El Atlético Valladolid volvió a irse de vacío de Artaleku en un partido marcado por la falta de acierto en ataque y por una defensa lejos del nivel mostrado en las últimas jornadas. El conjunto pucelano, que encadenaba tres victorias consecutivas, sufrió un serio castigo ante un Bidasoa que impuso su solidez, penalizó los errores visitantes y dominó el encuentro de principio a fin.

Dos parciales muy negativos en cada periodo sentenciaron pronto las opciones de puntuar. El arranque fue un jarro de agua fría: en apenas diez minutos, el conjunto irundarra firmó un demoledor 9-2, aprovechando las imprecisiones vallisoletanas y la conexión por su lado derecho con Mujica y Cavero.

Uno de los protagonistas del día era Tao Gey-Emparan, que regresaba a la pista que fue su casa durante dos temporadas antes de su cesión al equipo vallisoletano. Fue recibido con cariño por la que fue su afición y anotó un gol, aunque no pudo evitar la derrota de los suyos.

Con el paso de los minutos, David Pisonero trató de ajustar el plan recurriendo a una defensa 5:1 con Miguel Camino de avanzado. El equipo llegó a situarse a cinco tantos (12-7, min.17), pero la reacción no pasó de ahí. El portero argentino Leo Maciel resultó decisivo para frenar cualquier intento de remontada.

Aun así, el Atlético Valladolid logró acercarse al 18-15 antes del descanso gracias al empuje del capitán César Pérez, a las acciones de Camino, Carvalho, Oliveira y Jorge Serrano. Sin embargo, un nuevo gol de Mujica desde fuera volvió a reforzar el dominio local.

La segunda parte comenzó con otro golpe: un parcial de 6-1 dejó prácticamente sentenciado el marcador. La falta de claridad ofensiva, la intensidad defensiva de Bidasoa y las paradas de Maciel impidieron cualquier reacción. Los vallisoletanos solo pudieron anotar 9 goles en toda la segunda mitad, llegando a verse 10 abajo (27-17, min.40).

El tramo final apenas tuvo historia. Ni las diez paradas de César Pérez, ni el esfuerzo del canterano Poladura (2 goles), ni las aportaciones de Jozinovic o Fodorean pudieron evitar una derrota contundente, una de las más duras de la temporada junto a la sufrida en el Palau Blaugrana.

El Atlético Valladolid pone así fin a su buena dinámica de noviembre y sigue sin poder romper el maleficio de Artaleku.