La mayoría no tenía experiencia en el mundo cinematográfico, pero se adentraron en el mismo después de dar ese paso hacia adelante que, en algún momento de la vida, uno tiene que hacer. Ellos son 'Los Pitus' (Izan Fernández, Rodrigo Gibaja, Renata Hermida, Michel Herráiz, y Rodrigo Díaz). Regresan a Valladolid para preestrenar la segunda entrega de 'Voy a pasármelo bien' o, como se titula ahora, 'Voy a pasármelo mejor'.

En una tarde con la lluvia asomando, pero con los nervios a flor de piel, los protagonistas atienden a TRIBUNA en el interior de los Cines Broadway, donde repasan cómo fue su primer casting y, posteriormente, cómo fue el rodaje, para el cual se tuvieron que preparar y formar. "Los 20 finalistas formamos parte de un proceso lleno de actividades. Estuvimos concentrados tres días a la semana durante cinco horas. Encanto, interpretación y baile", revela un Izan (interpreta a David) que reconoce que el filme le ha enseñado, entre otras cosas, a dar dos pasos con sentido con una canción de fondo.

"A mí me enseñaron a bailar para participar en la película", reitera. Rodrigo (interpreta a Luis), por su parte, no es tan optimista. "Yo sabía bailar... ¡menos que Izan!", exclama orgulloso, mientras sus compañeros de reparto se ríen. Michel (Fernando, en la película) "ni sabe ni quiere bailar", pese a que en la primera entrega la música cobrara protagonismo. En cambio, este último sí que se enorgullece por tener algo más de experiencia en este tipo de películas, aunque esta sea "la más grande" en la que ha estado. Es más, Rodrigo desvela que participó en 'La que se avecina' y en 'La Casa de Papel', pero su rol fue residual, nada que ver con lo que hace en el filme de Ana de Alva.

Aun así, y con las dificultades que supone aprender a bailar por primera vez, 'Los Pitus' aseguran que en esta segunda entrega los personajes "han crecido". "Están inmersos en la preadolescencia y tienen otro tipo de intereses", explican algunos de ellos, a los que, de hecho, les ha cambiado la voz. Tanto es así que Izan intenta que haya "algo de él" en los personajes, en este caso en David, interpretado de adulto por Raúl Arévalo. "La parte romántica la llevo dentro. Reconozco que en eso sí que me parezco", bromea el pequeño actor. Renata comparte la opinión de Izan porque su personaje (Layla) cuenta con "un espíritu libre" acorde a su edad. "Todos los personajes tienen que tener un poco de autenticidad", añade Michel al respecto.

ÉXITO DE LA PRIMERA ENTREGA

Los actores admiten a este periódico que confiaban en el éxito cosechado en la primera entrega porque "había mucho trabajo detrás". "Queríamos verlo reflejado en la gran pantalla", insiste Renata que, aun así, cree que la película superó las expectativas. "Lo mejor es ver que han reconocido tu trabajo", añade.

De hecho, confiesan que, a raíz de los resultados, les comunicaron que se iba a rodar una segunda entrega.

VALLADOLID, CIUDAD DE CINE

Izan confiesa, en este sentido, que Valladolid le "gusta mucho". "La ciudad está vinculada emocionalmente a la primera película. Nos trae muchos recuerdos. Es un orgullo para nosotros volver a rodar aquí. No esperaba que nos fuera a gustar tanto", comenta.

Renata y Rodrigo opinan igual que Izan, que reitera que Valladolid es "una ciudad perfecta para contar historias". "Tiene una magia que pocas ciudades tienen. Podemos decir... magia y parte de ficción. Carismática", añade. Ya no solo para Izan fue un sueño rodar en Valladolid, como ciudad de cine, sino que, además, es hacerlo con "absolutos profesionales", como Raúl Arévalo o Dani Rovira.

De hecho, ambos son "amigos" de 'Los Pitus', que agradecen su trato y cercanía. "Clavan nuestra personalidad como adultos", bromean.

LA POSIBILIDAD DE SER ACTORES Y PARTICIPAR EN UNA TERCERA ENTREGA

Rodrigo Díaz (interpreta a Paco) alaba el papel de Arévalo y Rovira y el buen hacer del equipo de la película para poder bailar. Tanto es así que les ha ayudado a que, a partir de esta experiencia, se planteen continuar con su carrera cinematográfica. "No me veo en otro mundo que no sea el espectáculo", explica el propio Díaz.

El resto del reparto comenta que si no es en películas, quieren formar parte de proyectos audiovisuales. Aun así, no quieren cerrar la puerta a rodar una tercera entrega después de que la segunda se preestrene en Valladolid, la ciudad que, pase lo que pase, nunca olvidarán.