de sus fiestas patronales, tras cortar cuatro orejas a su lote de novillos toros de Martín Lorca que resultaron ser los dos más bravos del encierro lidiado esta tarde, con la presencia de un tercio de espectadores en el coqueto coso iscariense.
El vitoriano afincado en Valladolid Pedro Andrés cortó una oreja al quinto de la tarde mientras que el director de lidia Uceda Vargas vio y escuchó los tres avisos tras no conseguir finiquitar al novillo que abrió plaza, en el tiempo estipulado con lo que los berrendos de Cholo Arranz salieron para llevar al toro a los corrales. La imposibilidad material del estado de la res que no se movía del sitio a donde se aculó hizo que la Presidencia de la corrida ordenara el apuntillamiento en el ruedo del toro, tal y como está establecido en el reglamento taurino vigente.
Sin embargo, la negativa de la cuadrilla y la solicitud de que fuera el puntillero de la plaza, figura que no existe en plazas de tercera, quien hiciera esa función, hasta que un subalterno de la cuadrilla de Vilau en este caso Juan Cantora desde la tronera del burladero finiquitara al ejemplar mientras los pitos se sucedían en el graderío y acabara con el desagradable sainete de la tarde.
Salió el segundo de la tarde para Pedro Andrés que derribó al caballo de picar y eso que le colocaron tres puyazos de esos que se dan con ganas. El animal desrazado y manso buscaba la huída e intentó saltar al callejón, produciendo el miedo en las cercanías y la algarabía en los tendidos. Todo ello propició un desorden en la lidia digno de capea, como se dice. El animal fue manso con peligro y Pedro Andrés lo despachó de pinchazo recibiendo, estocada trasera, otra tendida y golpe de verduguillo.
Y llegó el catalán Mario Vilau que brindó el primero de su lote a Sánchez Benito, empresario taurino, tras recibir a porta gayola al más bravo del encierro. Continuó de rodillas en el tercio con dos largas y al intentar ligar la tercera, el toro le volteó y cogió peligrosamente, dándole un tarantantán de campeonato que produjo ayes entre el público. Muy valiente el novillero se sobrepuso al golpetazo recibido y con oficio y entrega ofreció una gran faena culminada con una estocada en el hoyo de las agujas que le valieron la aclamación y la concesión de las dos orejas del burel.
Y otras dos conseguiría en el que cerraba corrida por una labor paciente, de entrega, firme y templada a los sones del pasodoble de la estupenda banda de música de Íscar que resuena en esa plaza con especial armonía y sonoridad. De esta forma se erigió en el auténtico triunfador de la tarde. Y es que este novillero catalán es uno de los punteros, valerosos, conocedores y con el oficio bien aprendido.
Pedro Andrés cortó una oreja al quinto al que recibió a porta gayola y le instrumentó dos largas de rodillas en el tercio siendo aclamado por el público. El novillo de presencia tenía la conformación y el peso de un toro hecho y derecho. Le pusieron al caballo y Rafa Agudo colocó una vara magnífica, aplaudida, pero en la segunda vez que fue al caballo, el derribo fue estrepitoso. Caballo y caballero por los suelos y el alboroto en la plaza casi inenarrable, máxime cuando los monosabios intentaban levantar al jaco y el toro se arrancó hacia ellos con fiereza, tomando todos el olivo, casi, casi, al grito de: "¡A las barricadas, que viene", como así fue. El toraco arreó de lo lindo al caballo hasta tal punto que lo puso de pie con su embestida y ahí terminó prácticamente la función, pues el toro, manso con genio, se rajó y fue ventilado por Pedro Andrés de una buena estocada que con el trasteo le hizo acreedor de una oreja.
FICHA DE LA NOVILLADA
Plaza de toros de Íscar. Un tercio de aforo. Antes de romper el paseíllo sonó el Himno Nacional. Seis novillos toros, bien presentados, con cuajo y romana, dos mansos y rajados, otros dos nobles y bravos y dos desrazados y deslucidos para
Uceda Vargas, pitos tras tres avisos con toro al corral y ovación con saludos.
Pedro Andrés, aplausos y oreja.
Mario Vilau, dos orejas y dos orejas.
Pedro Andrés cortó una oreja al quinto de la tarde mientras que el director de lidia Uceda Vargas escuchó los tres avisos tras no conseguir finiquitar al novillo
Ha tenido de todo, pero en el balance final prevalece casi siempre lo bueno, lo de mayor emotividad y el sentimiento
Y es que el veterano torero sevillano guarda aún en su almario la forma templada de parar, templar y mandar con la mano zurda a un toro
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FICHA DE LA NOVILLADA
Plaza de toros de Íscar. Un tercio de aforo. Antes de romper el paseíllo sonó el Himno Nacional. Seis novillos toros, bien presentados, con cuajo y romana, dos mansos y rajados, otros dos nobles y bravos y dos desrazados y deslucidos para
Uceda Vargas, pitos tras tres avisos con toro al corral y ovación con saludos.
Pedro Andrés, aplausos y oreja.
Mario Vilau, dos orejas y dos orejas.