El UEMC Club Baloncesto Ciudad de Valladolid cerró el año 2025 de la mejor manera posible, con una victoria contundente y de prestigio ante el Cáceres Patrimonio de la Humanidad (94-80), una de las plantillas más potentes de la categoría. El triunfo, noveno de la temporada y tercero consecutivo, llegó tras el partido más completo, sólido y serio de las ardillas en lo que va de curso.

Los hombres de David Barrio dominaron el encuentro de principio a fin, se impusieron en todos los aspectos del juego y ganaron tres de los cuatro periodos -el último terminó en empate, con todo ya decidido- para redondear una actuación coral sobresaliente ante un rival que llegaba a Pisuerga con un balance de 5-1 a domicilio y tras vencer en la pista del líder, Córdoba.

Desde el salto inicial, el conjunto vallisoletano dejó claras sus intenciones. Sujetos por el rebote ofensivo y con acierto en las primeras posesiones, los morados tomaron pronto el mando del partido y no lo soltaron en ningún momento. A los primeros puntos de Pablo Martín e Iñaki Ordóñez se sumaron dos triples consecutivos de Ice Haney, en un arranque marcado por el ritmo alto y el dominio ofensivo local.

El técnico visitante, Jacinto Carbajal, intentó frenar la sangría con un tiempo muerto temprano, pero el fondo de armario del UEMC Baloncesto Valladolid respondió con solvencia. Desde el banquillo emergió un imperial Edu Arqués, que firmó nueve puntos en el primer cuarto -17 en total- para cerrar el periodo inicial con ventaja local (32-23).

Cáceres mejoró en el segundo cuarto de la mano de Álex Mazaira, pero cada intento de reacción fue neutralizado por las ardillas. El canterano Pablo Martín volvió a destacar con una actuación brillante, superando la decena de puntos antes del descanso y confirmando su gran momento de forma. La solidez defensiva, el rebote y el contraataque permitieron a los vallisoletanos alcanzar el intermedio con una renta de diez puntos (52-42), tras la mejor primera parte del curso.

Tras el paso por vestuarios, lejos de relajarse, el UEMC Baloncesto Valladolid subió aún más el nivel. Un parcial de 6-0 amplió la ventaja y, aunque los extremeños protagonizaron un conato de remontada, los de David Barrio supieron gestionar el momento con madurez y poso competitivo. La aportación de todos los jugadores con minutos, incluido Juan García-Abril, certificó el carácter colectivo del triunfo y permitió afrontar el último cuarto con una cómoda ventaja (74-60).

En los minutos finales, Pablo Marín asumió el liderazgo desde la dirección, acompañado por un Arqués determinante, para elevar la renta hasta un máximo de 21 puntos. Con el partido sentenciado, el conjunto vallisoletano levantó el pie del acelerador y administró la ventaja hasta el bocinazo final, cerrando el año con una victoria clara y convincente.