La capilla del tanatorio de Los Arenales, en Oviedo, reunió este jueves, 4 de diciembre, a decenas de personas que quisieron rendir un último homenaje a José Luis Cienfuegos, referente imprescindible del cine español y director de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), fallecido el pasado martes a los 60 años.

Durante la ceremonia, cargada de emoción y recuerdos, familiares y allegados repasaron la trayectoria profesional y la dimensión humana del programador asturiano. Su hermana, Dora Cienfuegos, junto con dos de sus sobrinos, compartieron anécdotas personales que dibujaron una imagen íntima y cercana del cineasta. También intervino Mariona Viader, coordinadora de la Seminci, quien destacó su capacidad de trabajo, su visión creativa y el sello personal que dejó en cada festival que dirigió.

El acto reunió a numerosas personalidades del ámbito cultural y político. Entre los asistentes se encontraban la consejera de Cultura del Principado, Vanessa Gutiérrez; la exalcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso; varios exconcejales; así como el director del Festival Internacional de Cine de Gijón, Alejandro Díaz Castaño, acompañado por buena parte de su equipo.

Además del homenaje en Oviedo, la Seminci ha anunciado que organizará un acto propio para recordar al que fue su director desde 2023, año en el que asumió el cargo tras ganar un concurso público. Su llegada al certamen vallisoletano supuso, según fuentes del festival, un impulso renovador que combinó respeto por la tradición con una mirada contemporánea hacia el cine de autor.

Cienfuegos había sido ingresado en un hospital de Madrid el lunes por la noche tras sufrir un accidente cerebrovascular, que finalmente no pudo superar. Su carrera previa incluía etapas destacadas al frente del Festival de Cine de Gijón y del Festival de Sevilla, donde consolidó un prestigio ampliamente reconocido dentro y fuera de España.

La Seminci ha subrayado en un comunicado que la 70.ª edición del certamen, celebrada hace apenas un mes, fue una de las más sólidas y vibrantes de su historia, gracias a la apuesta de Cienfuegos por una programación ecléctica, dialogante y abierta a nuevas voces. Un legado que, como se evidenció en Oviedo, permanecerá como referencia en la cultura cinematográfica del país.