No vencedores, pero sí vencidos

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No vencedores, pero sí vencidos
Soborno.
El autor esFélix  de la Fuente
Félix de la Fuente
Lectura estimada: 2 min.

Comprendo que los señores del Parlamento español aplaudan a rabiar cuando interviene su jefe, por muchas chorradas o perogrulladas que éste diga o por mucha corrupción que oculte. Les va su sueldo en ello. Pero lo que no comprendo es cómo puede haber personas tan fanáticas que presten culto a unos políticos que apenas saben hacer otra cosa que insultarse mutuamente y explotarnos a los simples ciudadanos. ¿Acaso vamos a alegrarnos porque prospere una moción de censura, como ocurrió en el caso de Sánchez, o porque no prospere, como en el caso de hoy contra la Comisión europea?  ¿Creéis acaso que cuando se presenta en una moción de censura, están pensando, los que la presentan, en el bien de los ciudadanos?

¿Por qué vamos a alegrarnos o entristecernos si, en cualquier caso, la corrupción va a seguir igual o peor? Ya sabemos que cada cuatro años toca cambiar de bando para que sean otros los que empiecen a robar. Y, mientras tanto, los ciudadanos, dejándonos manipular. ¿Acaso alguno de nosotros ha hecho la guerra civil, para que nos sigan enfrentando y calificando de vencedores y vencidos o de izquierdas y derechas? Lamentablemente, todos somos esclavos de los partidos políticos.

Sí, señores patanes del Congreso de los diputados, dejen de llamarse ustedes mutuamente 'señorías', pues mutuamente no se guardan el más mínimo respeto. De la boca de ustedes no sale más que veneno y odio.

Desde que se inauguró la democracia en nuestro país, fuera de pequeños intervalos, la calidad de vida y la calidad democrática ha ido de mal en peor.

La Comisión Europea acaba de alertarnos del "alto riesgo de corrupción" en la contratación pública y la financiación de partidos en España, y aunque, como dice el refrán, más vale tarde que nunca, lo único que se me ocurre decir es "a buenas horas mangas verdes". Hace ya muchos años que en España existe corrupción y financiación dudosa de los partidos políticos. Hace ya muchos años que existen en España ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Hace ya muchos años que se da también enchufismo y corrupción – y mucha- dentro de las instituciones de la Unión. Muy grave debe de ser la situación para que la Comisión europea dé la voz de alarma.

Reconozco que esta alarma llega varias décadas tarde, pero vuelvo nuevamente a mi argumento de partida: ¿Quién ha constituido a la Comisión europea? ¿Quién elige a los señores comisarios? ¿Tenemos alguna garantía de que una nueva Comisión va a ser mejor que la anterior? ¿Podemos tener unos políticos europeos ejemplares, cuando éstos han sido elegidos por unos políticos nacionales corruptos? Mientras no desaparezca la corrupción de la política nacional, no desaparecerá la corrupción en las instituciones europeas. Unos políticos nacionales corruptos no pueden ser limpios en Bruselas.

Mientras tanto, los ciudadanos, ya que no pintamos nada, no seamos tan inocentes de aplaudir a los políticos.

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