Más de 34 grados marcaba el termómetro cuando Jesús Divino Redentor, talla propiedad de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo, salía un año más de la Iglesia de San Quirce y Santa Julita. Familias y fieles le esperaban como agua de mayo... nunca mejor dicho.

De hecho, se veían pasarse botellas entre cofrades para combatir el calor. Alguno, incluso, le costó llegar a la sede porque las condiciones meterológicas no permitían poder avanzar en tiempo y forma con la imagen a hombros. Aun así, cumplieron con su deber y decidieron 'bailar' la talla al ritmo de la Agrupación Musical del Santísimo Cristo del Perdón, tal y como se pudo comprobar en la primera procesión de la tarde.

La segunda, que partía de la Iglesia de San Pedro Apóstol lo hacía con menos calor en los termómetros, pero no en el ambiente. Es más, supuso una dificultad añadida para los cofrades que se colocaron debajo de las andas, como pasa, por ejemplo, con el Cristo de Medinaceli, para levantar a un imagen icónica de la zona. Tanto es así que un baile popular inauguró el recorrido hasta que, pasadas las 22.15 horas, finalizó en la iglesia, donde la devoción se tomó un merecido y caluroso descanso.