La Cúpula del Milenio se convirtió este viernes, 21 de noviembre, en el epicentro del boxeo al presenciar la conquista del título mundial del peso átomo por parte de la vallisoletana Isabel Rivero, 'La Finita'. La púgil local se impuso a los puntos en un combate intenso y equilibrado frente a la mexicana Silvia Torres, hasta ahora campeona interina.

La velada comenzó con varios combates amateurs y una pelea profesional que enfrentó a la valenciana Sheila 'Bulldog' Martínez con la venezolana Débora Rengifo. Martínez se mostró muy superior y se llevó la victoria por decisión unánime (80-70 en las tres tarjetas).

Con el ambiente ya caldeado, el público recibió con una ovación a Rivero, que subió al cuadrilátero decidida y con un plan muy estudiado para neutralizar la experiencia y la pegada de Torres. Bajo la supervisión del árbitro principal, el estadounidense Luis Pabón, y de los jueces Rodríguez (Andorra), Torres (Puerto Rico) y Boscarelli (Italia), ambas peleadoras iniciaron el duelo con cautela, midiéndose y buscando su distancia.

A medida que avanzaban los asaltos, diez en total, de dos minutos, Rivero fue encontrando su ritmo. Supo esquivar y contragolpear, ganando confianza frente a una rival que intentaba dominar el centro del ring. En los últimos tres rounds, la vallisoletana dio un paso al frente y tomó claramente la iniciativa, conectando golpes más limpios y efectivos.

El esfuerzo se vio reflejado en las tarjetas: empate en una de ellas (95-95) y ventajas de 96-94 y 97-93 en las otras dos, suficientes para proclamar a Rivero nueva campeona mundial.

Visiblemente emocionada, la boxeadora celebró el triunfo junto a la presidenta de la Federación de Boxeo de Castilla y León, Arancha Lorenzo; el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero; y la concejala de Deportes, Mayte Martínez. Rivero reconoció después que había sido "un combate durísimo", algo esperado en una cita mundialista, y agradeció el trabajo de su entrenador, Diego Uceta, y del resto de su equipo: "Sin ellos, esto no hubiera sido posible".

La boxeadora admitió que todavía asimila el nivel que ha alcanzado. Su enfrentamiento anterior en Alemania ante Sarah Bormann le dio la confianza necesaria para afrontar este reto y sumar un nuevo logro a su palmarés, en el que ya figuraban dos títulos europeos y un Iberoamericano.

"Este cinturón representa kilómetros, horas de entrenamiento y mucho sacrificio. Silvia es una rival muy experimentada y me lo ha puesto complicado, pero sabía que tenía que trabajar bien el jab y buscar golpes más claros", explicó aún con la adrenalina del triunfo.

Con el título mundial ya en su poder, Rivero aseguró que se tomará un periodo de descanso antes de planificar sus próximos objetivos, aunque confesó que todavía se siente "en una nube" tras haber firmado la noche más importante de su carrera.