Javi Arroyo, Los Pichas y Los del Lío abrieron las actuaciones de la Plaza Mayor con tres actuaciones poderosas
El concierto más pucelano inaugura las fiestas con ritmo y humor
Javi Arroyo, Los Pichas y Los del Lío abrieron las actuaciones de la Plaza Mayor con tres actuaciones poderosas
Este viernes, Valladolid encendió la chispa de sus Ferias y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo con un concierto que fue mucho más que música: fue una fiesta a cielo abierto, una explosión de talento local y un recordatorio de que, a veces, las estrellas nacen donde menos te lo esperas.
El encargado de abrir la noche fue Javi Arroyo, que se subió al escenario pasadas las 21:00 horas con la ilusión de un niño y la maestría de un veterano. Con más de quince años de experiencia a sus espaldas, Javi convirtió cada canción en un instante único, desde los temas de sus primeros discos hasta adelantos de su próximo álbum. Su banda, cinco músicos sudando sobre las tablas, transmitió energía pura y contagiosa, recordando a todos que la música no solo se escucha, se vive. Como él mismo decía: "Por primera vez en nuestra vida vamos a jugar a ser estrellas". Y vaya si lo consiguió: la Plaza Mayor vibró con cada acorde, con cada mirada cómplice entre el público y el artista.
Después llegó el turno de Los Pichas, que celebraban nada menos que veinte años sobre los escenarios. Su concierto no fue un espectáculo: fue una fiesta, imprevisible, desbordante de humor y creatividad. La banda vallisoletana, que nació casi por accidente en una boda, recordó que su sello es la improvisación y la conexión con el público. Entre guiños audiovisuales, colaboraciones sorpresivas, como la de un grupo de niñas que se subieron al escenario a cantar el primer tema, los hermanos de música hicieron honor a su trayectoria. Canciones reinventadas, ritmos inesperados y carcajadas compartidas con los asistentes convirtieron la Plaza Mayor en un carnaval musical donde nadie quería quedarse quieto.
Para cerrar la noche, los encargados de desatar el baile fueron Los del Lío. Daniel y Alfonso, con su nombre que juega con Los del Río, demostraron que no necesitan mezclar a la perfección para conquistar a la multitud: la diversión era la regla. Desde el primer tema, la gente se dejó arrastrar por sus ritmos contagiosos, bailando y cantando sin descanso. Su sesión no fue solo música electrónica, sino una experiencia colectiva, una invitación a perderse en la noche y en la alegría que solo ellos saben provocar.
La exposición, enmarcada en el Día del Cooperante, reúne proyectos de cooperación en Latinoamérica y África
Dirigida por Fernando Ayllón, el filme cuenta con un reparto de lujo
El diseño, obra del estudio vallisoletano PobrelaVaca, parte de un concepto visual geométrico y dinámico que rinde homenaje al arte psicodélico de los años 60 y 70