Dice Pedro Sánchez que el pueblo español ya ha pasado página y por tanto puede reunirse y partir piñones con Puigdemont, porque como además de desmemoriados somos medio tontos ¿que se lo impide?, pensará, aunque no creo que lo piense, porque si fuera tan tonto como para creer que no tenemos memoria ni sentimientos, no estaría donde está, estaría, como mucho, sexando pollos, en algo por el estilo, o en el paro.

Habla de pasar página alguien que resucita a Franco, del que ya no se acordaban ni los recalcitrantes ni los nostálgicos, y muchos de las nuevas generaciones no saben ni que existió o se imaginan que fue algún personaje de allende los Pirineos, del siglo XII o anterior, rey, caudillo o señor feudal, que dedicaba sus tierras y sus vasallos al cultivo de la berza y el rábano, mientras el cazaba o jugaba a la guerra, y eso los que están algo instruidos. Ahora se están enterando algunos de que en España hubo un dictador, gracias al ínclito Pedro Sánchez que, precedido en la tarea de enfrentar a media España con la otra media por Zapatero, como dijo y fue registrado por aquel micrófono abierto por descuido, conviene que haya tensión, sin importarles destruir la convivencia pacifica entre españoles, prestándose un servicio a si mismos que enmascaran como si lo estuviera haciendo a la comunidad.

No sé quien gana, ni si Pedro Sánchez supera a su predecesor socialista en la presidencia del gobierno, lo que no cabe duda es que le supera en cambios de opinión, como el llama a lo que otros calificamos como mentiras y de las gordas, y no es que Pedro Sánchez sea un mentiroso, es mas que eso, es la mentira personificada y elevada a la máxima expresión, y lo demuestra el hecho de que no solamente no cumple sus promesas electorales, algo a lo que, casi todos, nos tienen acostumbrados, es que hace justo lo contrario de lo prometido.

Podrían enumerarse decenas de actuaciones contrarias a lo ofrecido en su programa electoral, y la de ir a visitar a Puigdemont y rendirle pleitesía, es otra de ellas, cuando prometió llevarle ante la justicia, y todo porque necesita sus votos para aguantar esta legislatura y también porque, ya lo ha dicho, piensa tripitir en la presidencia del gobierno, para lo que ha demostrado no necesitar ganar las elecciones, le basta aliarse hasta con el diablo, si fuera necesario, y seguro que está pensando en perpetuarse, no solo en conseguir la presidencia por cuarta vez, y espera que no esté pensando en un cargo vitalicio como presidente de una república, que es el que más manda en el país, su trato al Rey lo demuestra.

Creo que el ser presidente de la tercera república española no lo va a conseguir, hay muchos republicanos que, ante la perspectiva de tenerle a él, o a alguien semejante, como presidente de una república, prefieren la monarquía, y algunos algo peor.

Es tal la desfachatez de Pedro Sánchez y sus allegados que, ante cualquier cosa que digan hay que ponerse en guardia, toda orden, anuncio o consejo, que venga de su parte, es un peligro y con ellos ni siquiera vale aquello de "Cumplid leyes y normas, haced lo que os dicen, pero no hagáis lo que ellos hacen porque no hacen lo que dicen" mienten a diario y son un ejemplo de lo que no se debe hacer. De todas formas, no desesperemos, va a comenzar un nuevo año que quizá nos traiga algún cambio para bien, igual cambiamos de partido en el gobierno, la esperanza es lo último que se pierde, y sabemos que no es buen guía, pero sí buena compañera de viaje.

Así que "Feliz y Prospero año nuevo a todos, menos a Pedro Sánchez".