El suceso ocurrió de madrugada en un local de la Avenida Palencia, en el barrio de La Rondilla. El arrestado, de 51 años, no llegó a agredir a la víctima
Tres personas son detenidas por delitos de estafas y apropiación indebida
Los arrestados hicieron uso de tarjetas de crédito sustraídas para después sacar dinero de cajeros por valor de 3.000 euros
La Guardia Civil de Valladolid, en el marco de la operación 'Estarila', ha detenido este lunes a tres personas en la provincia de León, como presuntos autores de un delito de apropiación indebida y otro de estafa continuada por uso fraudulento de tarjetas de crédito. La Guardia Civil tuvo conocimiento cuando una persona denunció el hurto de su cartera en el interior del establecimiento de hostelería de la capital vallisoletana, y posteriormente, haciendo uso de las tarjetas de crédito que portaba en su interior, extrajeron de diferentes cajeros automáticos, la cuantía de casi 3.000 euros.
La Guardia Civil, tras realizar laboriosas pesquisas tendentes al esclarecimiento de los hechos, recabó información, que una vez analizada, se determinó que la cartera fue extraviada por el denunciante y posteriormente recogida por una pareja de clientes del mismo establecimiento. De la misma manera, se solicitaron informes a distintas plataformas de pago y entidades bancarias llegando a la plena identificación de las personas que se apropiaron de la cartera y realizaron las extracciones fraudulentas en varios cajeros automáticos.
Finalmente, los investigadores se desplazaron a la provincia leonesa y, tras lograr la localización de tres personas involucradas, procedieron a la detención de dos mujeres y un varón como responsables de los ilícitos penales cometidos. Las diligencias, una vez finalizadas, fueron remitidas al Juzgado de Instrucción de guardia de Valladolid.
El presunto autor utilizó objetos metálicos para rayar coches y golpear el portón del local. Los daños ascienden a más de 1.600 euros
A los detenidos se les intervinieron guantes anticorte, una barra de uña (pata de cabra) y otros efectos usados para cometer robos con fuerza
La Fiscalía considera que los hechos constituyen un delito de estafa cualificada por la cuantía superior a 50.000 euros