La patronal muestra su preocupación por la eliminación de criterios técnicos en la adjudicación de los Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) en Castilla y León, tal como señala el informe del Consejo de Cuentas
ASADE alerta del riesgo de precarización del SAD si se elimina la valoración técnica
La patronal muestra su preocupación por la eliminación de criterios técnicos en la adjudicación de los Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) en Castilla y León, tal como señala el informe del Consejo de Cuentas
Desde la Asociación de Empresas de Servicios de Atención a la Dependencia (ASADE) manifiestan su profunda preocupación por la interpretación que, desde algunas administraciones y órganos de control, se hace respecto a los criterios de valoración de los concursos públicos del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), especialmente a raíz de las conclusiones extraídas del reciente informe del Consejo de Cuentas de Castilla y León.
El documento, publicado en septiembre de 2024 y que fiscaliza los contratos adjudicados por diversas diputaciones provinciales en 2023, alerta sobre una supuesta falta de objetividad en la aplicación de los criterios técnicos o de calidad, cuestionando incluso la conveniencia de incluirlos en los pliegos. A la vez, subraya que algunos concursos se resuelven únicamente aplicando fórmulas matemáticas basadas en el precio más bajo, eliminando los juicios de valor.
Frente a esta visión reduccionista del proceso de contratación, ASADE plantea una reflexión de fondo: ¿se quiere un SAD que simplemente cumpla con los mínimos legales o uno que realmente mejore la vida de las personas?
El SAD no puede seguir concibiéndose como un conjunto de tareas estandarizadas y mínimas. Es una herramienta transformadora que permite a las personas vivir en su entorno con apoyo, dignidad y autonomía. El uso de criterios técnicos en los procesos de contratación no solo es legal, sino imprescindible para garantizar un servicio público de calidad.
UN SERVICIO ESENCIAL, CON y PARA LAS PERSONAS, NO PUEDE MEDIRSE SOLO EN EUROS
El SAD es una prestación pública que permite que decenas de miles de personas mayores, dependientes o con necesidades específicas sigan viviendo en su hogar con dignidad, autonomía y seguridad. Su valor no se limita a las horas de atención ni al cumplimiento de funciones básicas como la higiene o el mantenimiento del hogar. Va mucho más allá. Supone una red de apoyo humano, social y emocional que lucha contra la soledad no deseada y fomenta la inclusión y la participación comunitaria.
Reducir la adjudicación de este servicio al precio más bajo es, en la práctica, convertir la calidad en un lujo prescindible. Y eso es inaceptable.
RENUNCIAR A LOS PROYECTOS TÉCNICOS ES RENUNCIAR AL CONOCIMIENTO y A LA INNOVACIÓN
El informe del Consejo de Cuentas señala que, si el servicio que se presta es el mismo para todos, no tendría sentido otorgar mayor puntuación a una memoria técnica o proyecto, al considerar que no hay margen para aportar mejoras significativas. Este planteamiento parte, sin embargo, de una premisa errónea: que todas las empresas licitadoras son iguales, que tienen las mismas metodologías, los mismos recursos humanos y técnicos, y que ofrecen el mismo modelo de atención. Y no es así.
Valorar técnicamente las propuestas es valorar la capacidad, experiencia, innovación y compromiso de las empresas que prestan el SAD. Es dar espacio al conocimiento acumulado, a las buenas prácticas, a la tecnología aplicada al cuidado y a los modelos de atención centrados en la persona. Es apostar por un servicio que evoluciona, que se adapta a los nuevos retos demográficos y que se construye en alianza con las administraciones desde una lógica de colaboración público-privada.
LOS DATOS LO DEMUESTRAN: DONDE NO HAY CALIDAD, MANDA EL PRECIO
Según sus análisis, basados en 1.736 licitaciones de SAD publicadas en los últimos cinco años a nivel nacional, cuando no se valora el proyecto técnico, el 99,57% del presupuesto termina adjudicándose al licitador más barato.
Es decir, en ausencia de criterios cualitativos diferenciadores, la competencia se reduce al precio y eso, inevitablemente, conduce a una pérdida de calidad. Esto no es una opinión. Es una realidad constatable que debería preocupar a todos.
LA LEY ES CLARA: DEBE PRIMAR LA MEJOR RELACIÓN CALIDAD-PRECIO
La Ley de Contratos del Sector Público (LCSP) obliga a aplicar una pluralidad de criterios, siendo la calidad un factor que debe representar al menos el 51% de la puntuación total. No exige que estos criterios sean únicamente objetivos o matemáticos. Permite, y de hecho fomenta, la evaluación mediante juicios de valor, siempre que se realicen con transparencia, justificación y rigor técnico.
Además, la ley reconoce como criterios cualitativos válidos aspectos como, la cualificación y experiencia del personal, las características técnicas y sociales del servicio, la innovación tecnológica o el impacto en la inclusión social y la sostenibilidad.
APOSTAR POR LA CALIDAD ES TAMBIÉN APOSTAR POR LAS PERSONAS TRABAJADORAS
No se puede olvidar que detrás del SAD hay más de 10.000 profesionales en Castilla y León, en su mayoría mujeres, que cada día cuidan, acompañan y sostienen a más de 40.000 personas usuarias. Valorar adecuadamente los proyectos técnicos también significa incentivar condiciones laborales más dignas, políticas de formación continua, medidas de conciliación y estabilidad en el empleo. Elementos que no se pueden incluir ni valorar únicamente con cifras.
UN LLAMAMIENTO AL SENTIDO COMÚN Y AL COMPROMISO INSTITUCIONAL
Desde ASADE apelan a todas las administraciones públicas para que hagan una lectura integral de la normativa y de la responsabilidad que implica gestionar servicios esenciales como el SAD. Piden que no cedan a la tentación del cortoplacismo presupuestario ni al simplismo tecnocrático que reduce la licitación pública a una subasta.
Quieren recordar que el objetivo del SAD no es solo prestar un servicio, sino mejorar vidas. Y eso exige medir no solo el coste, sino el valor.
Sobre ASADE
La Asociación Estatal de Entidades de Servicios de Atención a Domicilio (ASADE) es la principal organización patronal en España que agrupa a las entidades líderes del sector de la atención domiciliaria. Desde su fundación en 2014, ASADE trabaja por la profesionalización, calidad y sostenibilidad de los servicios de atención a las personas mayores y dependientes, promoviendo modelos de colaboración público-privada y defendiendo los derechos de los trabajadores del sector. Con cerca de 20 empresas asociadas que dan empleo a más de 60.000 profesionales y representan un 60% del sector, ASADE desempeña un papel clave en la negociación colectiva, el diseño de normativas y la mejora continua de los servicios de cuidado en el hogar.
ASADE forma parte de foros e instituciones como la CEOE, alianzAS, el IMSERSO y la Mesa de Diálogo Social de Dependencia, y colabora activamente con administraciones públicas y privadas para garantizar un modelo de atención accesible, justo y profesional. Su compromiso se centra en garantizar que la atención domiciliaria sea reconocida como un derecho esencial, respaldado por una financiación adecuada y criterios de calidad en la prestación de servicios.
Empresas asociadas: ACCENT SOCIAL, ARALIA, AC SERVICIOS, ARQUISOCIAL, ASISPA, ATENDE, ATTENDE, ASISTENZIA, AZVASE, CLECE Servicios Sociales, DOMUSVI, EULEN Sociosanitarios, OHLA SERVICIOS INGESAN, ÓBOLO, SANIVIDA, SENIOR Servicios Integrales, SERVEO, SON A TÚA AXUDA, UNIGES-3 y ZAINTZEN.
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