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Augusta de la Cuesta, ama de cría Tordesillana
Una práctica, hoy en desuso, pero que fue reconocida y utilizada en muchas ocasiones por mujeres que no podían amamantar a sus hijos recién nacidos era echar mano de una vecina como ama de cría, nodriza o ama de leche que diera el pecho a las criaturas los meses de lactancia, de tal forma que esta persona fue servidora como AMA y así la reconocieron aquellas personas que, cuando eran criaturas lactantes, recibieron de ella el alimento natural hasta que la leche en polvo adaptada llevó a la extinción y acabamiento de su figura.
Pues bien en Tordesillas existieron amas de cría y he conseguido gracias a la aportación de uno de sus hijos naturales, Ezequiel Carreras 'Zequi' el retrato de su madre Augusta que falleció el día 2 de mayo de 1996 a los cien años de edad en su casa del barrio de San Miguel, el corro de las brujas, como decían muchos tordesillanos de aquel sitio y que fue AMA de cría, entre otras mujeres de mi propia madre Isabel Garañeda.
El elevado índice de mortalidad maternal en torno al parto es una de las causas de la existencia de amas de crianza, pues en España en 1910 fallecía una mujer por cada 200 partos o el abandono infantil por diferentes causas que fue muy numeroso en España en el siglo XIX y hasta mediados del siglo XX.
Vamos al relato de su historia.
Augusta de la Cuesta Hernández nació en Tordesillas el día 6 de mayo de 1895 en el número 12 de la Calle San Antolín. Fue hija de Consorcia Hernández Mayorga y de Julián de la Cuesta López, confitero de profesión, padres quienes en poco tiempo se trasladaron a vivir al número 2 de la calle Corro del Río en la barriada de San Miguel. Y se ve que por prisas, olvido o por error no la inscribieron en el Registro Civil, debiendo hacerse tras un expediente fuera de plazo, incoado por ella misma, exactamente el 27 de octubre de 1972, en cuyo apunte se fija 1896 el año de nacimiento. Augusta era nieta de Ambrosio de la Cuesta y de Sotera López, abuelos paternos y de Gerónimo Hernández y Aniceta Mayorga, sus abuelos maternos.
Su vida infantil transcurre en una época de dificultad y esperanza junto a sus hermanos Victorino, Marcelina y Eufrosina, estas dos últimas gemelas, oyendo a repique las campanas de san Miguel y viviendo el día a día, llegando a lavar desde muy jovencita en el lavadero de la granja, en el viejo camino de Rueda, a donde se desplazaba junto a las mujeres con las cestas de ropa para ejercer una limpieza hoy impensable.
Su matrimonio cuando contaba 25 años de edad, con Victoriano Carreras García, natural de Pollos, el 26 de noviembre de 1921 fue oficiado por el presbítero Don Elviro Serrador Martínez en la Iglesia de San Pedro. Su madre, viuda, otorgó el consejo favorable junto a los testigos Ladislao García y Mariano Carreras y a partir de aquí empezó su actividad como nodriza. Y pronto empezaron a llegar los hijos: Saturnino; Manuela; Juana; Emilio; Ezequiel; María Luisa…con lo que además de criar a los suyos crió a ajenos, lo que ayudaba en cierta manera a la economía familiar.
Augusta, ya viuda, falleció en Tordesillas en el número 2 de la Calle de El Pozo, el día 2 de mayo de 1996, tras una larga y fructífera vida en la que ejerció como ama de cría por la que estuvo siempre muy considerada, apreciada y querida por aquellas mujeres que fueron criadas gracias a sus pechos.
Y hoy, cuando su hijo Zequi me ha enseñado un retrato de su madre, ambos nos miramos serenamente, con simpatía y reconocimiento hacia una mujer que fue el AMA de mi madre.








