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"No fue solo el pie. El autobús me aplastó contra mi furgoneta y me hizo un sándwich"

La mujer atropellada este martes en el Paseo de Zorrilla aclara que el bus la arrolló cuando se disponía a entrar en su vehículo porque pasó muy cerca

"No fue solo el pie. El autobús me aplastó contra mi furgoneta y me hizo un sándwich"
Sandra, en su casa después del accidente. TRIBUNA
Rebeca Pasalodos Pérez
Rebeca Pasalodos Pérez
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Una tarde tranquila, una escena familiar cotidiana. Sandra, con su furgoneta, conducía con su madre y su hija de seis años este martes. A la altura del Corte Inglés del Paseo de Zorrilla se detiene para que ambas pasajeras se bajen. Ella también se baja un momento para sacar a su niña del vehículo. Se vuelve a la puerta del conductor, mirando hacia dentro para introducir la llave cuando se vio arrollada por un autobús de Auvasa que, tal y como ella indica a TRIBUNA, le hizo "un sándwich".

Una situación que le ha provocado algo más que una lesión en el pie, tal y como el 112 informó tras el suceso a TRIBUNA y que ha motivado que el dolor físico que hoy siente Sandra, de 35 años, su una a su indignación, puesto que ahora, además, ha tenido que coger la baja en el trabajo, que la tendrá en casa al menos una semana.

"Yo iba a la consulta de rehabilitación que tenía en Arturo Eyries y había llevado a mi madre y a la niña en la furgoneta mía. Las dejé en el Corte Inglés, que fue nada cuestión de segundos, cuando yo estaba de espaldas para entrar al vehículo, el del autobús no me vio y yo, cuando le vi, ya le tenía encima y me aplastó literalmente entre la furgoneta y el autobús", relata. "Me aplastó, me atropelló y me tiró al suelo. Como si te hacen un sándwich", describe.


Golpe en el costado. 

Según cuenta, el autobús pasó muy cerca de su coche y, al no verla, fue cuando se produjo el atropello. "Es que no me vio, claro. Entonces, él calculó y dijo 'va, paso raspado'". Algo que se constata con el hecho de que se la llevara por delante: "Imagínate la poca distancia que dejaría. Un palmo", agrega.

Traslado sin inmovilización

Tras esto, los viandantes vieron lo sucedido y pararon al autobús mientras Sandra pedía auxilio desde el suelo. Desde Emergencias Sanitarias enviaron un Soporte Vital Básico que la trasladó al hospital, donde, según explica, los médicos que la atendieron "alucinaron" con lo que vieron. "Cuando llegué vieron que a mí no me habían inmovilizado ni con un collarín ni con una tabla debajo de la camilla, que deben poner una tabla cuando es un accidente por la espalda", indica. Lo que considera "una negligencia".

Hoy Sandra tiene dolor en todo el cuerpo, aparte del susto; un collarín, ya que no puede mover el cuello; un gran golpe en el costado y, sí, también tiene heridas en un pie. También.