El suceso ocurrió de madrugada en un local de la Avenida Palencia, en el barrio de La Rondilla. El arrestado, de 51 años, no llegó a agredir a la víctima
Una pelea tras un partido de fútbol sala se salda con cuatro personas investigadas en Villabáñez
Los agentes acusan a los responsables de un delito de maltrato de obra sin lesión y otro por un delito de lesiones
La Guardia Civil investiga a cuatro personas que participaron en una pelea tras un partido de fútbol sala, celebrado en el municipio vallisoletano de Villabáñez. Los agentes acusan a los responsables de un delito de maltrato de obra sin lesión y otro por un delito de lesiones.
Según los agentes, en el encuentro, que disputaron un equipo iscariense y otro local, se registró un ambiente hostil hacia los jugadores del equipo visitante, con insultos y faltas de respeto provenientes de ciertos asistentes. Al finalizar el partido, la tensión se incrementó cuando varios jugadores del equipo local comenzaron a increpar y provocar a los aficionados del equipo iscariense, en su mayoría familiares de los deportistas.
La situación derivó en una pelea en la grada, con la participación de jugadores de ambos equipos y seguidores. Como resultado de las pesquisas, la Guardia Civil identificó a cuatro personas implicadas en la reyerta, de las cuales una ha sido investigada por un delito de lesiones y las otras tres por un delito de maltrato de obra sin lesión.
Asimismo, se han formulado cinco denuncias por infracciones a la Ley 19/2007 del Deporte, normativa que regula la prevención de la violencia en espectáculos deportivos y garantiza el respeto y la seguridad de los asistentes. La Guardia Civil ha instruido las diligencias, que han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Guardia en Valladolid.
El presunto autor utilizó objetos metálicos para rayar coches y golpear el portón del local. Los daños ascienden a más de 1.600 euros
A los detenidos se les intervinieron guantes anticorte, una barra de uña (pata de cabra) y otros efectos usados para cometer robos con fuerza
La Fiscalía considera que los hechos constituyen un delito de estafa cualificada por la cuantía superior a 50.000 euros