El copresidente, Gabriel Solares, y el director deportivo, Víctor Orta, no se quisieron perder la puesta en escena en el corazón de la ciudad
El Real Valladolid exhibe las nuevas piezas del puzle de Almada en la Plaza Mayor
El copresidente, Gabriel Solares, y el director deportivo, Víctor Orta, no se quisieron perder la puesta en escena en el corazón de la ciudad
El Real Valladolid convirtió la Plaza Mayor en una fiesta blanquivioleta con la presentación de sus nuevos fichajes (Guilherme Fernandes, Iván Alejo, Pablo Tomeo, Álvaro 'Trilli', Guille Bueno, Julien Ponceau, Mohamed Jaouab, Mathis Lachuer, Sergi Canós, Peter Federico), en un acto multitudinario aprovechando el día del concierto de la artista argentina María Becerra programado en el marco de las Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo. Los jugadores fueron recibidos con entusiasmo por miles de aficionados, que abarrotaron el corazón de la capital para dar la bienvenida a los refuerzos del Club.
El evento estuvo marcado por un carácter festivo, con sorteos y obsequios para los presentes. En concreto, los jugadores regalaron camisetas, bufandas y balones, que se lanzaron desde el escenario al público asistente. Iván Alejo tomó la palabra y lanzó un deseo compartido por todos: "Espero que la Plaza Mayor esté igual de llena cuando celebremos el ascenso". Por su parte, Guilherme definió a Valladolid como "una ciudad de Primera División", en referencia al objetivo de regresar a la máxima categoría del fútbol español.
La puesta de largo contó también con la presencia de las principales autoridades municipales y representantes del Club. Acompañaron a los futbolistas el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero; el copresidente del Real Valladolid, Gabriel Solares; el director deportivo, Víctor Orta; y el portavoz institucional, Jorge Santiago.
El italiano, que cumplió con su papel de favorito, volvió a llevarse la contrarreloj tal y como hizo hace dos años en Valladolid
Más allá de las protestas propalestinas, varias personas comparten su experiencia en TRIBUNA en plena Plaza de San Pablo, el punto de partida de la contrarreloj
Pasa de 27,2 a 12,2 para dotar "de una mayor protección al desarrollo de la etapa"