El Grupo Municipal Socialista ha exigido la "dimisión inmediata" del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, a quien acusa de haber "cruzado todas las líneas rojas" tras la ruptura del convenio de 2017, la paralización de la integración ferroviaria y el bloqueo de la disolución ordenada de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV). Para los socialistas, Carnero "tortura" a la ciudad con "promesas imposibles" y la mantiene atrapada "como un hámster en la rueda".

La formación sostiene que la reunión celebrada este lunes en la estación de Campo Grande confirma el "empecinamiento" del alcalde y su "actitud boicoteadora y de mala fe", lo que -afirman- prolonga "la agonía de un proyecto clave para coser la ciudad" y condena a Valladolid a asumir "una deuda millonaria aún por cuantificar".

El portavoz socialista, Pedro Herrero, acusa al regidor de haber convertido la integración ferroviaria "en rehén de su campaña permanente a favor del cuento del soterramiento". "Desde su llegada a la Alcaldía, el señor Carnero ha convertido la integración ferroviaria en rehén de su campaña permanente a favor del cuento del soterramiento que los estudios encargados por el propio Ministerio y por Adif han demostrado inviable. Pese a conocer estos datos, el alcalde ha preferido vivir del cuento, prolongar una promesa imposible y hacer perder tiempo y dinero a la ciudad y a sus vecinos", sostiene Herrero.

El PSOE enumera los episodios que, a su juicio, constituyen el boicot del alcalde: el veto al paso del Arco de Ladrillo, la "negativa reiterada" a ejecutar los pasos de Ariza y el uso de "excusas" para retrasar las obras de permeabilidad urbana. "Desde ayer sabemos que todo han sido excusas para seguir bloqueando las obras de permeabilidad, alargar el 'cuento imposible' del soterramiento y acercar a la ciudad al precipicio en el que ya se encuentra: sin soterramiento y, por culpa del alcalde, también sin integración", inciden.

El "último ejemplo", señalan, se produjo cuando el secretario de Estado de Transportes ofreció desbloquear de inmediato los tres pasos de Ariza y continuar la negociación. Según el PSOE, Carnero respondió con un "chantaje inaceptable": "Paraliza tú la estación de trenes y arrancamos Ariza". Para los socialistas, esta posición "inhabilita" al alcalde. Consideran "de una frivolidad impropia" que pidiera congelar "unas obras estratégicas, valoradas en más de 200 millones de euros" y destinadas a convertir la estación de Campo Grande en la tercera de Alta Velocidad más importante del país.

Las consecuencias, advierten, son ya irreversibles. La disolución de la SVAV "condena al Ayuntamiento a asumir una deuda millonaria aún por cuantificar" y "tira a la basura inversiones ya comprometidas", financiadas en gran medida por otras administraciones. "Ningún alcalde que diga querer a su ciudad puede presumir de semejante balance", afirma Herrero.

El Grupo Municipal Socialista reprocha además al alcalde su "bloqueo sistemático" de los espacios de diálogo en el Ayuntamiento. Recuerdan que PP y VOX rechazaron recientemente una Comisión Especial de Evaluación de la transformación ferroviaria. "El mismo alcalde que exige mesas, informes y reuniones a Madrid niega a la oposición y a la ciudadanía los instrumentos mínimos de control y participación", critica Herrero.

Para los socialistas, todo ello demuestra que Carnero "no tiene un proyecto para Valladolid". "Ha quedado claro que no sabe qué hacer y que su única obsesión es seguir viviendo del cuento del soterramiento para no hacer nada, prolongando más un mandato en el que su única estrategia es mantener a la ciudad dando vueltas, como un hámster en la rueda, mientras las inversiones se esfuman y las oportunidades se pierden", denuncia.

El grupo concluye que el alcalde está sometiendo a la ciudad a "una auténtica tortura política", atrapada en "un permanente déjà vu ferroviario". Insisten en que Valladolid necesita "certezas, inversiones ejecutadas y un rumbo claro".

Por todo ello, exigen su "dimisión inmediata" y reclaman que deje paso a un gobierno capaz de "devolver a la ciudad la seriedad institucional, la lealtad con el resto de administraciones y la voluntad de dar una solución viable a la permeabilidad del ferrocarril". "Cada día que el señor Carnero pasa en su despacho de la Alcaldía, aunque sea a media jornada, es un día perdido para Valladolid", sentencian.