La totalidad de la población de Valladolid respiró aire contaminado por encima de los nuevos límites legales de calidad del aire establecidos por la Unión Europea para 2030, según concluye el último informe de Ecologistas en Acción, que analiza los datos recogidos en 790 estaciones oficiales de medición en toda España, once de ellas en Valladolid.

Aunque la calidad del aire mejoró respecto a años anteriores, los niveles de partículas PM10, PM2,5, dióxido de nitrógeno (NO₂) y ozono siguen suponiendo un riesgo para la salud pública, especialmente si se toman como referencia los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aún más estrictos. El estudio señala que toda la población de la provincia estuvo expuesta a aire contaminado bajo estos parámetros.

2024 fue un año húmedo pero extremadamente cálido -el tercero más cálido desde que se tienen registros en España-, lo que favoreció episodios de contaminación, con partículas procedentes del norte de África en invierno y elevaciones del ozono troposférico durante las olas de calor de verano.

Pese a la reducción de contaminantes respecto a la media de 2012-2019 -con descensos de entre un 21 % y un 54 %-, la estación del Paseo del Arco de Ladrillo incumplió el nuevo límite legal anual de dióxido de nitrógeno, y la estación móvil de La Rondilla registró los peores niveles de partículas PM10. Además, la estación Renault 1, entre Valladolid y Laguna de Duero, anotó los valores más altos de ozono.

Ecologistas en Acción destaca que la contaminación del aire debe considerarse un problema sanitario prioritario. Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2022 fallecieron hasta 260 personas en la provincia de Valladolid por causas relacionadas con la mala calidad del aire. A nivel estatal, la cifra ascendió a 30.000 muertes.

El informe también critica duramente la gestión del Ayuntamiento de Valladolid, que aún no ha implantado de forma efectiva la zona de bajas emisiones (ZBE), pese a que el plazo legal venció hace más de dos años. La ZBE no se pondrá en marcha hasta el 1 de julio de 2025, cubrirá solo una tercera parte de la superficie inicialmente prevista y permitirá excepciones a la mayoría de los vehículos a motor, lo que, según la organización ecologista, la convierte en ineficaz.

Asimismo, Ecologistas en Acción denuncia que la información ofrecida a la ciudadanía no refleja adecuadamente la gravedad del problema, con datos incompletos o sin validar, y una red de sensores cuyo funcionamiento y ubicación no garantiza una medición representativa. Las campañas realizadas por la organización en entornos escolares mostraron niveles especialmente elevados de contaminación, más altos que los registrados por las estaciones oficiales.

La organización celebra la aprobación de la nueva Directiva europea 2024/2881 y pide su trasposición urgente al ordenamiento español, así como la aplicación inmediata de planes eficaces de calidad del aire a todos los niveles de la administración.

Informe completo y resumen: https://www.ecologistasenaccion.org/342604