Valladolid contará desde ahora con una nueva estación de referencia para la monitorización de los gases de efecto invernadero, clave en la lucha contra el cambio climático. El rector de la Universidad de Valladolid (UVa), Antonio Largo, y la presidenta de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), María José Rallo, presentaron hoy esta infraestructura científica, instalada en el Centro de Investigación de la Baja Atmósfera (CIBA), situado en Villalba de los Alcores.

La nueva estación permitirá medir de forma continua las concentraciones de gases de efecto invernadero, identificar sus fuentes de emisión y cuantificar su magnitud. El CIBA-UVa pasa así a formar parte de la red europea ICOS (Sistema Integrado de Observación del Carbono), convirtiéndose en la tercera estación atmosférica de esta red en España, tras Izaña (Tenerife) y El Arenosillo (Huelva), y la primera de carácter continental. ICOS está integrada en el Consorcio Europeo de Infraestructuras de Investigación (ERIC) y agrupa a 180 estaciones en 16 países europeos.

Además, el centro vallisoletano se incorpora al proyecto COCCON-España, coordinado por el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña, de Aemet, cuyo objetivo es mejorar los inventarios de fuentes y sumideros de gases de efecto invernadero, incluyendo focos de emisión antropogénica. En su fase inicial, esta red contará con catorce estaciones distribuidas de forma homogénea por el territorio, alternando zonas urbanas e industriales con áreas rurales de fondo. El proyecto combina estaciones híbridas -como la del CIBA-UVa- con programas internacionales de observación impulsados por la ESA y la NASA.

Para desarrollar estas tareas, el CIBA-UVa ha sido dotado de instrumentación científica acorde a los estándares del IPCC, capaz de medir gases de efecto invernadero tanto en superficie como en columna. Asimismo, permitirá una caracterización completa de la atmósfera, gracias a equipos para la medición de aerosoles, cámaras de vigilancia de la nubosidad, perfiladores verticales de nubes y otros parámetros atmosféricos.

La inversión en instrumentación asciende a unos 600.000 euros, dentro de un presupuesto total de 3,5 millones de euros del proyecto COCCON-España. A esta cantidad se suman otras actuaciones en comunicaciones y fibra óptica, necesarias por tratarse de un enclave rural aislado.

Durante la presentación, Antonio Largo destacó que la nueva estación permitirá integrar las instalaciones del CIBA en las redes europeas e internacionales de control climático, reforzando el papel de la Universidad de Valladolid en la investigación atmosférica. "Este proyecto abre la puerta a colaboraciones científicas internacionales y consolida el liderazgo del Grupo de Óptica Atmosférica de la UVa, que desde hace años participa en misiones en el Ártico y la Antártida", subrayó.

Por su parte, María José Rallo recordó que uno de los principales indicadores del cambio climático es el aumento en la frecuencia, intensidad y extensión de los fenómenos meteorológicos adversos, y señaló que afrontarlos requiere datos fiables y continuos sobre la composición de la atmósfera. En este contexto, destacó que España se está situando a la vanguardia internacional en la vigilancia climática, con el objetivo de diseñar políticas públicas basadas en la evidencia científica.