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La Universidad Isabel I pone en valor a través de un estudio comparativo las emociones en los discursos de los principales líderes políticos ante el Covid

Elena Martín, directora del Máster en Análisis Inteligente de Datos Masivos y un grupo de profesores investigan las emociones de los siete presidentes

La Universidad Isabel I pone en valor a través de un estudio comparativo las emociones en los discursos de los principales líderes políticos ante el Covid
Foto de los siete presidentes. Collage elaborado por la Universidad Isabel I.
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
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La profesora Elena Martín Guerra, directora del Máster en Análisis Inteligente de Datos Masivos (Big Data) de la Universidad Isabel I ha elaborado la investigación junto a Patricia Zamora-Martínez, de la Universidad de Valladolid; María Hernández-Herrarte, de la Universidad Miguel de Cervantes; José Pedro Marfil y Jorge Santiago Barnés de la Universidad Camilo José Cela.

La investigación se centra en destacar la importancia de dominar el lenguaje no verbal en la comunicación política para que el mensaje sea percibido de la forma deseada, de manera que se pueda observar en el discurso consonancia entre el lenguaje verbal y el no verbal. El estudio recoge "cómo los políticos despliegan variedad de emociones durante sus intervenciones como ira, sorpresa, asco o neutralidad, y se identificaron diferentes estilos narrativos o recursos comunes para buscar la concienciación ciudadana ante la pandemia", explicó Elena Martín.

Cómo afrontar la crisis sanitaria

En el primer semestre de 2020, la pandemia del Covid se cobró 472.000 víctimas, lo que obligó a los presidentes y primeros ministros de todo el mundo a buscar una solución para atajar una crisis sanitaria sin precedentes. Todos ellos se dirigieron a la población para explicar las medidas adoptadas en la gestión sanitaria.

Los investigadores de este estudio han utilizado una técnica de análisis cuantitativo que mide con rigor y fiabilidad la frecuencia de las emociones expresadas por cada líder político en el transcurso de sus discursos. "Los resultados permiten establecer que la expresión facial más repetida en el conjunto de los políticos fue la neutralidad, con un 33% de los registros, seguida de la ira (21%), o el asco y la sorpresa (18% en ambos casos), mientras que las menos observadas fueron el miedo (2%), la tristeza (3%) y la felicidad (5%)", explican los autores.

Comunicación no verbal

En la comunicación política actual, dominar las técnicas de la comunicación no verbal con fines persuasivos es la clave fundamental de los equipos de comunicación de los líderes. Los recursos de comunicación no verbal más utilizados se orientan a la "apariencia física y el dominio gestual, el atuendo, el decorado, la mímica, el empleo de atributos vocales, el uso de la palabra, el manejo de la argumentación y la facultad de dejar entrever a través de la actuación un carácter persuasivo, pero también la facilidad de suscitar emociones en los receptores para intentar influir en sus creencias y actitudes", destacan los autores del estudio.

En cuanto a su oratoria, los políticos deben ser breves en el tiempo, concisos en los conceptos y claros en las ideas, para lo que forjarán estrategias de comunicación persuasiva para la puesta en escena para asegurarse la escucha y atención del público. Del uso correcto de todos estos elementos depende la credibilidad, eficacia e influencia de su mensaje. Ante una situación de crisis sanitaria como la generada por el Covid es fundamental saber no sólo qué se va a comunicar sino cómo se va a hacer, dada la situación de preocupación, incertidumbre e inquietud entre la población debido a las medidas excepcionales adoptadas como el confinamiento de la población, la restricción de la circulación o el cierre de la actividad.

El principal objetivo de los líderes políticos se orientó hacia una transmisión de tranquilidad, sin generar miedo, logrando que la población acate y asuma las recomendaciones de la máxima autoridad de un país, consiguiendo una actitud colaborativa de la ciudadanía que minimice riesgos.

Conclusiones

En sus conclusiones, el equipo de Elena Martín destacó que todos los líderes políticos tratan de mostrar la gravedad de la situación en sus mensajes a través del tono y el lenguaje utilizado en sus discursos, acompañada de una actitud pedagógica con el objetivo de explicar las medidas tomadas y la importancia de que la sociedad asuma estas decisiones. Todos ellos alertan del riesgo de colapso del sistema sanitario e inciden en la peligrosidad del virus, subrayando la vulnerabilidad de algunos colectivos o su confianza en la labor de los científicos para afrontar la pandemia. Todos ellos apelaron a la responsabilidad ciudadana, recalcando la importancia de pequeños gestos como lavarse las manos, quedarse en casa o evitar el contacto con personas mayores.

En lo referente a la comunicación no verbal, los investigadores destacan la diversidad a la hora de ofrecer sus discursos: "Desde la neutralidad exhibida en forma predominante en Angela Merkel y Pedro Sánchez; a la ira en Boris Johnson y Donald Trump; pasando por el asco (entendido como disgusto o rechazo) de Justin Trudeau y la sorpresa de Emmanuel Macron y Giuseppe Conte", argumentan.

Los políticos más polarizados ideológicamente son más incongruentes con el contenido verbal de sus discursos y, por tanto, se definirán como menos creíbles y coherentes ante las medidas de excepcionalidad. Así, Donald Trump y Boris Johnson, que muestran la ira como emoción predominante, y revelar esta emoción "no es una estrategia adecuada a la hora de comunicarse con la población, puesto que en el caso del presidente norteamericano perdió 6 puntos de valoración, mientras que el británico es el que experimenta una menor subida" respecto a los demás líderes analizados.

Otros líderes como Trudeau o Conte experimentaron notables incrementos en sus índices de aprobación, que fueron los políticos que expresaron mayor variedad de emociones en su discurso.

En cuanto al entorno en el que los mandatarios ofrecen sus discursos, cabe destacar que todos los políticos comparecen en despachos o espacios institucionales, con la excepción de Justin Trudeau, quien comparece de pie en un espacio exterior a las puertas de la residencia del primer ministro canadiense. Y todos ellos presentan una indumentaria formal, con traje, salvo el primer ministro de Canadá que añade un abrigo.